Milei redobla su apuesta: "Los políticos son peores de lo que imaginaba" y anticipa una segunda ola de reformas económicas

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Milei criticó duramente a la clase política y presentó su plan de “reformas de segunda generación”: baja de impuestos, flexibilización laboral y apertura comercial.
  • Destacó logros económicos como la reducción del déficit, caída del gasto público y una baja de 22 puntos en la pobreza.
  • Subrayó el rol de la juventud y las redes sociales en su movimiento.
  • Reiteró su rechazo al socialismo y al wokismo, advirtiendo sobre la importancia de la geopolítica en las decisiones económicas.
  • Vaticinó un nuevo orden global en bloques y defendió su alineamiento con Israel como bastión de la cultura judeocristiana.

El presidente Javier Milei volvió a marcar su impronta con un diagnóstico demoledor sobre la clase política y una hoja de ruta ambiciosa para la economía argentina. “Siempre pensé que los políticos eran horribles y despreciables, pero la realidad es que son mucho peor”, afirmó durante una entrevista con el historiador británico Niall Ferguson, publicada este martes por The Free Press.

En el diálogo, Milei repasó lo que considera logros centrales de su gobierno: reducción del déficit fiscal, caída del gasto público y control de la inflación. Pero fue más allá y delineó las bases de lo que llamó “las reformas de segunda generación”, que incluirán una baja de impuestos, flexibilización laboral y una apertura comercial más agresiva. “Nuestro objetivo es convertirnos en el país más libre del mundo”, sostuvo.

El mandatario explicó que la secuencia de reformas será clave: primero reducir impuestos para ganar competitividad, luego reformar el mercado laboral para generar empleo de calidad, y recién entonces abrir la economía al comercio exterior, sin que ello provoque desempleo masivo.

Milei también puso números sobre la mesa. Según afirmó, la economía creció un 5,7% en el primer trimestre de 2025 y cerca del 8% en el segundo. Además, aseguró que la pobreza cayó 22 puntos porcentuales, lo que significaría que 11 millones de personas dejaron de ser pobres, incluidos 2 millones de niños.

El presidente atribuyó parte de su impulso político a la juventud y el rol de las redes sociales, especialmente durante la pandemia. “Los jóvenes son quienes más rechazan el statu quo y menos expuestos estuvieron al adoctrinamiento de la educación pública”, sostuvo.

En el plano internacional, Milei reiteró su rechazo al socialismo y al “wokismo”, conceptos que, aseguró, comparte con Donald Trump. No obstante, advirtió que las decisiones económicas no pueden tomarse sin considerar la geopolítica. “No se puede aplicar la teoría económica en el vacío. También hay que entender quién controla recursos estratégicos como el uranio”, alertó.

Sobre el nuevo orden global, vaticinó un mundo dividido en bloques regionales, con Estados Unidos liderando América, China dominando Asia y Rusia avanzando en solitario. En cambio, advirtió, Europa enfrenta un futuro incierto debido a lo que calificó como “contaminación intelectual del wokismo”.

El mandatario también defendió su fuerte alineamiento con Israel, al que definió como un baluarte de la ética y la moral judeocristiana. “Israel no puede ser destruido porque combina la vida material con la espiritual. Pero Europa, sin esa base, corre el riesgo de desaparecer tal como la conocemos”, afirmó.

Con un tono desafiante, Milei dejó en claro que su batalla trasciende lo económico y apunta a consolidar un cambio cultural profundo: “Estos logros son condición necesaria pero no suficiente. Si no damos la guerra cultural, todo se desvanece cuando termina el gobierno”, sentenció.

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