Nicolás Massot: “Audiogate es un delito y la investigación debe centrarse en los perpetradores, no en los difundidores”

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Nicolás Massot (Encuentro Federal) calificó el caso “Audiogate” como un delito y cuestionó la cautelar que frenó la difusión de los audios, considerándola un acto de censura.
  • El diputado señaló que la investigación debe centrarse en identificar a los responsables de la grabación, no en los medios ni en quienes difundieron el contenido.
  • Criticó la falta de transparencia y los conflictos internos del Gobierno, describiéndolo como una “guerra a cielo abierto entre bandas de espías” con terminales políticas dentro del Estado.
  • Massot alertó sobre el impacto económico de los escándalos políticos: familias con créditos hipotecarios y pymes enfrentan tasas elevadas y condiciones financieras adversas, mientras la atención del Gobierno se concentra en lo político.
  • Rechazó las acusaciones que buscan responsabilizar a la oposición: “Nos culpan a nosotros, como si nos metiéramos en los despachos a grabar”.
  • Planteó la necesidad de doble agenda: investigar a los perpetradores del delito y, al mismo tiempo, no descuidar la economía real, afectada por la falta de foco del Gobierno.

El diputado nacional de Encuentro Federal, Nicolás Massot, se pronunció con firmeza sobre el escándalo conocido como “Audiogate”, que involucra la difusión de grabaciones de conversaciones privadas en la Casa Rosada. En diálogo con Luis Novaresio en A24, Massot calificó el hecho como un delito grave y cuestionó la resolución judicial que otorgó una cautelar para frenar la divulgación del material, considerándola un acto de censura.

“Sin dudas”, respondió el legislador cuando se le preguntó si la medida judicial implicaba una restricción a la libertad de prensa. Sin embargo, aclaró que el debate público no debe centrarse en quienes difunden el contenido, sino en los responsables de la grabación:

“Estamos frente a un delito. Una grabación de una conversación privada en la Casa de Gobierno, todo eso debe ser investigado. La actuación tiene que estar puesta, no en quien difunde el contenido, sino en encontrar al perpetrador de ese delito. El énfasis, la energía, los recursos humanos tienen que estar puestos ahí”, sostuvo Massot.

El legislador no dejó pasar la oportunidad para criticar la falta de transparencia y los conflictos internos dentro del oficialismo, calificando la situación como una suerte de “guerra de bandas” dentro del aparato estatal:

“Hace mucho tiempo hay ahí adentro una guerra de bandas que nadie sabe a quién responden. Y estábamos metiendo plata, mucha plata para manejo discrecional, sin auditoría, porque mucho de eso eran gastos reservados”, afirmó.

Massot describió el conflicto interno como un enfrentamiento abierto entre facciones con influencia política dentro del Gobierno:

“Acá está, una guerra a cielo abierto entre bandas de espías adentro del Gobierno, es decir, con terminales políticas y frentes. Es una cosa que te deja absorto”, agregó, resaltando la complejidad y la gravedad de la situación.

El diputado también puso la lupa sobre el impacto económico que los escándalos políticos generan, considerando que quedan relegados frente a la atención mediática que concentran los conflictos internos:

“¿Sabés lo que pasa por el costado de los escándalos de corrupción, de espionaje? Todas las familias que ilusionadas el año pasado o el anteaño sacaron un crédito hipotecario y hoy ven las tasas volando. Las pymes que están resistiendo ven que la tasa está en 80 puntos y todo lo que importa es llegar a una elección con un tipo de cambio ficticio”, sostuvo Massot.

De este modo, el diputado subrayó que la atención del Gobierno sobre los escándalos y la política interna puede tener un efecto colateral directo en la economía, afectando tanto a familias como a pequeñas y medianas empresas.

Massot también se defendió de las acusaciones que responsabilizan a la oposición por la filtración de los audios, descartando cualquier participación de su bloque en el origen de las grabaciones:

“Nos culpan a nosotros, como si nos metiéramos en los despachos a grabar”, concluyó, enfatizando que la responsabilidad recae exclusivamente en quienes cometieron el delito.

El diputado planteó así una doble agenda: por un lado, la necesidad de investigar a fondo el origen de las grabaciones y, por otro, la urgencia de no descuidar el impacto económico que las decisiones gubernamentales y la falta de transparencia generan en el país.

El caso “Audiogate” continúa generando repercusiones en la opinión pública y en los tribunales, y los planteos de Massot suman presión para que las investigaciones se enfoquen en los responsables de la filtración y no en los medios que difundieron los audios. La advertencia es clara: mientras los escándalos concentran la atención mediática, la economía real —créditos, tasas de interés y funcionamiento de las pymes— sufre las consecuencias de un Gobierno distraído por conflictos internos y la disputa política.

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