Un Senado reconfigurado: alianzas, tensiones y el avance silencioso del bloque libertario

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • El 28 de noviembre jurarán 24 nuevos senadores, configurando un Senado con predominio peronista (28 bancas) y un crecimiento de La Libertad Avanza (21).
  • Patricia Bullrich asumirá como jefa del bloque libertario y acordó con Victoria Villarruel una coordinación política y funcional en la Cámara alta.
  • Las provincias ganan peso: legisladores “sin techo” podrían alinearse según sus gobernadores más que por pertenencias partidarias nacionales.
  • Flavia Royón, Espínola y Vigo son casos observados en la posible formación de un interbloque provincialista.
  • Convicción Federal busca sumar referentes del peronismo no kirchnerista y descarta rupturas internas.
  • El oficialismo necesitará acuerdos amplios: con 21 bancas y un PRO reducido, deberá negociar con radicales y bloques provinciales, mientras el peronismo trabaja para evitar fugas.

El Congreso argentino ingresa en una etapa de recambio que promete reacomodar el tablero político en la Cámara alta. El próximo 28 de noviembre, a las 11 de la mañana, jurarán 24 nuevos senadores por un período de seis años. La renovación implica una modificación relevante en la correlación de fuerzas: el bloque libertario crecerá hasta los 21 miembros, mientras que el peronismo —en sus diversas expresiones— mantendrá la primera minoría con 28 bancas. Completan el mapa nueve radicales, nueve provincialistas y cinco representantes del PRO.

La ceremonia alcanzará a los legisladores electos por Chaco, Ciudad de Buenos Aires, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego. Si bien los movimientos más visibles se concentran en la Cámara alta, en Diputados también se anticipan señales de reconfiguración: la sesión preparatoria está prevista para el 4 de diciembre, una semana después de la jura en el Senado.

En paralelo, el oficialismo atraviesa una transición interna clave. Patricia Bullrich, quien dejará su puesto al frente del Ministerio de Seguridad, asumirá como jefa del bloque de La Libertad Avanza en el Senado. En la antesala de esa responsabilidad, mantuvo un encuentro con la vicepresidenta Victoria Villarruel —titular natural del cuerpo— que buscó ordenar los vínculos dentro del espacio libertario. Según relató Villarruel, ambas acordaron un funcionamiento coordinado a futuro. Bullrich, por su parte, publicó un mensaje que diferenció claramente los roles: mientras ella estará a cargo de construir mayorías legislativas, la vicepresidenta deberá garantizar el orden parlamentario.

Ese gesto político se da en un contexto donde el Senado se encamina a protagonizar un escenario menos partidario y más territorial. Las provincias parecen recuperar peso en la dinámica interna. Legisladores sin pertenencia rígida, los llamados “sin techo”, podrían alinearse según las posiciones de sus gobernadores antes que según estructuras nacionales. Ejemplo de ello es la salteña Flavia Royón, que conformaría un unibloque vinculado a Gustavo Sáenz. Situaciones similares se observan en el correntino Carlos “Camau” Espínola o en la cordobesa Alejandra Vigo.

Estos movimientos son seguidos de cerca por Convicción Federal, el bloque de cuatro senadores peronistas que se separó del kirchnerismo este año. Desde ese espacio niegan rupturas, pero admiten que están dispuestos a sumar perfiles afines al peronismo no kirchnerista. También reconocen que se evalúa la creación de un interbloque de provincias presidido por un exgobernador. En la oposición habrá cuatro de ellos: Jorge Capitanich, Juan Manzur, Gerardo Zamora y Sergio Uñac. Este último aparece como posible articulador de una alternativa justicialista que exceda los límites tradicionales.

El número fino del Senado también habilita especulaciones. Con el pase de Carmen Álvarez Rivero del PRO a La Libertad Avanza, los libertarios alcanzan 21 bancas, aún lejos del quorum propio —situado en 36— pero con margen para negociar. El PRO quedó reducido a apenas cinco miembros, lo que obliga al oficialismo a mirar hacia las provincias y hacia un radicalismo con presencia numérica aunque atravesado por divisiones internas.

En la otra vereda, Unión por la Patria trabaja para evitar deserciones, especialmente entre los tres senadores santiagueños que asumirán el 10 de diciembre, entre ellos el exgobernador Zamora. El peronismo, consciente de su nuevo esquema de poder, evalúa que conservar cohesión será clave para sostener su influencia en un Senado donde la fragmentación territorial puede convertirse en regla.

Con estos movimientos, la Cámara alta comenzará un ciclo donde el oficialismo necesitará acuerdos amplios y flexibles. El orden parlamentario dependerá no sólo de las mayorías circunstanciales sino de la capacidad de lectura política de los nuevos protagonistas. Y, en un contexto nacional de tensiones económicas y reformas en discusión, el Senado se perfila como un escenario decisivo para la gobernabilidad que viene.

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