
Máximo Kirchner redobla la defensa de Cristina y recrudece la interna peronista tras la derrota electoral
POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior

- Máximo Kirchner defendió con fuerza a Cristina Kirchner tras su carta crítica hacia Axel Kicillof.
- Acusó de “vergüenza” a quienes culpan a la expresidenta por la derrota electoral del 26 de octubre.
- El discurso, pronunciado en Florencio Varela, profundizó la fractura entre kirchnerismo y el sector renovador del peronismo.
- Reivindicó el liderazgo de su madre y el legado político de Néstor Kirchner.
- Cuestionó la política económica actual, la fuga de capitales y el acuerdo con el FMI.
- Criticó la reforma laboral del Gobierno y lanzó dardos hacia dirigentes peronistas “que se fueron a descansar” tras la elección.
Las tensiones dentro del peronismo bonaerense y de Fuerza Patria escalaron un nuevo peldaño tras la carta publicada por Cristina Fernández de Kirchner, donde apuntó al gobernador Axel Kicillof como responsable de la derrota electoral del 26 de octubre frente a La Libertad Avanza (LLA). La respuesta no tardó en llegar: Máximo Kirchner, titular del PJ bonaerense y líder de La Cámpora, salió con dureza a respaldar a su madre y a marcar territorio dentro de un espacio cada vez más fracturado.
En un acto en Florencio Varela, durante la inauguración de un Ateneo Néstor Kirchner que reunió a la militancia de la Tercera Sección Electoral, Máximo lanzó un mensaje contundente: “Da vergüenza ver que algunos intentan responsabilizar a la compañera Cristina del resultado electoral. Más allá de que siempre son todos hombres echándole la culpa a una mujer”. Con esas palabras, no solo buscó defender el liderazgo de la expresidenta, sino también confrontar a los sectores del peronismo que reclaman una renovación encabezada por Kicillof.
El diputado reivindicó la figura de Cristina Kirchner, actualmente en prisión domiciliaria, y sostuvo que “es firme, no se entrega y desde esa injusta detención sigue comunicándose con su gente para explicar cuál es la visión del país”. Acompañado por el exsecretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, recordó que “las tres veces que Cristina fue en una boleta presidencial, ganó el pueblo argentino y el peronismo”.
Las declaraciones, lejos de calmar los ánimos, profundizaron el enfrentamiento con el ala que promueve la reconstrucción del peronismo sin dependencia del kirchnerismo. En La Plata, la misiva de la exmandataria —donde señaló que “fue un error político desdoblar la elección”— provocó malestar en el entorno de Kicillof, justo antes de una reunión clave del gobernador con intendentes del Movimiento Derecho al Futuro. En ese marco, las palabras de Máximo se interpretaron como una defensa cerrada de la conducción kirchnerista y un mensaje directo a quienes, dentro del espacio, buscan un nuevo rumbo.
El líder camporista apeló también a la memoria de su padre, Néstor Kirchner, para reconstruir un relato de resistencia y continuidad: “De las derrotas también se construye. Cuando Néstor salió a caminar para presidente, medía dos puntos. Estamos mucho mejor que eso. A caminar, a construir, a organizar, a interpretar los sueños de nuestro pueblo. Nadie se quiebra, nadie se rinde”.
Más allá de la interna partidaria, Máximo Kirchner dedicó parte de su discurso a cuestionar la situación económica y la política de endeudamiento. Criticó la “fuga de capitales” y denunció que “mientras los trabajadores pierden ingresos, unos pocos se llevan 6 mil millones de dólares al exterior, mientras Scott Bessent y los gringos nos endeudan en 20 mil millones”. También rememoró las discusiones internas del Frente de Todos sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que calificó como un error: “El día que el peronismo no peleó y se entregó fue el día que votó un acuerdo que no se debía haber firmado nunca”.
En el tramo final de su discurso, el diputado cruzó al presidente Javier Milei por la reforma laboral que impulsa el Gobierno y defendió la participación de los trabajadores en las ganancias empresarias. “Lejos de integrar a las mayorías, las excluyen y las someten. Llaman ‘reforma’ a lo que es empezar a garantizar la esclavitud en Argentina”, lanzó.
El cierre llegó con una frase cargada de ironía y mensaje interno: “Hay algunos compañeros que no los encontramos porque se fueron a descansar después de las elecciones. Néstor no descansaba, Néstor encaraba”. Así, Máximo Kirchner dejó en claro que no piensa correrse de la defensa del legado familiar y que, por el contrario, está dispuesto a confrontar abiertamente con quienes dentro del peronismo cuestionan el liderazgo de Cristina Fernández de Kirchner.






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