Dólar barato o más reservas: la encrucijada de Milei tras el respaldo de EE. UU

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • La Casa Blanca ofreció a la administración Milei apoyo histórico para estabilizar la economía argentina.
  • El anuncio provocó baja del dólar y fuerte mejora de los títulos de deuda pública.
  • La baja temporal de retenciones al agro permitirá la entrada de unos 7.000 millones de dólares.
  • El Gobierno enfrenta la disyuntiva entre mantener un dólar barato o fortalecer reservas del Banco Central.
  • Economistas, tanto ortodoxos como cercanos al oficialismo, recomiendan acumular reservas para prevenir riesgos futuros.
  • La decisión del Ejecutivo será clave para la estabilidad financiera de cara a la elección y posibles shocks externos.

El anuncio de la Casa Blanca de que está dispuesta a “hacer todo lo necesario” para estabilizar la economía argentina generó un cambio inmediato en las expectativas del mercado local. Tras la declaración de apoyo histórico a la administración de Javier Milei, el dólar mostró una nueva baja y los títulos de deuda pública registraron una mejora significativa, evidenciando un renovado contexto financiero más amigable que el que se vivió hasta la semana pasada.

El respaldo estadounidense abrió un escenario inédito: por un lado, la baja de las retenciones temporales al agro permitirá una entrada de divisas estimada en alrededor de 7.000 millones de dólares en pocas semanas; por otro, la administración Milei enfrenta la decisión clave sobre cómo utilizar esos fondos: ¿abaratar aún más el dólar o fortalecer las reservas del Banco Central?

La disyuntiva no es menor. Si el Gobierno opta por dejar fluir la baja del tipo de cambio, se beneficiaría de un dólar más barato para la economía interna, algo que podría aliviar ciertas tensiones inflacionarias a corto plazo. Sin embargo, la alternativa de que el Banco Central y el Tesoro utilicen parte de esos dólares para robustecer reservas plantea una estrategia más prudente frente a los riesgos cambiarios. Comprar divisas hoy implica asumir que la cotización podría subir y acercarse al techo de la banda cambiaria de 1.475 pesos, pero al mismo tiempo permitiría blindar al país frente a futuros shocks financieros.

Los economistas insisten en que la prioridad debería ser acumular reservas. Entre ellos se encuentran tanto analistas ortodoxos como cercanos al Gobierno. Lucas Llach, virtual asesor del ministerio de Desregulación, planteó sin rodeos la necesidad de flotar el tipo de cambio y aprovechar la coyuntura actual para anticiparse a posibles riesgos electorales o internacionales. Según Llach, perder reservas en una dinámica como la de la semana pasada podría resultar más perjudicial que tolerar un dólar algo más alto.

En la misma línea, Christian Buteler subrayó que el Banco Central no puede limitarse a comprar dólares únicamente en el piso de la banda. “Debe corregir su decisión y aprovechar la mayor oferta por la baja temporal de retenciones para fortalecer reservas de forma genuina”, advirtió, recordando los errores del primer semestre que derivaron en la crisis reciente.

La consultora PPI también puso sobre la mesa la disyuntiva del equipo económico. Emiliano Anselmi, economista jefe de la firma, reconoció que, aunque la presión cambiaria ha disminuido, es probable que vuelva a incrementarse en la antesala de las elecciones. Por eso, preguntarse si conviene permitir que la baja del dólar se extienda o si es momento de que el Tesoro intervenga comprando divisas se volvió central para la estrategia gubernamental.

Desde Nueva York, Guillermo Mondino advirtió que la estabilización futura depende de que el Banco Central se involucre en la compra de divisas, algo que hasta ahora el Gobierno evitó para no reconocer un tipo de cambio más alto. “No se pueden postergar más esas decisiones”, afirmó. En el mismo tono, Lerandro Zicarelli utilizó sus redes sociales para pedir con énfasis la recompra de reservas, mientras que Pablo Moldovan, de la consultora C-P, destacó que adelantar la liquidación de los 7.000 millones de dólares del agro debería acompañarse de un cronograma de compras para evitar repetir situaciones de escasez de divisas en el futuro.

La administración Milei, entonces, se enfrenta a un dilema crucial. La decisión que adopte en las próximas semanas no solo definirá la trayectoria del tipo de cambio, sino que también marcará la capacidad del país de enfrentar shocks externos y mantener estabilidad financiera en un contexto electoral complejo. Entre la tentación de un dólar barato y la necesidad de reservas sólidas, el futuro económico de Argentina parece depender de la combinación adecuada de ambas estrategias, con la presión de los mercados y la mirada de Washington como factores determinantes.

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