La carta de Cristina Kirchner tensionó al máximo su vínculo con Kicillof y deja en duda la continuidad de sus ministros en la Provincia

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Cristina Kirchner responsabilizó a Axel Kicillof por la derrota electoral y cuestionó el desdoblamiento de los comicios.
  • En La Plata crece el malestar y se multiplican los pedidos de intendentes para romper con el kirchnerismo duro.
  • Ministros cercanos a CFK podrían dejar el gabinete bonaerense en las próximas semanas.
  • El entorno de Kicillof rechazó los cuestionamientos y defendió su estrategia electoral.
  • Cristina llamó a mantener la “unidad”, pero el vínculo con el gobernador quedó al borde de la ruptura.
  • El futuro del gabinete y del liderazgo peronista bonaerense se define en medio de una creciente puja por el 2027.

La carta pública de Cristina Fernández de Kirchner, en la que responsabilizó a Axel Kicillof por la derrota electoral del 26 de octubre, detonó una nueva crisis dentro del peronismo bonaerense y dejó en el aire el futuro de varios ministros alineados con la ex presidenta en el gabinete provincial. El escrito, cargado de reproches hacia el gobernador por haber desdoblado las elecciones, profundizó la fractura entre el kirchnerismo duro y el entorno del mandatario, que busca sostener la gobernabilidad y proyectar un armado propio rumbo a 2027.

“Si son tan leales, que se vayan, pero no va a suceder”, fue la reacción que se escuchó desde el entorno de Kicillof, apenas conocida la carta. La frase sintetiza el clima de tensión que domina la política provincial desde que CFK difundió su mensaje, en el que acusó a Kicillof de haber cometido un “error político” al separar los comicios bonaerenses de los nacionales.

En La Plata, el impacto fue inmediato. Durante la mañana, varios intendentes del conurbano se comunicaron con el gobernador para expresarle su respaldo y pedirle que “rompa definitivamente” con el kirchnerismo duro. Algunos de ellos incluso reclamaron que acelere una renovación del gabinete que marque el inicio de una etapa política sin tutela de la ex presidenta.

Los funcionarios apuntados son los que responden directamente a CFK y todavía ocupan cargos clave en el gobierno provincial: Juan Martín Mena (Justicia y Derechos Humanos), Nicolás Kreplak (Salud), Daniela Vilar (Ambiente), Florencia Saintout (Instituto Cultural), Marina Moretti (Instituto de Previsión Social) y Homero Giles (IOMA). En los pasillos de la Gobernación no descartan movimientos en esas áreas, aunque por ahora se impone la cautela.

La carta de Cristina generó una mezcla de sorpresa y enojo entre los colaboradores más cercanos a Kicillof. “No causó sorpresa porque repite los argumentos amañados que ese sector viene intentando instalar desde el domingo pasado. La realidad desmiente esa lectura: la estrategia de septiembre funcionó y la de octubre no, en la provincia y en el país”, señalaron voceros oficiales.

El texto de la ex presidenta fue directo. “La excepción de lo ocurrido en la Provincia de Buenos Aires —la derrota, a diferencia de otros gobernadores peronistas— obedece a un error político al equivocar la estrategia electoral, decidiendo el desdoblamiento”, escribió CFK. Además, sostuvo que había advertido previamente sobre el riesgo de adelantar los comicios por el “efecto devastador” que podía tener para el peronismo a nivel nacional.

El cuestionamiento fue leído por los kicillofistas como un intento de marcarle la cancha al gobernador en el momento en que intenta consolidar su liderazgo interno. Un ministro de su confianza fue tajante: “Ayer Milei lo dejó afuera de la reunión, hoy Cristina lo ataca frontalmente. Todo dicho. Nosotros tenemos que sostener la Provincia y poner un presidente peronista en 2027”.

En la práctica, la carta también dejó expuestos los límites de la unidad peronista. Aunque Cristina cerró su texto reivindicando ese concepto —“Sigo sosteniendo el valor de la unidad como instrumento político de construcción”—, en La Plata lo interpretaron como una formalidad más que como un llamado genuino a recomponer el vínculo.

El escenario hacia adelante es incierto. Kicillof mantiene bajo análisis una eventual reconfiguración de su equipo, que podría implicar la salida de los funcionarios más identificados con el Instituto Patria. Sin embargo, el gobernador evalúa el costo político de un enfrentamiento abierto con el kirchnerismo, que aún conserva estructura territorial, representación legislativa y peso simbólico en el conurbano.

La tensión entre ambos sectores se produce en un contexto de reacomodamiento general del peronismo tras la derrota electoral y en medio de un intento del gobernador por proyectarse como figura nacional. En ese tablero, la carta de CFK no solo reabrió heridas internas, sino que reconfiguró los equilibrios dentro del oficialismo bonaerense.

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