Sandra Mendoza cuestiona la gobernabilidad de Milei mientras el oficialismo habla de “golpe suave”

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • La senadora tucumana Sandra Mendoza calificó de “verdadera derrota” el revés electoral de La Libertad Avanza en Buenos Aires y dijo que Milei perdió legitimidad popular.
  • Mendoza advirtió sobre el “cansancio social” por la crisis económica y los vetos presidenciales, y dudó de que el Gobierno llegue a octubre.
  • Criticó la continuidad del plan económico pese al descontento y mencionó los escándalos de coimas como factor de enojo social.
  • Desde la Casa Rosada, Alejandro Álvarez acusó al kirchnerismo de desplegar un “golpe suave” inspirado en las tácticas de Gene Sharp.
  • Álvarez describió las fases de esa estrategia: ablandamiento mediático, deslegitimación, calentamiento de calles, acciones combinadas y fractura institucional.
  • El cruce refleja un escenario de alta tensión política e incertidumbre a dos años del fin del mandato de Milei.

La reciente derrota electoral de La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires sigue generando repercusiones en el escenario político nacional. Una de las voces más resonantes fue la de la senadora peronista por Tucumán, Sandra Mendoza, quien no solo atribuyó la caída del oficialismo a un “cansancio social” frente a las políticas del presidente Javier Milei, sino que incluso deslizó dudas sobre la continuidad del mandato presidencial.

En declaraciones a La Tucumana FM, Mendoza calificó el resultado del 7 de septiembre como “una verdadera derrota del partido de Milei” y destacó que ni siquiera las encuestas más críticas anticipaban una caída tan abrupta. Según la legisladora, el trasfondo de este revés radica en la creciente frustración ciudadana frente a medidas que definió como “erráticas e impopulares”.

“La gente está muy molesta porque el presidente veta proyectos que benefician a las provincias y a la gente”, subrayó. Su diagnóstico avanzó más allá del análisis electoral y tocó un punto sensible: la gobernabilidad. “No creo que este Gobierno llegue al 26 de octubre. Ya le soltaron la mano todos: la política, los gobernadores, el periodismo, la gente”, lanzó, en una frase que encendió el debate político.

Legitimidad en disputa

Para Mendoza, el mayor golpe que recibió Milei no fue solo electoral, sino simbólico. “El oficialismo perdió el único capital que podía conservar: la legitimidad popular”, afirmó. En su visión, amplios sectores que habían apoyado el proyecto libertario se sienten ahora defraudados y se expresaron en las urnas con ausentismo o voto de castigo.

La senadora habló de una “fragilidad institucional” que se intensifica por la decisión del Ejecutivo de insistir con su programa económico a pesar del mensaje ciudadano. “Después llaman al diálogo, pero los gobernadores ya les dicen: ‘Es demasiado tarde’. Faltan dos años para terminar el mandato y parece que estamos lejísimos con todo lo que pasa en tan poco tiempo”, advirtió.

Incluso dejó abierta la posibilidad de escenarios extremos: desde un eventual juicio político hasta una renuncia presidencial. “No sé qué va a pasar, pero yo creo que no llega”, insistió.

Economía, inflación y escándalos

El diagnóstico de Mendoza incluyó aspectos sociales y económicos. “Viene con la motosierra, no hay trabajo, las cosas aumentan día a día y el sueldo no alcanza. Te dicen que subió, pero los precios se triplicaron”, ejemplificó. También vinculó el descontento popular con los recientes escándalos de corrupción que golpearon al oficialismo: “Esto de los audios de las coimas fue desastroso. La gente entendió que le están sacando a los que menos tienen”.

Según la senadora, todo esto se traduce en un hartazgo que impacta de lleno en el escenario político hacia las próximas elecciones nacionales.

La respuesta oficial: la teoría del “golpe suave”

Desde la Casa Rosada, la interpretación es diametralmente opuesta. El subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, denunció que sectores kirchneristas estarían impulsando una estrategia de desestabilización basada en la teoría del “golpe suave”, inspirada en los escritos del politólogo estadounidense Gene Sharp.

En una serie de publicaciones en X, Álvarez describió las cinco fases de esta metodología: ablandamiento mediático, deslegitimación, “calentamiento de la calle”, combinación de distintas formas de lucha y fractura institucional. Según el funcionario, el país ya estaría atravesando varias de esas etapas, caracterizadas por protestas, denuncias de corrupción y un clima de ingobernabilidad alimentado por los medios de comunicación y la oposición.

“Se fomenta la movilización callejera, se generalizan protestas y se buscan fracturas internas para debilitar al Gobierno”, señaló. Milei replicó personalmente la denuncia en sus redes, dando respaldo político a esta línea de interpretación.

Un tablero en tensión

Mientras desde la oposición se cuestiona la sostenibilidad del mandato y desde el oficialismo se denuncia una maniobra de “golpe blando”, la política argentina parece sumida en una espiral de incertidumbre. El resultado en Buenos Aires no solo alteró el mapa electoral, sino que dejó al descubierto la fragilidad del vínculo entre el Gobierno y la sociedad, así como la falta de puentes de diálogo con gobernadores y otros actores clave.

Lo que resta por verse es si la crisis se profundiza en clave institucional o si el Ejecutivo logra recomponer su relación con la ciudadanía. Por lo pronto, tanto la advertencia de Mendoza como la acusación de Álvarez exponen que, a un año y medio de gestión, la administración Milei enfrenta su momento de mayor vulnerabilidad.

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