Milei rompe su propio esquema y se involucra de lleno en la política tras el escándalo Espert

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
HCUQXFBT2ERSIASRDOOU43VA34
  • Milei cambia de estrategia tras la derrota bonaerense y decide involucrarse de lleno en la política.
  • El Presidente respalda a Espert pese a las presiones internas para desplazarlo de la lista.
  • El escándalo amenaza con perforar la leve recuperación electoral lograda tras el acuerdo con EE.UU.
  • La militancia en Buenos Aires muestra incomodidad y evita repartir propaganda de Espert.
  • Se prevén cambios profundos en el Gabinete después de octubre, con nombres del PRO en danza.
  • La interna libertaria persiste y Milei asume riesgos políticos en un escenario de fuerte desgaste.

Durante casi dos años de gestión, Javier Milei sostuvo una máxima inalterable: dejar la política en segundo plano y concentrar todos sus esfuerzos en el plan económico diseñado junto a Luis Caputo. Pero esa estrategia se resquebrajó tras la dura derrota en la provincia de Buenos Aires, que obligó al Presidente a involucrarse más directamente en la rosca política. “Si el logro de los objetivos implica que tenga que desarrollar determinados skills que parecía que no los tenía, los tengo que ejercitar”, admitió en una entrevista radial. Desde entonces, el mandatario comenzó a tomar decisiones personales en un terreno que había delegado casi por completo.

La más llamativa fue su respaldo cerrado a José Luis Espert, pese al escarnio público que enfrenta el diputado por sus vínculos pasados con el presunto narcoempresario Fred Machado. La postura sorprendió incluso dentro de la mesa chica de Milei, donde abundaban voces que pedían su desplazamiento de la lista bonaerense. El libertario, sin embargo, comunicó que la decisión está tomada: Espert seguirá en carrera, pese al malestar de varios referentes que alertan sobre el “costo moral” de sostenerlo en plena campaña.

Las encuestas, que habían mostrado cierta estabilización tras semanas de caída, volvieron a encender alarmas. El acuerdo financiero con el Tesoro de Estados Unidos había generado un leve alivio en el clima social, alimentando expectativas de recuperación económica. Pero el caso Espert reavivó la incertidumbre y la desilusión en un electorado clave: quienes en 2023 habían acompañado a Juntos por el Cambio y hoy observan con recelo las contradicciones libertarias. En el oficialismo reconocen que “el impacto es inevitable”, aunque intentan relativizarlo marcando que las boletas ya están impresas y la cuestión excede lo electoral: “Es un hecho político”.

En el territorio bonaerense, el efecto se percibió con crudeza. Militantes que recorren las calles admiten que evitan repartir folletería de Espert para no ser increpados. El propio diputado profundizó el malestar cuando, en una entrevista televisiva, esquivó las preguntas sobre transferencias bancarias. “¡Por qué no dijiste que estaba declarada desde el minuto uno!”, reprochó un estratega de campaña. El episodio alimentó pases de factura internos y reforzó críticas al equipo de comunicación del Gobierno, al que acusan de llegar tarde a cada crisis, desde el caso fentanilo hasta los audios filtrados.

El clima de tensión no solo atraviesa a los libertarios. Patricia Bullrich, siempre atenta a las disputas de poder, habría advertido con anticipación que la información sobre la transferencia de 200 mil dólares aparecería en los medios. En su entorno sostienen que pidió explicaciones claras, consciente de que la tormenta podía complicar su propia agenda en la Ciudad de Buenos Aires. “Ella juega su juego y huele sangre”, graficó una fuente de la campaña.

Mientras tanto, Milei intensifica su presencia pública con recorridas y actos en distintos puntos del país. Tras participar en Entre Ríos y Santa Fe, prepara viajes a Mendoza, Rosario y Córdoba, donde cerrará la campaña. La estrategia busca reforzar la cercanía con el electorado y evitar fugas de apoyo en distritos sensibles como Mar del Plata y Bahía Blanca, donde el caso Espert habría pegado fuerte. “Son lugares de alta sensibilidad y con un electorado muy informado”, advierten en el Gabinete.

El futuro inmediato también se juega en la recomposición del Gabinete, prevista para después del 26 de octubre. Milei ya lo conversó con Mauricio Macri, en encuentros que incluyeron al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, encargado de tender puentes con sectores opositores. La apuesta es lograr acuerdos que permitan aprobar reformas clave, como la tributaria y la laboral, a cambio de cierta estabilidad política. “Estamos buscando intereses comunes”, señalan en el Ejecutivo.

En ese marco, se barajan cambios significativos. La salida de Patricia Bullrich y Luis Petri de Seguridad y Defensa parece inminente, al igual que la de Mariano Cúneo Libarona en Justicia. Guillermo Montenegro, intendente de General Pueyrredón, aparece como posible reemplazo, aunque también suenan Cristian Ritondo y otros nombres cercanos al PRO. En Defensa, el jefe del Estado Mayor Conjunto, Xavier Julián Isaac, es señalado como un candidato de peso por su experiencia y sus vínculos en Estados Unidos, un factor clave tras el acuerdo con el Tesoro.

La interna libertaria, lejos de cerrarse, se mantiene latente. El respaldo a Espert reveló la disposición de Milei a asumir riesgos y desafiar incluso a su propio círculo. Pero también dejó en evidencia la fragilidad de un esquema que, en plena campaña, oscila entre la necesidad de mostrar firmeza y el temor a que cada escándalo erosione la base electoral. El Presidente, que buscó durante casi dos años mantenerse al margen de la política tradicional, se ve ahora forzado a jugar de lleno en el barro. Y lo hace en el momento más delicado de su gestión.

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto