El Gobierno teme un nuevo revés en el Congreso y su impacto en los mercados

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • El Gobierno de Javier Milei teme más un revés en Diputados que la masiva Marcha Federal Universitaria convocada para esta tarde.
  • Los vetos a fondos para el Garrahan y universidades enfrentan alto riesgo de ser rechazados, lo que impactaría en los mercados.
  • Balcarce 50 intentó recomponer alianzas transfiriendo fondos a provincias y moderando el discurso presidencial.
  • El oficialismo minimiza la marcha, atribuyéndola a sectores kirchneristas y gremiales, mientras la oposición busca mostrar fuerza.
  • Milei, desde Paraguay, lideró una ofensiva en redes denunciando supuesta coerción política en universidades.
  • Funcionarios reconocen que el efecto de los cambios políticos se verá recién en octubre y esperan “golpes” hasta entonces.

A pocos minutos de la tercera Marcha Federal Universitaria, convocada para esta tarde frente al Congreso, el oficialismo observa con inquietud un escenario que trasciende la movilización callejera. Mientras la oposición prepara una demostración de fuerza en rechazo a los vetos presidenciales sobre fondos para la Emergencia Pediátrica y las universidades, en la Casa Rosada la preocupación principal no está en las calles, sino en el recinto de Diputados.

El Gobierno de Javier Milei llega a esta jornada con la derrota electoral aún fresca y una debilidad legislativa que, según admiten sus propios funcionarios, se arrastra desde el inicio de la gestión. “Tu debilidad legislativa la conocés desde el día 1, pero elegiste tomar un camino sin salida que termina en una pared. Bueno, ahí viene la pared”, se escuchó anoche en los pasillos de Balcarce 50, en alusión al posible fracaso en la defensa de los vetos.

El oficialismo ha intentado amortiguar el golpe. La semana pasada transfirió $12.500 millones a cuatro provincias para recomponer puentes con antiguos aliados, y el ministro del Interior, Lisandro Catalán, intensificó el diálogo con gobernadores. Además, Milei incluyó en el Presupuesto 2026 incrementos para salud, educación, jubilaciones y discapacidad, en un viraje discursivo hacia un tono algo más moderado, impulsado por su asesor Santiago Caputo. Sin embargo, en la propia mesa chica libertaria reconocen que los cambios son recientes y no alcanzarán para frenar el malestar legislativo.

“El Garrahan seguramente se pierda por abrumadora mayoría y terminaremos estando muy lejos también en universidades”, admitió un alto funcionario. Otros, menos pesimistas, creen que las diferencias en Diputados podrían ser menores: “No hay tanta diferencia, son 7 u 8 diputados. Hay alguna chance de defender alguna de las cosas de mañana... veremos”, deslizó una fuente del Palacio.

En paralelo, el oficialismo buscó minimizar la relevancia política de la marcha, calificándola como una convocatoria “partidizada” apropiada por La Cámpora, el peronismo, la izquierda y los principales gremios como la CGT, ATE y la CTA. La estrategia no es nueva: como en protestas anteriores sobre presupuesto, el Gobierno apuesta a que la adhesión explícita de sectores kirchneristas diluya el impacto social. Sin embargo, figuras opositoras como Cristina Kirchner, Axel Kicillof y Juan Grabois llamaron abiertamente a movilizarse, augurando un alto nivel de participación.

Mientras Milei se encuentra en Paraguay para participar de la Conferencia de Acción Política Conservadora, sus alfiles en redes sociales lanzaron una campaña para denunciar supuestos casos de coerción política en universidades. El subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, y militantes libertarios difundieron mensajes que acusaban a docentes de amenazar a estudiantes con sanciones si no asistían a la marcha. El propio presidente retuiteó varias de esas denuncias desde Asunción, acompañado por Agustín Romo, mano derecha de Caputo en Buenos Aires y figura clave en la ofensiva digital.

Más allá del pulso en las calles, en la Casa Rosada temen que una nueva derrota parlamentaria agrave lo que algunos funcionarios describen como “un clima destituyente”. La preocupación es doble: el impacto político interno y la reacción de los mercados. “Lo que se va a votar mañana en el Congreso no va a ser gratis en riesgo país y bonos”, advirtió un asesor, consciente de que los inversores observarán de cerca la capacidad del Gobierno para sostener sus decisiones.

Aunque las señales económicas recientes fueron positivas tras la cadena nacional de Milei, en Balcarce 50 admiten que, hasta octubre, “serán todos golpes”. El desenlace de hoy pondrá a prueba el frágil equilibrio del oficialismo y marcará el tono de la relación entre el Ejecutivo y el Congreso en los próximos meses.

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