Llaryorización del PJ: reordenamiento con llamado a internas

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Con la recuperación del PJ Córdoba como órgano de funcionamiento partidario, el gobernador Martín Llaryora demostró que está dispuesto a ocupar todos los espacios de poder que sean necesarios para sostener su centralidad en la política provincial y dejar su propia marca dentro del peronismo cordobés. 

Un oficialismo que conservó mucho de la impronta que le dio Juan Schiaretti quien, tras la muerte de José Manuel de la Sota, fue por años el único dueño de la lapicera. Con el poder revalidado en las urnas, el tres veces gobernador de Córdoba lo hizo intendente de la Capital primero y luego lo eligió como sucesor dándole a Llaryora el envión necesario para lograr su desembarco en el Centro Cívico. 

Habiendo transcurrido ya dos años del primer mandato provincial y con un Schiaretti debilitado por el golpazo electoral del 26 de octubre, en el llaryorismo ya hablan de un proyecto reeleccionista para el 2027. 

Para ello, además de ocuparse de la gestión como prioridad absoluta (“no hay mejor campaña que una buena gestión”, dicen) no pierden ni un minuto en seguir ampliando la construcción política provincial bajo el claro liderazgo del mandatario. 

Mientras anticipan que el armado transversal del Partido Cordobés se fortalecerá en estos dos años que restan, el propio Llaryora pidió ocuparse también del Partido Justicialista, columna vertebral -dicen- de Hacemos Unidos y de Provincias Unidas en Córdoba. 

Como ya se relató desde estas páginas, antes del inicio de la campaña el mandatario pidió sacarle las telas de arañas a la sede de la calle Boulevard San Juan, abrir las puertas del local y recuperar el funcionamiento de un órgano que, hasta acá, fue una cáscara vacía. 

Designó en esa tarea a Facundo Torres, presidente Provisorio de la Legislatura y actual titular alterno del partido. El reordenamiento comenzó y va en dos direcciones: lo administrativo y en lo político. 

A través del PJ, el gobernador busca construir referencias locales propias y validar dirigentes fieles a su proyecto. Para eso, el partido convocará a un recambio de autoridades. 

Aunque sin fecha todavía (la fijará el propio Llaryora), el llamado a internas en el justicialismo cordobés es un hecho, según anticiparon desde el oficialismo. 

Pues, no sólo que todos los mandatos están prorrogados y es necesario ordenar desde ese sentido, sino que, en términos políticos, con el cambio de gobernador también cambiaron las representaciones locales. Para llaryorizar el PJ, el actual mandatario necesita contar con una estructura que le responda. 

El actual esquema de autoridades es el que quedó tras la interna a la que convocó Schiaretti allá por marzo del 2022 cuando todavía quedaban resabios de la pandemia. El por entonces gobernador lideró la boleta provincial, mientras que Llaryora que era el intendente de la Capital, encabezó la lista única en el PJ Capital. En tanto que la senadora Alejandra Vigo ocupó el uninominal departamental.

El contexto político de aquel momento era totalmente distinto ya que el gobierno de Alberto Fernández todavía permanecía fuerte y contaba, incluso, con alfiles propios en Córdoba como Carlos Caserio y Federico Alesandri, enrolados en las filas del Frente de Todos. 

De hecho, tanto Punilla como Calamuchita, fueron los únicos dos de los 26 departamentos donde no hubo consenso y se armaron listas que le compitieron al oficialismo que lo llevaba al propio Schiaretti como presidente del PJ Córdoba. Los Caserio se impusieron mientras que Alesandri no pudo en Calamuchita. Hoy, ambos apellidos están adentro de Hacemos Unidos. 

La única línea díscola que actualmente enfrenta desde lo político a la conducción actual del peronismo provincial, es la de Natalia de la Sota, con representación en el Congreso, la Legislatura y el Concejo Deliberante. Imposible determinar hoy si eventualmente podría o no la diputada, plantarse en la interna partidaria. 

De cualquier modo, a diferencia de lo que sucederá en Provincia de Buenos Aires que también entrará en la fase de recambio de autoridades y donde la interna entre los distintos sectores se anticipa descarnada, en Córdoba suelen ser procesos muchos más tranquilos, donde el oficialismo no tiene grandes opositores.  

Lo cierto es que, sobre todos en las realidades del interior, desde lo formal hoy coexisten distintas situaciones que Llaryora buscará corregir: presidentes del PJ de ciertos circuitos que están enfrentados a los intendentes del distrito; o directamente, referentes locales que le respondían a Schiaretti. 

CON INFORMACION DE DIARIOALFIL.

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