Orlando Ferreres advierte que el dólar podría llegar a $2.000 antes de fin de año

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Orlando Ferreres anticipó que el dólar podría llegar a $2.000 hacia fin de año.
  • Consideró que la demanda de divisas “sigue siendo permanente” pese a las intervenciones del Gobierno.
  • Cuestionó la modalidad del apoyo del Tesoro de EE.UU., al que calificó de “arbitrario”.
  • Señaló que el mercado espera cambios económicos tras las elecciones del 27 de octubre.
  • Advirtió sobre las dificultades del Gobierno para aprobar las reformas laboral y previsional.
  • Afirmó que la capacidad de acción de Milei dependerá del resultado electoral y del apoyo legislativo.

El economista Orlando Ferreres, una de las voces más escuchadas del mercado local y mentor en sus inicios del presidente Javier Milei, pronosticó que el dólar podría alcanzar niveles cercanos a $2.000 antes de fin de año, en un contexto de creciente presión cambiaria y fuerte incertidumbre política a pocos días de las elecciones legislativas.

El titular de la consultora OJF & Asociados explicó que la demanda sostenida de divisas y las dudas sobre la continuidad del actual esquema cambiario mantienen al tipo de cambio en tensión, pese a los esfuerzos del Banco Central (BCRA) por estabilizarlo a través de la asistencia financiera acordada con Estados Unidos. “El precio puede andar cerca de ese valor para fin de año porque hay una demanda permanente”, sostuvo Ferreres, al advertir que los instrumentos oficiales de contención no han logrado frenar la escalada.

La estimación de Ferreres se da en un momento en que el Gobierno busca transmitir calma a los mercados tras cerrar un swap por u$s20.000 millones con Washington, una operación que cuenta con la participación del Tesoro estadounidense y de grandes bancos internacionales, como J.P. Morgan, Goldman Sachs y Santander. Sin embargo, el propio economista relativizó el impacto del acuerdo y apuntó contra la modalidad de intervención.

“Estados Unidos pone plata un poco arbitrariamente. Hay días que pone y hay días que no pone nada”, señaló, en referencia al papel del Tesoro norteamericano en las recientes operaciones de sostenimiento del peso. Según Ferreres, la dinámica de participación estadounidense “no es constante ni previsible” y depende de la percepción coyuntural que tengan los grandes actores financieros sobre la estabilidad argentina.

El diagnóstico es compartido por varios analistas del mercado, que consideran que las intervenciones externas tienen un efecto transitorio frente a un fenómeno estructural: la persistente dolarización de carteras y la falta de confianza en el peso. “El dólar sigue subiendo, de a poco, pero va subiendo”, resumió el economista, aludiendo al goteo sostenido que mantiene en alerta a los inversores.

Ferreres, que fue viceministro de Economía durante el gobierno de Raúl Alfonsín, también analizó el trasfondo político de la tensión cambiaria. A su juicio, el escenario electoral del 27 de octubre actúa como un factor de inestabilidad, ya que el mercado “ve que después del 27 va a haber algunos cambios” y prefiere cubrirse frente a eventuales movimientos bruscos en la política económica. “Hay que apelar a las ayudas para poder ir convenciendo al mercado, que es difícil”, admitió, al destacar la necesidad de previsibilidad y señales claras de parte del Gobierno.

El economista también se refirió a los desafíos estructurales que enfrenta la administración de Milei para consolidar su programa de reformas. En particular, subrayó que el oficialismo aún no logró avanzar en proyectos clave como la reforma laboral y la reforma previsional, iniciativas que chocan con la resistencia de la oposición en el Congreso.

“Faltan leyes claves como la ley laboral, la ley jubilatoria… No es nada fácil sacar todas esas leyes ahora porque en el Congreso tiene mayoría la oposición”, explicó Ferreres, al marcar los límites que enfrenta el Gobierno en su agenda legislativa. Aun así, se mostró optimista sobre el futuro inmediato: “A partir del 10 de diciembre el gobierno va a tener más posibilidad de hacer”, señaló, aunque aclaró que todo dependerá del resultado electoral y del nivel de apoyo político que Milei logre retener.

El pronóstico del dólar a $2.000 sintetiza, en parte, la percepción de un mercado que se mantiene expectante ante el desenlace político y que interpreta las intervenciones oficiales como una estrategia de contención temporal. Si bien el acuerdo con Estados Unidos alivió las reservas y trajo un respiro financiero, la persistente demanda de divisas sugiere que la confianza aún no se ha restablecido del todo.

Mientras tanto, el Gobierno intenta sostener su narrativa de estabilidad y continuar con el rumbo fiscal, convencido de que una victoria electoral podría reordenar expectativas y dar oxígeno a su programa. Pero la advertencia de Ferreres, proveniente de un economista respetado y cercano al presidente, agrega una dosis de realismo al optimismo oficial: sin confianza y sin consenso político, la calma cambiaria podría seguir siendo una ilusión pasajera.

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