El Gobierno enfrenta su última licitación clave antes de las elecciones en medio de tensión cambiaria y señales desde Washington

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • El Gobierno licita $4 billones en deuda en pesos antes de las elecciones.
  • La falta de liquidez tras la intervención del Tesoro y del Tesoro estadounidense elevó las tasas.
  • Se estima que EE.UU. compró más de 300 millones de dólares en pesos.
  • El martes se concretará la reunión entre Milei y Trump.
  • Scott Bessent defendió la continuidad del esquema de bandas cambiarias.
  • La licitación del miércoles será clave para medir la confianza del mercado antes del 26-O.

La próxima semana el Gobierno de Javier Milei afrontará un test crucial en los mercados: la última licitación de deuda en pesos antes de las elecciones legislativas del 26 de octubre. El resultado de esa colocación no solo será observado como una medida del grado de confianza de los inversores locales, sino también como un indicador de estabilidad política en la recta final hacia los comicios.

La Secretaría de Finanzas informará este lunes el menú de bonos que ofrecerá en la rueda inicial, con la meta de renovar unos $4 billones en manos de tenedores privados. Será un desafío en un contexto de suba de tasas y escasez de pesos, producto de las recientes operaciones del Tesoro argentino y del Tesoro de Estados Unidos en el mercado cambiario.

Según versiones del sector financiero, el Tesoro norteamericano habría comprado pesos por más de 300 millones de dólares el jueves pasado, operación que redujo la liquidez en la plaza local y empujó las tasas de interés al alza. Aunque la información no fue confirmada oficialmente, el efecto se hizo sentir en las mesas de dinero y marcó un giro en las expectativas del mercado.

Tasas en ascenso y menor liquidez

El Instituto de Estrategia Bursátil (IEB) señaló en su último informe que “al vender dólares, el Tesoro drenó pesos y empujó fuerte la tasa de repo (65,82%) y la TAMAR (47%)”. Además, destacó que la caución bursátil pasó del 23% al 42%, mientras que la simultánea de BYMA trepó al 30%, reflejando un escenario de mayor exigencia en el mercado de dinero.

“Con menor liquidez disponible, los pesos se vuelven más caros y los bancos endurecen las condiciones de fondeo”, explicaron en el reporte. Esa dinámica, coinciden los analistas, presiona las tasas pero también reduce las necesidades de renovación de deuda (rollover), al tiempo que genera un margen para moderar las expectativas cambiarias.

Expectativas por la reunión Milei-Trump

El panorama financiero estará además atravesado por la reunión bilateral entre Javier Milei y Donald Trump, prevista para este martes. Según trascendió, el encuentro podría aportar detalles del paquete de apoyo estadounidense, que por ahora se limita al swap de monedas por 20 mil millones de dólares y a la mencionada compra de pesos por parte del Tesoro norteamericano.

Desde el Palacio de Hacienda confían en que una señal política fuerte desde Washington pueda contribuir a estabilizar el mercado y despejar incertidumbres en la previa electoral. No obstante, los analistas advierten que, aunque el acuerdo con Estados Unidos fortalece la credibilidad externa, no garantiza la calma en el frente interno, donde persisten dudas sobre el rumbo cambiario y fiscal.

El debate por las bandas cambiarias

Uno de los focos de discusión entre los economistas sigue siendo el futuro del esquema de bandas cambiarias, un mecanismo que el propio Milei había sugerido revisar tras las elecciones. Sin embargo, Scott Bessent, secretario del Tesoro estadounidense, defendió el sistema en redes sociales al afirmar que las bandas “siguen cumpliendo su propósito”.

Esa afirmación fue interpretada como un respaldo a la estrategia del Gobierno, que intenta mantener cierto orden cambiario sin recurrir a medidas drásticas como una devaluación o una dolarización inmediata. Aun así, varias consultoras advierten que el esquema actual podría no ser sostenible en el mediano plazo, especialmente si no se logra acumular reservas genuinas o reducir la brecha entre los distintos tipos de cambio.

Un test político y financiero

La licitación del miércoles será, por lo tanto, un test doble: económico y político. En lo financiero, mostrará el grado de confianza del mercado doméstico frente al nuevo escenario de tasas altas y menor liquidez. En lo político, servirá como un termómetro del clima previo al 26 de octubre, cuando el Gobierno busque ratificar su programa de reformas en las urnas.

El menú de bonos, que se conocerá este lunes, marcará el punto de partida de una semana decisiva. Y aunque la ayuda de Estados Unidos aporta aire, el desafío inmediato de Milei y su equipo será convencer a los inversores locales de que el programa económico aún tiene margen para sostenerse más allá de los comicios.

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