Provincias Unidas redefine su estrategia tras la derrota y abre el debate por el futuro del centro político

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Provincias Unidas sufrió una dura derrota y reevalúa su rol político tras quedar tercera fuerza nacional.
  • Los gobernadores buscan consolidar un bloque parlamentario homogéneo y postergan definiciones electorales.
  • Gustavo Valdés emerge como figura clave dentro de la UCR y posible sucesor de Martín Lousteau.
  • El radicalismo bonaerense enfrenta internas y pérdida de representación tras quedar fuera de la última elección.
  • La estrategia de “la avenida del medio” volvió a fracasar frente a la polarización entre Milei y el peronismo.
  • El espacio apuesta a reordenarse con una mirada de largo plazo hacia 2027.

La fuerte derrota de Provincias Unidas en las recientes elecciones legislativas dejó al espacio en un proceso de repliegue y reflexión. Pese a que algunos gobernadores intentaron destacar que el frente logró consolidarse como tercera fuerza nacional y que desde diciembre contará con un bloque de 20 diputados, la mayoría de los dirigentes optó por el silencio. En paralelo, los intentos de ampliar alianzas quedaron en suspenso y los contactos con posibles socios políticos, como los mandatarios de Chaco, Entre Ríos o San Juan, no prosperaron.

La magnitud del resultado confirmó lo que muchos advertían durante la campaña: la estrategia de construir una “avenida del medio” no logró romper la polarización entre Javier Milei y el peronismo. “Hubo un pésimo diagnóstico”, admitió un armador del espacio, al reconocer que los gobernadores no pudieron sostener un discurso coherente entre el diálogo institucional y las críticas a la Casa Rosada. El viraje de tono —más confrontativo en los últimos actos provinciales— tampoco logró traducirse en votos.

El escenario dejó a los gobernadores de Provincias Unidas a la espera de un gesto del Presidente. Milei, que logró retener el impulso electoral tras el triunfo de octubre, mantiene abierta la posibilidad de acuerdos puntuales con las provincias, aunque sin comprometer la autonomía de su proyecto político. En ese contexto, el gobernador correntino Gustavo Valdés, el único del espacio que logró quebrar la lógica de la polarización, fue claro: “Tuvimos cinco puntos nacionales en tres meses. Si esos puntos se suman a cualquiera de los actores, lo estás llevando a ganar en primera vuelta”.

La lectura de Valdés sintetiza el dilema del centro político. En un sistema de tercios, quien logra ingresar al balotaje termina capitalizando el voto anti-oficialista o anti-opositor. “El futuro del centro está en el partido del balotaje”, definió un dirigente radical, en alusión a la necesidad de diseñar estrategias orientadas a disputar ese segundo lugar.

Mientras tanto, la UCR —columna vertebral de Provincias Unidas— atraviesa su propio proceso de reconfiguración. Con Martín Lousteau decidido a dejar la presidencia del Comité Nacional, ya circulan los nombres de sus posibles sucesores. Gustavo Valdés aparece como favorito, potenciado por su victoria en Corrientes, donde logró imponer a su hermano Juan Pablo y romper la polarización. También suena Alfredo Cornejo, aunque en su entorno sostienen que preferiría impulsar a Pamela Verasay como titular del bloque parlamentario antes que asumir la conducción partidaria.

Lousteau, recientemente ratificado en su banca por el escrutinio definitivo, participó de la reunión que los gobernadores mantuvieron en la Casa de Santa Fe, con Maximiliano Pullaro como anfitrión. Allí se definió la hoja de ruta inmediata del frente: “Primero el Congreso y la gestión de las provincias; después las reelecciones y la presidencial”, fue la síntesis del encuentro.

El objetivo inmediato de los mandatarios es consolidar un bloque homogéneo en la Cámara de Diputados. “Más que un número ficticio que genere dudas, queremos un bloque sólido”, explicaron fuentes cercanas al grupo. La decisión busca evitar las fracturas internas que marcaron los primeros meses del espacio y que le valieron cuestionamientos por la volatilidad de algunos de sus legisladores.

A la par, el radicalismo bonaerense enfrenta su propio desafío. El Comité provincial postergó la interna para el 6 de septiembre de 2026, en la que volverán a competir Miguel Fernández y Pablo Domenichini. La falta de acuerdo entre los distintos sectores de la UCR dejó al sello fuera de las últimas elecciones, una señal del desgaste que también golpea al partido centenario en el distrito más populoso del país.

Aun así, entre los referentes de Provincias Unidas persiste la idea de que el espacio no está agotado. Algunos dirigentes valoran que el peronismo no haya podido repetir su rendimiento de septiembre y que el oficialismo libertario aún enfrenta tensiones internas. “La polarización es perversa: no se puede construir un sistema político entre el temor y el odio”, resumió un referente radical.

La derrota legislativa, lejos de sellar el final del proyecto, abre una nueva etapa de debate interno. Provincias Unidas deberá ahora decidir si busca convertirse en una oposición racional con peso en el Congreso o si intenta volver a posicionarse como una alternativa de poder para 2027. En ambos casos, la clave estará en encontrar un mensaje común que logre volver a seducir al electorado del centro, el mismo que en esta elección pareció evaporarse.

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