Septiembre dulce para el dólar: el Gobierno aprovecha la lluvia de divisas antes de octubre

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
597257
  • Septiembre sorprendió con una fuerte oferta de dólares por la suspensión temporal de retenciones y el respaldo de Trump, revirtiendo la escasez prevista.
  • Las cerealeras podrían liquidar hasta u$s4.000 millones más, sumándose a los u$s2.000 millones previos, con el Tesoro comprando parte de estas divisas.
  • Luis Caputo priorizó consolidar reservas del BCRA antes de las elecciones, aunque la medida costó u$s1.500 millones al fisco.
  • Octubre se anticipa complejo: faltarán dólares y el Estado competirá con la demanda privada para turismo y dolarización.
  • Se reinstaló parcialmente el cepo cambiario, disparando la brecha entre el dólar oficial y los financieros al 10,7%.
  • El Gobierno busca sostener el esquema cambiario hasta el 26-O, mientras el mercado espera posibles restricciones y volatilidad antes de los comicios.

Contra todos los pronósticos de principios de mes, septiembre cierra con una inesperada “dulzura” en el mercado cambiario. Lo que parecía un escenario de escasez de divisas se transformó en una oferta récord gracias a la suspensión temporal de las retenciones a las exportaciones agrícolas y al respaldo histórico de la administración Trump. De un día para otro, el Gobierno pasó de vender dólares a comprarlos, en una jugada que busca consolidar las reservas antes de las elecciones de octubre.

Las cifras hablan por sí solas. Para la última jornada del mes se espera que las cerealeras exportadoras liquiden unos u$s4.000 millones, que se sumarán a los u$s2.000 millones ya ingresados la semana pasada. El Tesoro y el Banco Central deberán definir qué porción de esta verdadera tormenta de dólares adquirirá el Estado. Solo el viernes, el Tesoro compró algo más de u$s1.300 millones, a los que se sumaron los u$s300 millones del día anterior, en una demostración de la magnitud del giro oficial.

Luis Caputo, que a principios de septiembre adoptaba una postura más pasiva frente a la liquidación de la cosecha gruesa, decidió ahora suspender las retenciones para asegurarse de contar con divisas en un mes clave. La medida, eso sí, tiene un costo fiscal de alrededor de u$s1.500 millones. Sin embargo, el Gobierno considera que la consolidación de reservas del Banco Central es prioritaria para evitar sobresaltos cambiarios de cara a los comicios.

El alivio de septiembre no significa, sin embargo, que octubre será igual de benigno. La dinámica histórica del mercado indica que, tras la liquidación récord, volverá la escasez de dólares. Además, el Estado deberá competir abiertamente con la demanda privada, que mantiene fuerte presión sobre el mercado. Empresas e individuos continúan requiriendo divisas para turismo y para operaciones de dolarización.

Para contener esta presión, Caputo reinstaló parcialmente el cepo cambiario: quienes compren dólares oficiales no podrán adquirir dólares financieros (CCL o MEP) durante los próximos 90 días. Esta medida, sumada a la sequía de dólares que se prevé para octubre, disparó nuevamente la brecha entre el tipo de cambio oficial y los dólares financieros, que terminó el viernes en 10,7% (oficial mayorista $1.326 vs. CCL $1.468).

El horizonte hacia las elecciones del 26 de octubre sigue marcado por la incertidumbre. La foto de respaldo de Donald Trump a Javier Milei había generado expectativas de mayor tranquilidad, pero en la City aseguran que la ayuda prometida desde Washington solo se concretará en caso de un resultado favorable para La Libertad Avanza. Mientras tanto, el Gobierno prueba la demanda privada día a día, con la certeza de que la volatilidad y la presión sobre el dólar podrían resurgir a medida que se acerque la fecha clave.

El mercado de futuros ya anticipa la preocupación: se han transado volúmenes récord en cobertura, reflejando la intención de privados y empresas de llegar a las elecciones con algún colchón cambiario. La pregunta que se plantea ahora es si serán necesarias más restricciones, incluso aquellas que el propio Gobierno había desanudado hace pocas semanas.

Por su parte, Milei y Caputo han demostrado pragmatismo: la prioridad es sostener el esquema cambiario actual hasta el 26-O. Las modificaciones de fondo, sostienen, podrán esperar. Por ahora, la Casa Rosada busca navegar la tormenta financiera aprovechando la “lluvia de dólares” de septiembre, mientras define cómo llegar a la cita electoral en la mejor posición posible frente a un mercado exigente y volátil.

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto