Cristina Kirchner recurrirá a la Corte Suprema para que le quiten la tobillera electrónica y flexibilizar el régimen de visitas

JUDICIALES Agencia de Noticias del Interior
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  • Cristina Kirchner pedirá a la Corte Suprema que le retiren la tobillera electrónica y que se flexibilice el régimen de visitas en su prisión domiciliaria en Recoleta.
  • Sus abogados, Alberto Beraldi y Aru Llernovoy, presentarán un recurso de queja tras el rechazo de la Cámara de Casación.
  • Será el primer planteo que llegue a la Corte Suprema después de la confirmación de la condena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua en el caso “Vialidad”.
  • La defensa cuestiona la tobillera: argumenta que Cristina nunca intentó evadirse, siempre cumplió con las autorizaciones judiciales, tiene custodia policial y es una figura pública.
  • También impugnan el régimen de visitas, que exige autorización previa para amigos o allegados, algo que —sostienen— no ocurre en otros casos de arresto domiciliario.
  • La Casación rechazó el recurso al considerar que las medidas son razonables y no vulneran derechos, por lo que ahora la defensa intentará revertir esa decisión en la Corte.

La próxima semana, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner llevará ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación un pedido clave en el marco de la prisión domiciliaria que cumple en su departamento de Recoleta. Según confirmaron fuentes judiciales a Infobae, los abogados de la ex mandataria, Alberto Beraldi y Aru Llernovoy, presentarán un recurso de queja para que se le retire la tobillera electrónica y se elimine la obligación de solicitar autorización previa para las visitas que recibe en su domicilio de San José 1111.

El planteo se produce luego de que la Cámara Federal de Casación rechazara un recurso extraordinario presentado por la defensa, que buscaba abrir la instancia ante el máximo tribunal. La ex jefa de Estado cumple una condena de seis años de prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos en la causa conocida como “Vialidad”, fallo confirmado en instancias anteriores.

Será la primera vez que la Corte Suprema, integrada por Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, reciba un planteo de Cristina Kirchner tras la confirmación de su condena. Sin embargo, la defensa anticipó que recusará a los tres magistrados al considerar que no reúnen las garantías de imparcialidad necesarias. Esa misma objeción ya había sido presentada en Casación, donde se cuestionó que los jueces de la Corte tendrían “parcialidad manifiesta” para intervenir en la etapa de ejecución de la pena.

El cuestionamiento a la tobillera electrónica

Uno de los principales reclamos de la defensa apunta al retiro de la tobillera electrónica que monitorea los movimientos de la ex presidenta. Los abogados sostienen que este dispositivo no impide una fuga sino que solo emite una alerta en caso de que se supere el perímetro permitido. En ese sentido, remarcan que Cristina Kirchner no representa riesgo alguno de evasión.

Para reforzar esa idea, la defensa recordó que la ex mandataria siempre cumplió con las medidas judiciales: cada vez que viajó al exterior lo hizo con autorización, regresó en los plazos establecidos e informó a los tribunales competentes. Además, subrayaron que se trata de una figura pública cuya presencia difícilmente pasaría inadvertida y que cuenta con custodia permanente de la Policía Federal.

Restricciones en el régimen de visitas

Otro de los puntos de la presentación será el régimen de visitas. El Tribunal Oral que dispuso la prisión domiciliaria habilitó el acceso sin restricciones a familiares, médicos, custodios y abogados de la ex presidenta, pero estableció que cualquier otra persona debe solicitar autorización previa.

La defensa cuestiona esa medida por considerar que no se ajusta a ninguna norma vigente y que, en la práctica, representa un trato diferenciado y más estricto respecto de otros casos de prisión domiciliaria. Según Beraldi y Llernovoy, no existe obligación legal de que los tribunales establezcan tales limitaciones y, de hecho, en la mayoría de los domicilios de detenidos no se imponen condiciones similares.

El rechazo en Casación

La Cámara Federal de Casación Penal rechazó la semana pasada el planteo de la defensa. La decisión mayoritaria de la Sala IV, integrada por los jueces Gustavo Hornos y Diego Barroetaveña, argumentó que el recurso no se dirigía contra una sentencia definitiva, como exige el artículo 14 de la Ley 48.

En su fallo, los magistrados sostuvieron que no se demostró la existencia de un perjuicio irreparable que justificara una intervención inmediata de la Corte. Asimismo, consideraron que las medidas cuestionadas —el control de visitas y el uso de la tobillera— no constituyen una restricción irrazonable de los derechos fundamentales de la ex presidenta, sino una regulación “ordenada y razonable” propia de la ejecución de una pena en un régimen excepcional como el arresto domiciliario.

El camino hacia la Corte

Con el rechazo de Casación, la defensa de Cristina Kirchner recurrirá ahora directamente a la Corte Suprema a través de un recurso de queja. Allí insistirá en que tanto la tobillera como el régimen de visitas vulneran su derecho a la intimidad y a la dignidad, y que no existen razones objetivas para mantener esas restricciones.

El expediente se convertirá, de este modo, en el primer capítulo de la intervención de la Corte Suprema en el tramo de ejecución de la condena a la ex presidenta, en un escenario político y judicial marcado por la tensión.

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