

El repollo, una verdura común en muchas mesas alrededor del mundo, se destaca por su versatilidad y riqueza nutricional, convirtiéndose en un aliado para mejorar la salud. Expertos de la Cleveland Clinic y Verywell Health subrayan que incluirlo regularmente en la dieta puede fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la salud digestiva y proteger el corazón.
Nutrientes y beneficios destacados
Este vegetal, perteneciente a la familia de las crucíferas junto al brócoli y la coliflor, es bajo en calorías y rico en vitaminas. Una porción de 100 gramos de repollo verde aporta solo 25 kilocalorías, 2.5 gramos de fibra y 36.6 miligramos de vitamina C, mientras que su versión morada ofrece 31 kilocalorías, 2.1 gramos de fibra y 57 miligramos de esta vitamina.
Ambos tipos son fuentes significativas de vitamina K y B6, esenciales para la coagulación sanguínea y para el metabolismo energético. El repollo morado, en particular, es rico en vitamina A y antocianinas, conocidos antioxidantes. Sin embargo, los especialistas advierten que, aunque sus beneficios son notables, el consumo excesivo puede causar molestias digestivas y afectar a personas con ciertas condiciones médicas.
Se recomienda consumir una o dos porciones al día dentro de una dieta balanceada y consultar a un profesional de la salud antes de aumentar la ingesta en casos de condiciones específicas.
Antioxidantes y prevención de enfermedades
El repollo contiene polifenoles y flavonoides que combaten radicales libres, promoviendo un envejecimiento saludable y reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas, como la diabetes y ciertos trastornos neurodegenerativos.
Su elevado contenido de fibra -cerca del 10% de la ingesta diaria recomendada por cada 100 gramos- favorece la saciedad, mejora la regularidad intestinal y alimenta el microbioma beneficioso del intestino. Además, los fitosteroles presentes en el repollo ayudan a disminuir los niveles de colesterol LDL, contribuyendo a la salud cardiovascular.
Beneficios para el sistema inmunológico y salud intestinal
La vitamina C y la fibra refuerzan el sistema inmunológico y mejoran la salud digestiva. El consumo diario de repollo ayuda a mantener la barrera intestinal, lo que puede reducir el riesgo de cáncer de colon, según Verywell Health.
Salud cardiovascular y metabólica
El repollo morado, por su alto contenido de antocianinas, puede disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Su vitamina B6 y folato regulan los niveles de homocisteína y colaboran en la producción de glóbulos rojos. El potasio presente también ayuda a controlar la presión arterial, reduciendo el riesgo de hipertensión.
Además, compuestos como el sulforafano y el kaempferol tienen propiedades antiinflamatorias, lo que a su vez puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la cardiopatía. Juntos, los fitosteroles y los glucosinolatos en el repollo mejoran la sensibilidad a la insulina, ayudando en la prevención de la diabetes tipo 2.
Potencial en la prevención del cáncer
Los glucosinolatos del repollo se transforman en indoles e isotiocianatos al cortarse o cocinarse, compuestos que han mostrado efectos protectores contra el cáncer en estudios de laboratorio. No obstante, la evidencia en humanos aún es preliminar.
Métodos de consumo y precauciones
El repollo puede ser consumido crudo en ensaladas, cocido al vapor, salteado o fermentado en chucrut o kimchi, opciones que preservan sus nutrientes. Es recomendable combinarlo con jugo de limón o vinagre para suavizar su sabor.
Sin embargo, personas con problemas tiroideos o que tomen anticoagulantes deben consultar a un profesional de la salud antes de aumentar su consumo debido a su alto contenido de vitamina K.
En resumen, el repollo, ya sea verde, morado, savoy o Napa, es una opción económica y nutritiva disponible durante todo el año que puede aportar importantes beneficios a la salud.




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