El juicio por los Cuadernos entra en ritmo: declaraciones, valijas y el foco sobre los Kirchner

JUDICIALES Agencia de Noticias del Interior
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  • La tercera audiencia del juicio por el caso Cuadernos avanzó con la lectura de declaraciones de arrepentidos y el repaso del rol atribuido a Néstor y Cristina Kirchner, De Vido y Baratta.
  • Oscar Centeno ratificó su versión sobre un esquema de recaudación ilegal continuo durante los gobiernos kirchneristas, con entregas sistemáticas de dinero y circuitos que incluían Olivos y propiedades familiares.
  • Claudio Uberti describió en detalle la logística de las valijas, mencionó grandes sumas en propiedades y afirmó haber llevado dinero directamente a la familia Kirchner.
  • José López reiteró que la recaudación para campañas se retomó en 2011 y aseguró que Cristina Kirchner conocía el sistema.
  • Empresarios arrepentidos volvieron a señalar a Baratta como figura clave en la recaudación vinculada a la obra pública.
  • El juicio, con 85 acusados, continuará de forma virtual por una semana más y podría trasladarse a Comodoro Py para avanzar con mayor frecuencia.

El juicio oral por el caso Cuadernos avanzó este jueves con su tercera audiencia, centrada en la lectura de declaraciones de imputados colaboradores y en el repaso del rol atribuido en la acusación a Néstor y Cristina Kirchner, así como a los ex funcionarios Julio De Vido y Roberto Baratta. En esta etapa, el Tribunal Oral Federal 7 comenzó a desandar los testimonios que formaron la base de la causa y que, en su momento, sacudieron al sistema político por la magnitud de las denuncias y por la cantidad de implicados.

Uno de los tramos más sensibles fue el dedicado a la declaración de Oscar Centeno, autor de los cuadernos y chofer de Baratta. En su indagatoria de 2018, ahora leída en la sala, sostuvo que el esquema de recaudación ilegal continuó sin interrupciones tras la muerte de Néstor Kirchner y durante la presidencia de Cristina Fernández. Según su relato, las entregas de dinero eran sistemáticas: “Con Cristina presidenta íbamos una vez por semana”, afirmó. Incluso detalló episodios que lo llevaron a comenzar sus anotaciones, entre ellos el día en que vio a Baratta salir con “dos valijas” de una empresa y hablar en clave sobre “seis kilovatios”, equivalentes —dijo— a seis millones.

Centeno también habló de circuitos de traslado del dinero, mencionando la quinta presidencial de Olivos y, luego, un departamento de la familia Kirchner en la calle Uruguay. Aseguró que Daniel Muñoz, el fallecido secretario privado de Néstor, realizaba “entregas casi todos los días” en épocas de campaña. El temor a ser filmados motivó, según su relato, la intervención de otro empleado, Nelson Lazarte, para diversificar los movimientos.

La audiencia avanzó luego con el testimonio de Claudio Uberti, ex funcionario clave en el área de concesiones viales. Uberti describió la logística de las valijas y afirmó haber llevado personalmente dinero en efectivo al departamento de la calle Uruguay. Allí —según contó— se contaba el contenido y se organizaban los envíos hacia Santa Cruz. Su declaración incluyó escenas de alto impacto: dijo haber visto “muchas valijas en el dormitorio”, haber oído comentarios de Muñoz sobre “ponerse un negocio de valijas” y haber constatado que el día de la muerte de Néstor Kirchner había “60 millones de dólares” en otra propiedad, en la calle Juncal. También relató una entrega directa al expresidente, quien —según su versión— rechazó unos pesos que le había llevado y los arrojó en su despacho.

Uberti sumó además un dato vinculado a un hotel de Cristina Kirchner en El Calafate: aseguró que recibió presiones para conseguir “plata en blanco” porque era “muy importante para la familia”. Este tipo de referencias, que formaron parte de su confesión ante el fiscal Carlos Stornelli, se convirtieron en una pieza central de la acusación.

Otro de los testimonios resonantes fue el de José López, el ex secretario de Obra Pública detenido en 2016 cuando intentó esconder bolsos con dólares en un convento. Su declaración como arrepentido volvió a ocupar un lugar destacado. López dijo que en 2011 De Vido le comunicó la necesidad de “retomar la recaudación para la campaña” y que Baratta era su enlace operativo. Relató también una reunión con Cristina Kirchner tras la muerte de Néstor en la que —dijo— la entonces presidenta le advirtió: “Podés ser parte del problema o de la solución”. Según su testimonio, le contó a Cristina la existencia del sistema de recaudación ligado a las obras viales.

El juicio continuó con la lectura de declaraciones de empresarios arrepentidos —entre ellos Juan Carlos De Goycoechea, Enrique Pescarmona, Aldo Roggio, Angelo Calcaterra, Armando Loson y Carlos Wagner— quienes coinciden en señalar a Baratta como uno de los principales recaudadores de las coimas que, según la acusación, se exigían para acceder a la obra pública.

De momento, el debate se desarrolla en modalidad virtual y seguirá así al menos una semana más. A partir de la próxima, está previsto que el tribunal sesione dos veces por semana, martes y jueves. El presidente del Tribunal, Enrique Méndez Signori, consultó a las partes sobre la posibilidad de trasladar el juicio a la sala AMIA de Comodoro Py para realizarlo presencialmente tres veces por semana desde el 10 de diciembre.

Mientras tanto, algunos de los imputados mantienen situaciones particulares. Julio De Vido, por ejemplo, siguió la audiencia desde un cuarto de la cárcel de Ezeiza, autorizado a ausentarse por un estudio médico. Su detención quedó firme la semana pasada, tras confirmarse la condena a cuatro años por la tragedia de Once.

El juicio recién comienza a desplegar su dimensión. Con 85 acusados y la revisión de cientos de horas de declaraciones, la causa promete mantener la tensión judicial y política en los próximos meses, mientras el tribunal avanza hacia la etapa en la que los imputados deberán ratificar —o retractarse de— sus dichos ante los jueces.

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