Milei enfrenta el “síndrome del tercer año” con respaldo financiero y político récord

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Tras el triunfo del 26 de octubre, Milei planea enviar al Congreso reformas laboral, impositiva y el nuevo Código Penal.
  • La mayoría oficialista podría alcanzar 129 diputados con apoyo de gobernadores y fortalecer el Senado, pasando de 6 a 20 legisladores afines.
  • El “síndrome del tercer año” históricamente afecta a presidentes argentinos en su segundo o tercer año de mandato; Milei es el primero con blindajes financieros sólidos.
  • El swap con EE.UU. y la solidez del sistema bancario local protegen pagos de deuda y depósitos, evitando crisis cambiarias como en 2019.
  • El riesgo país bajó de 1.181 a 650 puntos básicos, generando un re-pricing de bonos y acciones y fortaleciendo expectativas de reformas.
  • El respaldo internacional y la recuperación del crédito y la demanda de dinero permiten proyectar una reactivación económica sostenida en 2026.

El contundente triunfo electoral del oficialismo en las elecciones legislativas del 26 de octubre no solo consolidó la presencia de La Libertad Avanza en el Congreso, sino que abrió la puerta para que el Presidente Javier Milei impulse las reformas estructurales que anticipó: laboral, impositiva y el nuevo Código Penal. Según declaraciones del mandatario, estas iniciativas se enviarán al Parlamento después del 10 de diciembre, para ser tratadas en sesiones extraordinarias, en un contexto en el que la mayoría oficialista podría alcanzar 129 diputados con el apoyo de gobernadores aliados, además de fortalecer su posición en el Senado, que pasó de 6 a 20 legisladores afines.

Analistas políticos y financieros coinciden en que Milei tendrá que enfrentar en 2026 lo que históricamente se conoce como el “síndrome del tercer año”, una etapa crítica en la que muchos mandatarios argentinos sufrieron complicaciones políticas y económicas que complicaron el cierre de sus mandatos. Desde Raúl Alfonsín, único presidente que evitó este fenómeno debido a su mandato de seis años, hasta figuras como Carlos Menem, Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández, el patrón histórico indica que los problemas de gobernabilidad y la pérdida de respaldo legislativo suelen coincidir con el tercer año de gestión. Fernando de la Rúa fue el caso más extremo, renunciando en 2001 tras la derrota parcial en las elecciones de medio término y la crisis financiera y social que estalló ese mismo año.

No obstante, Milei cuenta con ventajas que ninguno de sus antecesores tuvo a esta altura de gestión. En lo financiero, el swap con el Tesoro de Estados Unidos blinda los pagos de deuda hasta 2027, mientras que la solidez del sistema bancario local se evidencia en depósitos privados superiores a 35.000 millones de dólares y unos 92 billones de pesos, equivalentes a unos 65.000 millones de dólares. Esto demuestra que, incluso tras la volatilidad electoral y cambiaria de los últimos meses, los ahorros en dólares no sufrieron fugas significativas, evitando un colapso de reservas similar al registrado tras las PASO de 2019.

Otro factor clave es la mejora del riesgo país, que cayó de 1.181 a 650 puntos básicos luego del respaldo popular a la gestión económica oficialista. La baja generó un alza en bonos y acciones argentinas, provocando un “re-pricing” que refuerza las expectativas de estabilidad y de ejecución de reformas legislativas. Según la consultora Invertir en Bolsa, el impacto político inmediato es favorable y podría permitir el inicio de reformas largamente postergadas una vez que el Congreso renueve sus autoridades.

El contexto macroeconómico también ha cambiado con fuerza gracias al blanqueo de capitales y la remonetización parcial de la economía. Los “argendólares” crecieron más de 15.000 millones de dólares entre septiembre de 2024 y la prórroga del régimen, recuperando niveles similares a los de 2019. La demanda de dinero y el crédito privado muestran signos de recuperación, lo que podría acelerar la actividad económica en los próximos meses, aunque todavía se observa cautela ante la incertidumbre de las políticas del Ejecutivo.

El respaldo internacional se consolidó esta semana con las declaraciones del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, quien felicitó a Milei por la histórica victoria y destacó la relevancia de su liderazgo para América Latina, enviando señales claras al mercado sobre la confianza internacional en la estabilidad de la Argentina. Esta combinación de respaldo político, financiero y social proporciona al Gobierno un escenario excepcional para enfrentar el tercer año de mandato con herramientas que sus antecesores no tuvieron.

En paralelo, el equipo económico busca aprovechar la oportunidad para reducir tasas de interés y alargar plazos de crédito, especialmente para las PYME, que durante los últimos meses enfrentaron costos de financiamiento superiores al 60% anual. La prioridad es reactivar la economía por encima de la desaceleración de la inflación y trasladar la recuperación a la inversión y la actividad productiva, capitalizando tanto la estabilidad del sistema financiero como el apoyo legislativo y electoral.

En síntesis, Milei encara 2026 con un marco político y financiero favorable, pero deberá demostrar capacidad para capitalizar este respaldo en la aprobación de reformas estructurales, evitando los errores que han marcado la historia reciente de la Argentina en el “síndrome del tercer año”.

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