El sprint final de Guillermo de Rivas: doble acto, gira con Llaryora y apuesta al voto útil peronista

El candidato amenazado por la división del peronismo de Río Cuarto, Guillermo de Rivas, espera este domingo una final de dientes apretados con Gonzalo Parodi, el radical que le dio un tiro de gracia a Juntos por el Cambio en el único turno electoral del año en Córdoba.

En el Palacio de Mójica, asiento del poder del intendente Juan Manuel Llamosas, observan una diferencia de cuatro puntos a favor del hasta hace algunos días secretario de Gobierno municipal.

No ignoran el margen de error técnico. Sin embargo, la exposición del dato ajustado es una señal de alivio porque -si los guarismos no fallan- la candidata delasotista, Adriana Nazario, no les estaría pisando los talones. La estrategia se concentrará en la búsqueda de ese voto útil peronista hasta este domingo, cuando hablarán las urnas.

Si la posibilidad del triunfo está vedada para De Rivas, nunca será lo mismo que la sucesión la gane una lista opositora que la encabezada por la tropa justicialista díscola.
Martín Llaryora se instala en Río Cuarto
En ese escenario, el candidato de Hacemos Unidos por Río Cuarto planea un sprint final de la campaña con fuerte rastrillaje territorial. La decisión reposa en el apoyo cerrado del Partido Justicialista detrás del delfín de Llamosas.
La dirigencia cordobesista se ubicó detrás de la decisión del intendente que alguna vez sonó como compañero de fórmula provincial de Martín Llaryora. Durante el fin de semana, el exgobernador Juan Schiaretti difundió su apoyo público a De Rivas y, según trascendió en el búnker oficialista, Llaryora se concentrará en la capital alterna con agenda de gestión.

En concreto, anunciará este miércoles la construcción de la autovía que une Río Cuarto y Holmberg, después de la primera incursión exitosa con el gobierno de Javier Milei.

El oficialismo de la ciudad imperial no descartaba la participación del mandatario provincial en alguno de los actos de cierre de campaña planificados para este miércoles en Alberdi, barrio de origen de Nazario; y el del jueves, en Banda Norte, terruño de De Rivas. Sin embargo, en la sede del gobierno provincial le bajaban la expectativa a esa posibilidad.

“Ya hicimos todo que lo que se podía hacer. El trabajo fuerte es el de la movilización del electorado el domingo”, confiaban en el Panal, aunque también reconocían que la decisión final la tomará el gobernador sobre la marcha.

Llaryora asomó más de lo previsto en la campaña municipal. Con un ojo en las encuestas, mostró extremada cautela apenas se consumó la división del peronismo riocuartense. La sutiliza inicial en el apoyo expresado a De Rivas contribuyó a exasperar aún más los ánimos del llamosismo.

Lo cierto es que ya circula un spot donde Llaryora y de Rivas se hacen promesas de eterno trabajo en conjunto. En Holmberg, la pieza publicitaria tendrá continuidad en vivo y en directo.

El factor que preocupa a Guillermo de Rivas y Juan Manuel Llamosas
El llamosismo insiste con la versión que muestra a una Nazario “planchada” desde hace dos semanas en los sondeos de opinión. Ese dato surge del GPS estadístico que maneja Panal y de la observación de los últimos movimientos de Parodi, el exponente del remix de JxC.

Parodi eleva la presión con una estrategia de shock, ajustada a los tiempos de casta maldita. En sus últimas intervenciones públicas denunció “clientelismo” con la presunta entrega de “chapas y colchones para comprar votos”.

En la ciudad de Córdoba y en la capital alterna ya arriesgan un pronóstico: “De Rivas va a ganar la elección por una diferencia con Parodi entre los cinco y los ocho puntos, salvo un giro de último momento”.

CON INFORMACION DE LETRA P.