Bullrich y Villarruel inauguran una nueva etapa de convivencia política en el Senado

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Bullrich ingresó formalmente al Senado, completó trámites y mantuvo su primera reunión a solas con Villarruel.
  • La futura jefa del bloque de LLA pidió que la agenda del Ejecutivo tenga prioridad y reclamó colaboración institucional.
  • Subrayó que la construcción de mayorías es responsabilidad del bloque oficialista, no de la Vicepresidenta.
  • Villarruel negó cualquier intención de obstaculizar proyectos y defendió su papel estrictamente institucional.
  • Ambas buscaron descomprimir las tensiones internas y marcaron límites claros entre sus funciones.
  • El oficialismo anticipa reacomodamientos en su bloque ante el salto de 7 a 20 senadores.

La ministra de Seguridad y senadora electa, Patricia Bullrich, ingresó este viernes por primera vez de manera formal al Senado de la Nación para completar los trámites previos a su asunción y mantener su primer encuentro a solas con la vicepresidenta Victoria Villarruel. La cita, que duró alrededor de una hora y se realizó sin asesores ni fotos oficiales, inauguró una nueva etapa en la relación entre ambas dirigentes tras meses de tensiones internas dentro del oficialismo.

Bullrich llegó al Congreso minutos antes del horario pautado, alrededor de las 11:40, para avanzar con los procedimientos habituales de los legisladores electos: presentación del diploma otorgado por la Junta Electoral, acreditación del DNI, entrega de declaraciones juradas patrimoniales, certificado de antecedentes penales y registro biométrico. Superado ese paso, se dirigió al despacho de la Presidenta de la Cámara Alta para una conversación que, según trascendió, combinó definiciones políticas y señales de recomposición institucional.

En la entrada al Senado, la ministra había adelantado sus expectativas: “Vengo con la expectativa de que el año que viene sea ordenado y que las sesiones extraordinarias sean realmente positivas”. Su tono buscó marcar una voluntad de gestión parlamentaria en un escenario donde el oficialismo necesitará construir mayorías para impulsar las leyes del Ejecutivo.

Tras la reunión, Bullrich dejó claro el rol que buscará imprimirle a su llegada a la Cámara Alta, especialmente como futura presidenta del bloque de La Libertad Avanza (LLA). “Hablamos de trabajar en la búsqueda de que aquellos proyectos que el Gobierno envía puedan ser tratados, votados y podamos seguir adelante con el plan de Gobierno que establece nuestro presidente”, sostuvo. También remarcó la necesidad de que la agenda oficialista tenga un “espacio de preferencia”, un mensaje que funcionó como continuidad del pedido que días atrás había formulado públicamente para que Villarruel no “boicotee” la estrategia legislativa del Gobierno.

La ministra insistió en la diferenciación de responsabilidades entre ambas: “Es responsabilidad nuestra, como bloque —Villarruel no es parte del bloque— juntar las voluntades políticas para obtener las mayorías”. Con esa frase buscó subrayar que la Vicepresidenta, pese a presidir el Senado, no integra LLA y que su función es estrictamente institucional. Un encuadre que la Casa Rosada quiere dejar establecido para ordenar el mapa interno del oficialismo.

Consultada por una eventual “tregua” tras los cruces que marcaron el debate por la Ley Bases, Bullrich evitó definiciones tajantes y sostuvo que su objetivo central era garantizar que “salgan los proyectos de ley que manda el Ejecutivo”. También anticipó que el bloque oficialista tendrá una reconfiguración profunda: “De 7 a 20 senadores, los cambios van a ser muchos. Necesitamos un modelo para seguir proyectos, pedidos de informes, comisiones”.

Por su parte, Villarruel buscó descomprimir la relevancia política del encuentro y enfatizar sus funciones institucionales. “Yo no tengo facultades para obstaculizar nada”, afirmó, marcando distancia de las críticas previas del Ejecutivo por la falta de acompañamiento parlamentario. La Vicepresidenta reivindicó la independencia de poderes y recordó que su tarea consiste en garantizar el funcionamiento legislativo y la cordialidad entre bloques, incluso cuando existan diferencias ideológicas profundas.

“Siempre trabajé para que primara el acuerdo”, aseguró, al tiempo que llamó a “descontracturar” el encuentro frente a las expectativas generadas. Consultada sobre si se siente parte del Gobierno, respondió con una definición que sonó tanto institucional como política: “Soy la Vicepresidenta de la Nación, yo también fui votada”.

La reunión dejó así un mensaje doble: la necesidad del oficialismo de ordenar su frente interno para afrontar la etapa legislativa que viene y la decisión de Villarruel de mantener su propio perfil institucional sin romper la convivencia con la Casa Rosada. El equilibrio entre ambas será clave para un Senado donde La Libertad Avanza no tiene mayoría y donde cada proyecto requerirá una ingeniería política precisa.

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