Industria textil impulsa una “ley anti Shein” frente al auge de compras puerta a puerta y la crisis del sector

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
shein
  • La Cámara Argentina de la Indumentaria impulsa una “ley anti Shein” para frenar la competencia desleal de plataformas de ultra fast fashion como Shein y Temu.
  • El proyecto incluirá controles ambientales, certificados de origen, niveles de toxicidad y ajustes arancelarios e impositivos, inspirado en la normativa francesa de junio de 2025.
  • La industria textil local atraviesa una fuerte crisis: en los últimos dos años ocho de cada diez empresas redujeron sus ventas, con una caída promedio del 28%.
  • El auge de las compras puerta a puerta y los precios bajos de Shein y Temu afectan el empleo local y generan sospechas de prácticas comerciales irregulares.
  • Otros países de la región, como México, Ecuador y Chile, ya aplican medidas arancelarias y fiscales para limitar la entrada de productos de fast fashion.
  • El proyecto busca equilibrar la competitividad, proteger el empleo y garantizar condiciones ambientales y laborales dignas en la industria textil argentina.

La industria textil argentina atraviesa una de sus peores crisis y, en ese contexto, la Cámara Argentina de la Indumentaria (CIAI) está elaborando un proyecto de ley conocido como “anti Shein”, que busca frenar la competencia desleal generada por plataformas de ultra fast fashion como Shein y Temu. Según fuentes empresariales consultadas por Ámbito, la iniciativa incluirá controles ambientales, exigencias de certificados de origen, regulación de niveles de toxicidad, cambios arancelarios e impositivos y otras medidas orientadas a proteger a los fabricantes locales.

El proyecto, que se inspirará en la norma sancionada en junio por el Parlamento francés, prevé convocar a todos los partidos políticos y a los actores de la cadena productiva. En Francia, la ley establece tasas ecológicas progresivas por prenda vendida, prohíbe la publicidad de moda ultrarrápida en medios tradicionales y redes sociales y aplica sanciones por incumplimiento de normas ambientales. En el caso argentino, además de medidas ambientales, se analizaría la aplicación de aranceles e impuestos que compensen las ventajas que estas plataformas obtienen al vender en el país.

La gravedad de la situación se refleja en las cifras: durante el segundo trimestre de 2025, cinco de cada diez empresas textiles registraron caídas en sus ventas respecto del mismo período del año anterior, con una merma promedio del 7%. Si se considera el último bienio, ocho de cada diez compañías del sector redujeron su facturación, con un descenso promedio del 28%, según datos de la Fundación Protejer. A estos factores se suman la fuerte recesión que golpeó los bolsillos de los consumidores a lo largo de 2024, la suba de costos en dólares y la apertura importadora, que favoreció el boom de las compras puerta a puerta.

El crecimiento de estas plataformas es exponencial. Según la empresa de inteligencia de mercado Sensor Tower, los usuarios activos de Temu en Latinoamérica crecieron un 143%, alcanzando los 105 millones. Este fenómeno genera preocupación entre los industriales locales, que advierten que la oferta de prendas a precios muy bajos impacta directamente en el empleo del sector. En diálogo con Azz Stream, el exviceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis señaló que “el Gobierno está priorizando un objetivo de cortísimo plazo” porque las prendas más baratas que encuentran los consumidores son las mismas que dejan sin empleo en la industria nacional.

En paralelo, el titular de la consultora PxQ destacó que en muchos casos los precios de estas prendas están incluso por debajo del costo de las materias primas, lo que sugiere prácticas comerciales irregulares y posibles condiciones laborales precarias. “Hay una conducta como mínimo irregular que podría incluir trabajo en condiciones deficientes”, advirtió.

La respuesta regional a este fenómeno también comienza a tomar forma. México aumentó los aranceles a los pequeños paquetes del 19% al 33,5%, Ecuador cobra desde junio una tasa de 20 dólares por paquete, y Chile incorporará a partir de octubre un impuesto al valor agregado del 19% para estos envíos. Uruguay y Colombia también trabajan en medidas similares.

En Argentina, el Gobierno continúa avanzando con políticas desreguladoras, lo que genera alerta entre los sectores productivos y la Unión Industrial Argentina. Aeropuertos Argentina, por su parte, tuvo que acelerar la construcción de un nuevo depósito en Ezeiza para poder almacenar el creciente volumen de paquetes de compras puerta a puerta, reflejo del impacto logístico que genera el comercio internacional de moda ultrarrápida.

La “ley anti Shein” surge así como un intento de equilibrar la balanza: proteger la producción local frente a prácticas comerciales consideradas desleales, garantizar condiciones de trabajo dignas y mitigar los impactos ambientales de la industria de moda ultrarrápida. Con la convocatoria abierta a todos los actores políticos y productivos, el proyecto podría convertirse en un eje central para preservar un sector que atraviesa uno de sus momentos más críticos en décadas.

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