Plazos fijos vuelven a repuntar: algunas entidades ofrecen hasta 54% TNA

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Las tasas de plazos fijos volvieron a subir, con rendimientos de hasta 54% TNA a 30 días en algunos bancos.
  • La Tasa Efectiva Mensual (TEM) máxima alcanza 4,5%, más del doble de la inflación mensual de 1,9%.
  • Cada banco establece sus propias condiciones, según modalidad: tradicional, renovación automática o digital.
  • La TAMAR se ubica en torno al 80% anual, reflejando los altos rendimientos de plazos fijos por montos importantes.
  • Las altas tasas encarecen el crédito, afectando a empresas y familias y generando riesgos de morosidad.
  • Inversores enfrentan el dilema entre cobertura cambiaria o aprovechar la rentabilidad en pesos frente a la volatilidad económica.

En un contexto de volatilidad en el mercado de pesos y frente al fuerte apretón monetario implementado por el Gobierno, las tasas de los plazos fijos volvieron a registrar incrementos significativos. Algunos bancos ya ofrecen rendimientos de hasta 54% Tasa Nominal Anual (TNA) a 30 días, consolidando este instrumento como una opción atractiva para resguardar ahorros en pesos, a medida que se acercan las elecciones legislativas en la Provincia de Buenos Aires.

Según el comparador de tasas publicado por el Banco Central (BCRA), la TNA para colocaciones a 30 días oscila actualmente entre 32% y 54%, dependiendo de la entidad financiera y de la modalidad elegida. Con una inflación mensual estimada en 1,9%, los plazos fijos se posicionan como una alternativa rentable en términos reales: la Tasa Efectiva Mensual (TEM) alcanza hasta 4,5%, es decir, más del doble del índice de precios al consumidor.

Cada banco establece sus propios plazos y montos mínimos, aunque la mayoría mantiene la estructura estándar de 30 días. Las diferencias en las tasas ofrecidas responden tanto a la modalidad de plazo fijo —tradicional, con renovación automática o condiciones especiales para clientes digitales— como a la estrategia de cada entidad frente a la liquidez disponible.

La suba de tasas llega en paralelo a un endurecimiento de la política monetaria del Gobierno, que busca secar la plaza de pesos. La medida responde al intento de contener la inflación y estabilizar el mercado cambiario, pero también genera un efecto directo sobre el costo del crédito. La Tasa Mayorista de Argentina (TAMAR), que refleja el rendimiento promedio de plazos fijos en pesos por montos mínimos de $1.000 millones a 30-35 días, ya se ubica en torno al 80% anual.

Este nivel elevado de tasas impacta tanto en empresas como en familias. Para las compañías, encarece el acceso al crédito y contribuye al amesetamiento de la actividad económica; para los hogares, aumenta el riesgo de morosidad, ya que enfrentar compromisos financieros se vuelve más complicado frente a tasas de interés tan altas.

El resurgimiento de los plazos fijos como refugio frente a la inflación ocurre mientras el dólar mantiene una fuerte demanda en el mercado cambiario. Los inversores se ven así ante un dilema: priorizar la cobertura cambiaria o aprovechar la mayor rentabilidad ofrecida en pesos. La elección dependerá de la percepción de riesgo y del horizonte de inversión de cada ahorrista.

Entre las entidades que ofrecen los rendimientos más altos se destacan: Banco Tierra del Fuego (54% TNA), Banco Macro (53,5%), CMF (52%) y Banco Bica (51%). Otras instituciones importantes como Banco Nación, Banco Credicoop y Banco Galicia pagan entre 45% y 47%, mientras que bancos más pequeños y provinciales presentan tasas menores, que van del 30% al 42% según la entidad y modalidad.

La disparidad de tasas refleja no solo la estrategia de cada banco frente al manejo de liquidez, sino también la segmentación del mercado financiero argentino. Bancos grandes con mayor capacidad de captación de fondos pueden ofrecer rendimientos relativamente homogéneos, mientras que entidades más chicas recurren a tasas más agresivas para atraer depósitos.

El escenario actual muestra que los plazos fijos no solo cumplen una función de resguardo frente a la inflación, sino que también se han convertido en un indicador del apretón monetario y de la tensión que enfrenta la economía ante la proximidad de las elecciones. La combinación de alta inflación, políticas de restricción monetaria y volatilidad cambiaria obliga a los ahorristas a evaluar con cuidado dónde colocar sus fondos.

En síntesis, los plazos fijos vuelven a ganar protagonismo en el sistema financiero argentino, con tasas que superan ampliamente la inflación y que permiten a los depositantes mantener el poder adquisitivo de sus ahorros. Sin embargo, la fuerte suba de intereses y la presión sobre el crédito reflejan los desafíos que enfrenta la economía, especialmente en los meses previos a una contienda electoral clave en la Provincia de Buenos Aires.

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