Rodrigo de Loredo empezó la campaña radical con la promesa de competir contra Luis Juez en 2027

Superada la interna de la UCR de Córdoba al menos en los papeles, ahora, Rodrigo de Loredo apunta los cañones al interior profundo para aventajar a Luis Juez en la carrera por la candidatura a la gobernación de 2027. Los golpes van dirigidos al gobernador Martín Llaryora. Ahí, Marcos Ferrer, el presidente de la UCR cordobesa, tiene un rol preponderante.

Con su fuerte protagonismo, el titular de la bancada radical en la Cámara de Diputados no puede dejar nada al azar. Le dedica largas horas a estudiar los temas y a armar una agenda entre Buenos Aires y Córdoba. El equipo del cordobés articula cada acción, pero el legislador tiene la última palabra.

La ley ómnibus y las controvertidas decisiones del gobierno de La Libertad Avanza lo obligaron a hacer pie en Capital Federal. Luego de ese proceso, llegó la interna partidaria, en la que De Loredo encontró en Ferrer, el intendente de Río Tercero, a un dirigente dispuesto a zurcir los retazos del radicalismo.

Rodrigo de Loredo compone lazos con la UCR
Superado el proceso interno de la UCR mediterránea, el diputado radical decidió que cada 15 días y hasta fin de año recorrerá toda la geografía provincial para adentrarse en las problemáticas puntuales de cada municipio y comuna. El objetivo es tener “buenos insumos” para las carreras electorales que se vienen.
De Loredo no descarta ir en alguna boleta en el próximo turno, pero su gran obsesión es recuperar para el radicalismo la provincia de Córdoba, después del respaldo que, durante 25 años, los cordobeses le dieron a José Manuel de la Sota, Juan Schiaretti y Martín Llaryora.
“Lo de Martín no es lo del Gringo. Son muy distintos y lo percibimos en las recorridas; eso es una ventaja para nosotros y lo vamos a utilizar a nuestro favor”, dijo una legisladora del deloredismo que suele subirse a las recorridas de De Loredo.

Durante las últimas visitas por el interior, el diputado estuvo en los departamentos Cruz del Eje, Ischilín, Marcos Juárez, Bell Ville, San Justo y Río Primero. Lo que viene en la agenda son visitas a los departamentos Calamuchita y Santa María, donde se aguarda la asunción de autoridades radicales de Villa María en la que el diputado intentará dar el presente. Así, y a través de las recorridas, el jefe de la bancada radical en la cámara baja intentará seguir tejiendo.

El radicalismo a la cabeza en 2025
“Estamos en una etapa preelectoral y Rodrigo está abonando la campaña que se viene. Las salidas son para contener a los radicales, para ver a los dirigentes y para que lo vean a él. Intentamos ver qué tenemos como radicalismo en cada departamento”, le dijo a Letra P un estrecho colaborador del diputado cordobés.

Para esta primera parte del calendario político, De Loredo tiene un leitmotiv negativo con el que le apunta al gobernador Llaryora: el “Cordoversismo”; una frase que intentará repetir hasta el hartazgo para que entre en la cabeza de los cordobeses. Una vez que el calendario corra, vendrá la terminología positiva y propositiva.

Con ese concepto, De Loredo muestra a través de sus visitas y videos en redes sociales cada una de las obras que “considera inconclusas del Gobierno provincial y de las principales problemáticas de la gestión que lleva 25 años en el poder”.

El diputado radical tiene muy en claro que para la contención del partido, la mejor receta es poner música en los oídos de la tropa radical y anunciarles que “la boleta del 2025 debe estar encabezada por alguien del palo”. Así, patea la discusión y les hace saber que su objetivo es el 2027.

En sus recorridas, además, apunta al tema educativo: “Llaryora declara estar a favor de la ley de financiamiento de las universidades, pero en Córdoba la educación está destrozada. La doble vara de Llaryora es intolerable. La educación para el cordoversismo no es una prioridad”, dijo el diputado.

De Loredo cuida la alianza con Luis Juez, pero quiere competir en 2027
Las salidas que está haciendo el diputado radical por el interior de Córdoba tienen tres objetivos principales: una tarea de contención hacia el interior del radicalismo; el relevamiento de información para las campañas que se vienen; y ganar terreno en la futura disputa con el senador Luis Juez.

“Rodrigo vino, nos escuchó, se mostró y nos dijo que la alianza con Juez no se toca, pero que va a competirle por la candidatura a gobernador en 2027. El que mejor esté, será el candidato. Nos dejó en claro que el Partido Cordobés es un gran daño para la provincia y criticó duro a la vicegobernadora Myrian Prunotto”, dijo un intendente que participó en la última reunión con el diputado.

Ya es sabido que el senador que preside el bloque PRO en la cámara alta quiere tener una nueva oportunidad en la gobernación de Córdoba. Esto los obligará a Juez y a De Loredo a buscar algún tipo de entendimiento que no hiera de muerte la alianza que conservan hace tres años.

Mientras tanto, el diputado cordobés recorre el interior y tomó nota de las principales demandas de los intendentes: “La preocupación por el narcotráfico, la inseguridad rural, la falta de policías en algunas comunas y el tema educativo”, según le detalló a Letra P una colaboradora del jefe de la bancada radical en la Cámara de Diputados.

El rol clave de Marcos Ferrer
El principal aliado radical del diputado cordobés para ir tras los tres objetivos es Ferrer, flamante presidente del Comité Central de la UCR. El intendente de Río Tercero tiene buena llegada a todo el mapa albirrojo mediterráneo.

En las recorridas, Ferrer se ocupa de bajar a la dirigencia radical el discurso institucional del partido. Se refiere a la necesidad de trabajar por la unidad; a promover la candidatura de un radical para los test electorales del 2025 y del 2027, militancia digital y alianzas open mind. Hay quienes mencionan como objeto de entendimiento no sólo al Frente Cívico de Juez, sino al PRO y a LLA.

Ambos líderes del radicalismo cordobés plantean una firme oposición al gobierno que encabezan Llaryora y Prunotto. Pero, De Loredo sabe que para que su proyecto tome musculatura necesita del abal de los intendentes radicales, pero con el Foro que los nuclea y que controla, no es suficiente.

Aunque ya está dando claras muestras de lo que se tiene entre manos, el diputado no es el único en carrera para la gobernación de Córdoba. A partir de ahora, se abre un tiempo de recorridas, de seducción y de operativos clamor.

CON INFORMACION DE LETRAP.