Caída del consumo masivo en mayo refleja deterioro del poder adquisitivo de la clase media

• En mayo, el consumo masivo en Argentina cayó un 3,2%, pese a la desaceleración de la inflación.
• La cantidad de tickets bajó un 4,1% y la facturación comercial se redujo un 1,7%.
• La caída se debe a que los salarios reales no se recomponen, especialmente en la clase media.
• El aumento de precios en servicios limita la capacidad de consumo en bienes.
• La baja inflación beneficia más a sectores pobres que a la clase media, que enfrenta fuertes subas en servicios.
• El desafío para el Gobierno es mantener estabilidad macroeconómica y mejorar el ingreso real.
• Empresas ajustan estrategias con promociones y descuentos para estimular ventas.
• Informe de la UBA señala que el poder adquisitivo de la clase media se deterioró por un aumento del 33% en servicios.
• Servicios básicos como gas, transporte, electricidad y agua aumentaron muy por encima de los alimentos.
• La clase media sufre presión por altos costos en servicios y salarios insuficientes para recuperar poder adquisitivo.

El consumo masivo en Argentina registró una caída del 3,2% durante mayo, a pesar de la desaceleración inflacionaria que atraviesa el país. Según un relevamiento de la consultora Focus Market en 756 puntos de venta a nivel nacional, la cantidad de tickets emitidos disminuyó un 4,1% con respecto al mes anterior, mientras que la facturación de los comercios se contrajo un 1,7%.

Damián Di Pace, director de Focus Market, atribuyó esta contracción a la falta de recomposición real de los salarios, especialmente en la clase media. “Aunque la inflación promedio mensual se modera, el aumento en servicios –producto de una corrección en los precios relativos– reduce la capacidad de consumo en bienes. Los ajustes salariales acompañan a la inflación, pero no alcanzan para recuperar la pérdida acumulada del ingreso real”, explicó.

El economista destacó además que la baja de la inflación beneficia más a los sectores pobres e indigentes, quienes destinan mayor parte de su ingreso a alimentos, que a la clase media, afectada por el fuerte incremento en los costos de servicios. “El miedo ya no es a que suban los precios, sino a cómo administrar el ingreso para llegar a fin de mes”, agregó.

Frente a este escenario, Di Pace sostuvo que el desafío para el Gobierno es “consolidar la estabilidad macroeconómica sin desatender la recomposición social y el ingreso real”. Señaló que, si la desaceleración inflacionaria continúa y el mercado laboral se estabiliza, las próximas elecciones podrían marcar un punto de inflexión para sostener mejoras estructurales e institucionales.

En tanto, las empresas de consumo masivo ya ajustan sus estrategias comerciales, apostando por promociones selectivas y reforzando canales de cercanía con descuentos y ofertas especiales, como 2x1.

Por su parte, un informe del Centro RA de la Universidad de Buenos Aires reveló que el poder adquisitivo de la clase media se deterioró durante el primer año del Gobierno de Javier Milei, principalmente por el fuerte aumento en los servicios, que crecieron un 33% frente a los bienes. En consecuencia, el gasto en servicios esenciales de este sector pasó del 49% al 59% en solo un año.

Los incrementos más alarmantes se dieron en la Ciudad de Buenos Aires, donde el gas aumentó aproximadamente un 631%, el transporte un 707%, la electricidad un 390% y el agua cerca del 350%, cifras muy superiores al 129% que se observó en alimentos.

Este panorama refleja una presión creciente sobre la capacidad de compra de la clase media, que enfrenta la doble dificultad de precios elevados en servicios esenciales y una recuperación salarial insuficiente para revertir la caída de su poder adquisitivo.