La Creatina: Más Allá del Rendimiento Muscular

SALUD Y NUTRICIÓNJulia VOSCOJulia VOSCO
OOS7NTZZPZA6DFTUOMFOQ5CM4E

El uso de creatina como suplemento está ganando terreno no solo entre deportistas, sino también en el ámbito de la salud cerebral. Investigaciones recientes sugieren que este compuesto podría beneficiar las funciones cognitivas y ofrecer protección neuronal.

¿Qué es la creatina y cómo funciona?
La creatina es una molécula compuesta por los aminoácidos arginina, glicina y metionina, producida principalmente en el hígado, riñones y páncreas. Según el neurólogo Alejandro Andersson, director del Instituto de Neurología Buenos Aires, la creatina se almacena en el músculo transformándose en fosfocreatina que genera ATP, la energía utilizada por el cuerpo. En el cerebro, cumple una función similar, proporcionando energía rápida a las neuronas.

Según la revista Time, el cerebro puede consumir hasta un 20% de la energía del cuerpo, y la creatina puede ayudar a satisfacer esta demanda, especialmente durante tareas mentales intensas. La forma más comúnmente utilizada en suplementos es la creatina monohidrato.

Efectos sobre la cognición
Investigaciones indican que la suplementación con creatina podría mejorar aspectos como la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento mental. Estudios controlados han mostrado aumentos pequeños en el coeficiente intelectual y mejoras en la memoria a corto plazo.

El médico Ramiro Heredia, del Hospital de Clínicas José de San Martín, señala que hay datos que sugieren mejoras en la memoria y en la respuesta a estímulos, así como una reducción de síntomas relacionados con problemas de salud mental, como la depresión.

En el caso de personas mayores, existen indicios de que la creatina tiene efectos neuroprotectores al evitar daños en el DNA mitocondrial en regiones del cerebro vinculadas a la memoria. Andersson agrega que puede proteger a las neuronas en condiciones de estrés y en enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson.

Fuentes alimenticias y recomendaciones de uso
Los principales alimentos que contienen creatina son la carne, el pescado y la leche. Sin embargo, la cantidad obtenida a través de la alimentación suele ser insuficiente para alcanzar niveles óptimos, lo que hace que los suplementos sean más efectivos. Andersson sugiere una dosis de entre tres y cinco gramos diarios de creatina monohidrato para adultos sanos.

La Escuela de Salud Pública de Harvard señala que esta forma de creatina tiene el mayor respaldo científico y que dosis más elevadas no ofrecen beneficios adicionales. Además, los expertos coinciden en que el uso adecuado del suplemento no compromete la función renal en personas sanas, aunque indican la importancia de mantenerse bien hidratado.

La necesidad de más investigación
A pesar de la sólida evidencia sobre la creatina en el ámbito deportivo, su impacto en la salud cerebral requiere más investigaciones. Heredia afirma que aunque el suplemento puede mejorar el rendimiento intelectual, se necesitan ensayos clínicos más amplios para confirmar su efectividad en problemas neurológicos específicos.

Ambos expertos advierten que no se deben sustituir buenos hábitos de vida, como una dieta equilibrada, ejercicio y control de factores de riesgo. Estos hábitos son fundamentales para mantener la salud cerebral.

Consejos para su uso
Se recomienda consultar con un médico antes de comenzar la suplementación, especialmente en casos de antecedentes renales. La creatina debe consumirse diluida en agua, preferiblemente cerca del momento de actividad física.

A medida que avanza la investigación, la creatina se posiciona como un posible aliado no solo en el ámbito deportivo, sino también en la mejora del bienestar neurológico y la protección del cerebro frente al desgaste y lesiones.

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto