Milei y el fantasma bonaerense: entre la cautela y el temor a un revés en las urnas

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • La Libertad Avanza llega a la elección bonaerense con cautela y dudas sobre la presencia de Milei en el búnker, por temor a un revés.
  • Las denuncias de corrupción contra el Presidente y su hermana podrían desalentar a votantes que los apoyaron en 2023.
  • El oficialismo teme baja participación (50-60%) y problemas de fiscalización en el conurbano, sin el apoyo peronista que tuvieron antes.
  • El discurso de campaña pasó de agitar el “fantasma de Cristina” a moderar el tono, tras los escándalos y la inestabilidad económica.
  • En el búnker, Milei y sus ministros planean evitar exponerse si hay derrota; sí estarán Karina Milei y Sebastián Pareja.
  • En el Gobierno consideran aceptable perder por hasta 3 puntos; más de 5 sería grave y más de 10, una catástrofe política.

Las dudas sobre la presencia de Javier Milei esta noche en el búnker de La Libertad Avanza en La Plata resumen el clima que atraviesa el oficialismo en la jornada electoral bonaerense. Lejos del triunfalismo, la campaña libertaria se encamina a un cierre cargado de incertidumbre, con la sombra de las denuncias de corrupción y el temor a una participación ciudadana menor a la esperada.

En la Casa Rosada se repite como consigna no subestimar el impacto de los escándalos recientes. Los audios filtrados que comprometen al Presidente y a su hermana Karina con presuntos pedidos de sobornos y reparto de porcentajes golpearon de lleno en el corazón de la campaña. Los libertarios temen que aquel electorado que los acompañó en 2023 por primera vez ahora se muestre desencantado y decida no asistir a las urnas. En un comicio legislativo, provincial y no nacional, la participación suele ser más baja. El Gobierno proyecta con desasosiego una asistencia de apenas 50 a 60 por ciento.

Fiscalización y aparato territorial

Otro foco de preocupación es la fiscalización. Los libertarios reconocen que su estructura es débil frente al aceitado engranaje del peronismo, sobre todo en el conurbano y en particular en la Tercera Sección. “Los voluntarios no alcanzan para cubrir zonas calientes como José C. Paz”, admitió un operador. A diferencia de 2023, cuando un sector del peronismo les tendió una mano para dañar al PRO, esta vez deberán afrontar solos el operativo electoral. Los referentes macristas sumados al esquema violeta –Diego Valenzuela, Cristian Ritondo, Guillermo Montenegro– tienen peso, pero insuficiente en los distritos más complicados.

En paralelo, el oficialismo teme que una franja de indecisos se incline hacia fuerzas emergentes como SOMOS o Hechos, restando votos clave en un escenario de virtual empate con el peronismo.

Campaña en dos tiempos

El discurso libertario atravesó cambios drásticos. En el inicio, apostaron a agitar el fantasma de Cristina Kirchner para galvanizar al electorado anti K. Pero a medida que avanzaban las denuncias de corrupción, la economía mostraba turbulencias –suba del dólar, caída de bonos y aumento del riesgo país– y la campaña entraba en su tramo final, se vieron forzados a moderar el tono. “Nada está dicho, vamos con mucho cuidado”, reconoció un funcionario al cierre de la semana.

La Casa Rosada exhibe algunos logros, como la baja de la inflación en los dos años de gestión y la prédica de seguridad y mano dura en una provincia castigada por el narcotráfico y la violencia urbana. Pero también arrastra un costado negativo: la parálisis gubernamental desde abril, la pérdida de iniciativa legislativa, los recortes en salud y discapacidad, y las polémicas declaraciones del tuitero oficialista Daniel “Gordo Dan” Parisini contra el senador Luis Juez y su hija.

Escenarios posibles y costos políticos

En el oficialismo son conscientes de que el veredicto de las urnas será leído en blanco y negro, no en grises. Por eso, relativizan la importancia del número de legisladores que puedan sumar y advierten que el impacto estará en el resultado global y en la reacción de los mercados.

El operativo del búnker también revela la cautela. Si la derrota se confirma, Milei difícilmente asome en Vonhart, el salón privado de las afueras de La Plata donde se concentrará la dirigencia libertaria. Tampoco lo harían sus ministros, para evitar que la eventual caída manche la campaña nacional de octubre. Sí estarán Karina Milei, presidenta del partido, y Sebastián Pareja, jefe libertario en la provincia. El resto de las caras visibles dependerá de la performance en cada sección.

En Balcarce 50 ya hicieron sus cuentas: una derrota por 2 o 3 puntos será presentada como un triunfo simbólico y un augurio favorable para octubre. Una diferencia mayor a 5 encendería alarmas. Y más de 10 puntos sería una catástrofe política, aunque incluso los más pesimistas descartan ese escenario.

El resultado bonaerense, siempre determinante en la política argentina, pondrá a prueba la capacidad de Milei de sostener el entusiasmo social más allá de los escándalos y de consolidar a su alianza con el PRO en un terreno donde los aparatos pesan tanto como las consignas. Esta noche, gane o pierda, el libertarismo sabrá si su apuesta al “Kirchnerismo Nunca Más” fue suficiente para contrarrestar la tormenta que lo rodea.

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