El carry trade reaparece en la previa electoral, pero con alto riesgo y cautela entre los inversores

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
605262
  • El dólar oficial mayorista llegó al borde del techo de la banda de flotación, y el BCRA intervino con ventas.
  • Algunos inversores se animan al carry trade, vendiendo dólares para comprar activos en pesos.
  • La maniobra promete rendimientos si el tipo de cambio se mantiene estable o baja.
  • Persiste la expectativa de cambios en el esquema cambiario tras las elecciones.
  • Los analistas recomiendan cautela: la mayoría esperará al resultado electoral.
  • La dolarización sigue siendo la estrategia dominante entre los ahorristas.

En la cuenta regresiva hacia las elecciones legislativas del próximo domingo, el mercado cambiario argentino vuelve a moverse con intensidad. La demanda de dólares por cobertura sigue firme, impulsada por el clima de incertidumbre política y económica. Sin embargo, en los últimos días se detectó un comportamiento paralelo: algunos inversores comenzaron a vender dólares para posicionarse en instrumentos financieros en pesos, apostando a un escenario optimista tras los comicios.

Se trata de una jugada clásica en los períodos preelectorales: el carry trade, una estrategia en la que los inversores venden divisas para adquirir activos en moneda local, con la expectativa de que el tipo de cambio suba menos que las tasas de interés o incluso caiga. Si ese cálculo se cumple, luego recompran dólares con una ganancia. El atractivo de la maniobra depende, fundamentalmente, del nivel del tipo de cambio y de la confianza en la estabilidad del régimen cambiario.

El dólar al borde del techo y la reacción del BCRA

El operador Nicolás Cappella explicó que, con los dólares financieros —MEP y contado con liquidación— rondando los $1.600, la estrategia de carry trade “vuelve a tornarse atractiva para algunos jugadores”, aunque aclaró que se trata de movimientos especulativos y de corto plazo. El mercado interpreta que, estando el dólar tan cerca del techo, el margen para nuevas subas es acotado, ya que el BCRA interviene con ventas para contenerlo.

En otras palabras, si el dólar no se dispara y los instrumentos en pesos mantienen buenos rendimientos, el diferencial puede transformarse en ganancia. Pero el contexto actual agrega un componente clave: la expectativa de un cambio en el régimen cambiario tras las elecciones.

Expectativas cruzadas y riesgo elevado

En el mercado hay consenso en que la estrategia es de alto riesgo. Aunque los funcionarios del Gobierno insisten en que no habrá cambios inmediatos en las bandas de flotación, los operadores no descartan ajustes después del domingo. Un eventual triunfo del peronismo podría reactivar la presión sobre el tipo de cambio, mientras que una buena elección de La Libertad Avanza (LLA) podría interpretarse como una señal de continuidad y calma.

El analista Martín Genero sostuvo que, aun con posibles modificaciones, no se espera un salto abrupto del tipo de cambio después de las elecciones, salvo en un escenario “demasiado negativo”. Por eso, algunos inversores con visión de mediano plazo se inclinan por vender dólares antes de los comicios y colocarse en instrumentos en pesos a 12 o 15 meses.

Sin embargo, el especialista Santiago López Alfaro, director de Patente de Valores, remarcó que la mayoría de los inversores esperará a la próxima semana antes de tomar decisiones. “Con tanta incertidumbre, es poco probable que muchos se animen al carry trade ahora. Todos quieren ver primero cómo reacciona el mercado al resultado electoral y qué medidas adopta el Gobierno”, advirtió.

Cautela y dolarización persistente

La tendencia general sigue siendo la dolarización precautoria. Según el analista Gustavo Ber, aunque siempre aparecen “apuestas tácticas” de algunos inversores más arriesgados, la mayoría prefiere mantenerse dolarizada hasta tener un panorama más claro. “Después de las elecciones se verá si esa dolarización se quedó corta o se pasó de largo. La clave será la lectura política y financiera del resultado”, señaló.

El mercado, mientras tanto, se mueve entre dos pulsos opuestos: la búsqueda de cobertura y la especulación con un posible alivio cambiario. En ese equilibrio frágil, el carry trade reaparece como una jugada tentadora para unos pocos y demasiado riesgosa para la mayoría. Todo dependerá de lo que ocurra en las urnas y de cómo el Gobierno gestione el día después.

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto