Adorni marca el pulso del Gobierno en su debut al frente del Gabinete

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Adorni encabezó su primera reunión de Gabinete con el respaldo explícito de Milei.
  • Presentó un esquema de seguimiento intensivo de la gestión, con reuniones cada diez días.
  • Los ministros deberán entregar objetivos concretos en los próximos dos meses.
  • Bullrich y Petri participaron junto a Monteoliva y Presti en plena transición ministerial.
  • El Consejo de Mayo avanzó sin incluir temas sensibles como coparticipación y reforma previsional.
  • El Gobierno ajusta los borradores de las reformas que presentará el 15 de diciembre.

La primera reunión de Gabinete encabezada por Manuel Adorni desde su designación como jefe de Gabinete de Ministros se convirtió este miércoles en una señal política cuidadosamente trabajada por la Casa Rosada. En un encuentro que duró poco menos de dos horas en el Salón Eva Perón, el vocero presidencial —ahora hombre fuerte de coordinación interna— ofició de anfitrión ante toda la cúpula del Gobierno y ante los próximos ministros de Seguridad Nacional y Defensa, Alejandra Monteoliva y Carlos Presti. La presencia del presidente Javier Milei se leyó como un gesto explícito de respaldo hacia Adorni en este nuevo rol.

Aunque Milei participó activamente, en el Gobierno insistieron en que fue la “primera reunión presidida por Adorni”, quien asumió la tarea de ordenar el seguimiento de gestión en cada una de las carteras. Según fuentes oficiales, el Presidente asistió “para acompañar”, consciente del peso político del movimiento interno que implica poner al histórico vocero al frente del equipo ministerial.

La reunión tuvo dos tramos claramente diferenciados. En la primera parte, los ministros repasaron el estado de los principales temas que serán parte de las sesiones extraordinarias del Congreso. En la segunda, Adorni presentó su plan de trabajo: un esquema de control minucioso de la gestión, con reuniones cada diez días y objetivos concretos que cada ministerio deberá entregar en un plazo de dos meses. La dinámica, anticipada días atrás, despertó inquietudes iniciales en algunos funcionarios por la referencia a “auditorías”. Sin embargo, el propio Adorni suavizó la idea y habló de mecanismos para “dinamizar” la gestión en la segunda etapa del Gobierno.

Incluso así, entre ministros más experimentados reconocieron que la terminología generó roces: “La palabra cayó fuerte”, admitió una figura libertaria, aunque destacó que el clima actual “es mejor que antes de las generales”.

Milei aprovechó su intervención —que se extendió una hora— para reforzar un mensaje político: la necesidad de cuidar el triunfo de octubre, explicar con claridad las reformas por venir y avanzar en una agenda legislativa que será decisiva para la próxima etapa. También enfatizó que no habrá margen para relajamientos. Adorni, en esa línea, adelantó que no tomará vacaciones, aunque abrió la puerta a mayores flexibilidades para los ministros.

El Gobierno buscó amplificar la imagen de cohesión interna con un video difundido en la cuenta oficial del Presidente, donde Milei aparece estrechando a cada integrante del gabinete, en algunos casos con muestras de afecto más marcadas, como con Luis Petri, Diego Santilli y Pablo Quirno. Antes del encuentro general, Adorni ya había mantenido reuniones individuales con cada ministro para conocer el estado de situación de sus carteras.

La reunión coincidió con la transición en Seguridad Nacional y Defensa. Tanto Patricia Bullrich como Luis Petri participaron del encuentro junto a Monteoliva y Presti, sus reemplazantes. La nueva ministra podría jurar la semana próxima, mientras que la asunción de Presti se retrasaría unos días: Milei quiere que Petri continúe en funciones hasta cerrar el acto de entrega de los F-16, considerado un hito de su gestión.

Paralelamente, tuvo lugar la última reunión formal del Consejo de Mayo antes del recambio legislativo. Por primera vez, Adorni coordinó el encuentro como jefe de Gabinete, en una mesa que reunió a Federico Sturzenegger, Alfredo Cornejo, Carolina Losada, Cristian Ritondo, Gerardo Martínez y Martín Rappallini. Pese a que el acuerdo firmado en Tucumán incluía temas sensibles como la reforma previsional y la redistribución de la coparticipación, esos puntos quedaron afuera del documento final por falta de consenso técnico y político.

El Ejecutivo demoró más de lo previsto la entrega de los borradores finales de la reforma que deberá presentarse el 15 de diciembre. Incluso hasta última hora del martes, los consejeros no habían recibido la versión definitiva. Dentro de la Casa Rosada reconocieron que el texto aún estaba en elaboración, en parte por las fricciones generadas tras la filtración de información a la prensa.

Mientras tanto, Santiago Caputo continuó su ronda técnica semanal con Luis Caputo, Julio Cordero, Juan Pazo, Carlos Guberman y Sturzenegger, en un proceso de pulido que se extenderá durante diciembre. Además del megaproyecto de reformas, el Gobierno deberá abordar el Presupuesto 2026 y el tratamiento de la Ley de Glaciares. Otras iniciativas, como la reforma tributaria y la penal, quedarán para febrero.

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