El Gobierno avanza en un reordenamiento interno: Interior gana peso, Adorni consolida poder y se reconfigura el rol de Scioli

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Interior absorbe nuevas competencias y se queda con el área de Deportes y los Centros de Frontera.
  • Scioli mantiene su continuidad, aunque su secretaría se divide entre Jefatura de Gabinete e Interior.
  • Adorni consolida poder con Comunicación, Medios Públicos y Turismo-Ambiente bajo su órbita.
  • Santilli impulsa la creación de una nueva secretaría para articular con el Congreso.
  • Se revierte el traspaso del Renaper a Seguridad, decisión que generó fuertes tensiones internas.
  • El diseño final depende del aval de Karina Milei y será instrumentado por Legal y Técnica.

El Gobierno se encamina a formalizar un nuevo esquema ministerial que redibuja el organigrama nacional y fortalece especialmente al Ministerio del Interior. La iniciativa, impulsada por el jefe de Gabinete Manuel Adorni y coordinada con el titular de la cartera política, Diego Santilli, incluye el traspaso de áreas, la creación de nuevas secretarías y la redefinición de competencias clave. Según confiaron altas fuentes oficiales, el diseño ya está acordado y solo resta la validación final de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, cuyo aval es indispensable para avanzar con el decreto correspondiente.

El cambio más visible será la división de la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes, hoy conducida por Daniel Scioli. En el nuevo reparto de funciones, Turismo y Ambiente quedarán bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete, mientras que Deportes pasará al Ministerio del Interior. Este último movimiento responde al objetivo político de robustecer la relación con las provincias, donde el área deportiva suele tener un papel clave en la negociación de recursos y programas. Pese al desmembramiento de su cartera, Scioli seguirá dentro del esquema oficial: “Es alguien importante para Javier. Va a seguir”, reafirmaron cerca del Presidente.

La reconfiguración comenzó a tomar forma en reuniones conjuntas entre los equipos técnicos de Adorni y Santilli, aunque su instrumentación se demoró por la necesidad de ajustar detalles y evitar superposiciones. En paralelo, Santilli pidió la creación de un área específica —probablemente una secretaría o subsecretaría— destinada a mejorar el vínculo con el Poder Legislativo. El objetivo es replicar algunas funciones de la actual Secretaría de Enlace Parlamentario, que opera en Jefatura, pero sin invadir sus atribuciones. “Es una decisión política, la estructura se arma como el Ejecutivo quiere y la determinación está tomada”, resumió un funcionario involucrado en el proceso.

Estas modificaciones se dan en un contexto de tensiones internas que obligaron a retroceder en algunas decisiones recientes. Uno de los casos más relevantes fue la marcha atrás con el traspaso del Registro Nacional de las Personas (Renaper) a la órbita del Ministerio de Seguridad, medida anunciada en el decreto 793/2025. La reasignación había respondido a un acuerdo entre Patricia Bullrich y el ex jefe de Gabinete Guillermo Francos, pero no fue consultada con Santilli, que al aterrizar en Interior reclamó la competencia histórica del área. Tras negociaciones entre los funcionarios, el Renaper regresará a Interior, aunque Bullrich logró mantener la impronta con su firma todavía presente en los documentos de identidad emitidos recientemente.

Otro punto de fricción giró en torno a los brigadistas de la Administración de Parques Nacionales (APN), a los que Bullrich también intentó sumar bajo su órbita. Tras su renuncia para asumir como senadora en diciembre, será la secretaria de Seguridad Nacional, Alejandra Monteoliva, quien quede al frente del área. No obstante, Interior recuperará los Centros de Frontera, una competencia clave para la coordinación de pasos fronterizos, infraestructura y gestión territorial. La Dirección Nacional de Migraciones, en cambio, permanecerá bajo Seguridad.

La reorganización se da en simultáneo con la expansión de la Jefatura de Gabinete. La absorción de la Secretaría de Comunicación y Medios —antes dependiente de Presidencia— consolidó la influencia de Adorni, que ya tenía bajo su mando la Vocería Presidencial y los medios públicos. Santilli, por su parte, incorporará un área propia de comunicación que articule con Interior y con las provincias, una señal del peso político que busca consolidar en la estructura del Gobierno.

A pesar del acuerdo alcanzado entre los equipos técnicos, nada estará cerrado hasta que Karina Milei dé su visto bueno. La secretaria general tiene la última palabra en la arquitectura administrativa y cuenta con el respaldo absoluto del Presidente. Una vez avalado el esquema, será la secretaria Legal y Técnica, María Ibarzabal Murphy, quien redacte e instrumente el decreto que definirá el nuevo mapa del Poder Ejecutivo.

En medio de debates, resistencias y negociaciones, el rediseño del organigrama refleja un reacomodamiento interno que busca ordenar competencias, evitar superposiciones y fortalecer áreas estratégicas. El resultado final marcará el rumbo político y administrativo del Gobierno de cara a los meses que vienen.

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