Polémica por burla del ministro de Economía a personas con discapacidad

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Luis Caputo, ministro de Economía, se sumó a una burla ofensiva sobre personas con discapacidad durante el programa La Tres Anclas en Carajo.
  • La broma fue realizada por Pablo Pazos, “Gordo Pablo”, y Caputo replicó la ironía, mencionando 1.250.000 personas con discapacidad “sin sumar los kukas”.
  • El episodio ocurrió mientras se discutían proyecciones económicas y el rechazo al veto presidencial en la Cámara de Diputados.
  • La burla coincidió con el desplazamiento del titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) por un escándalo de presuntas coimas.
  • Diego Spagnuolo, exfuncionario de ANDIS, está investigado por supuestos retornos de empresarios proveedores de medicamentos, con mención de familiares del presidente Javier Milei.
  • La actitud de Caputo generó críticas por falta de sensibilidad hacia personas con discapacidad y errores comunicacionales en un contexto de múltiples escándalos del Gobierno.

El ministro de Economía, Luis Caputo, quedó en el centro de la polémica tras sumarse a un comentario ofensivo relacionado con personas con discapacidad durante su participación en el programa La Tres Anclas, emitido por Carajo. La situación se produjo en un contexto donde se discutían temas de relevancia política y económica, como las proyecciones de crecimiento y el rechazo al veto presidencial en la Cámara de Diputados, pero la burla del funcionario acaparó la atención mediática.

El episodio tuvo lugar mientras Caputo compartía la mesa con el titular del Banco Central, Santiago Bausili, y el referente libertario en redes sociales Pablo Pazos, conocido como “Gordo Pablo”. El ministro intentaba ilustrar su argumento sobre la supuesta falta de control en la asignación de pensiones por discapacidad durante los gobiernos kirchneristas.

“En 2001 teníamos 75.000 personas con discapacidad. Y la Argentina tenía 36 millones de habitantes. Hoy tenemos 46 millones. Si lo hacemos proporcionalmente, hoy debería haber más o menos 97.000 discapacitados. ¿Cuántos hay?”, dijo Caputo para contextualizar la situación histórica. Fue en ese momento cuando Pablo Pazos interrumpió con un comentario que generó risas: “¿Sin sumar los kukas?”, en referencia despectiva al kirchnerismo.

Lejos de evitar la burla, Caputo se sumó a la ironía: “Sin sumar los kukas, 1.250.000 [personas con discapacidad]?”, replicó entre risas, reforzando la acotación. El ministro continuó con su crítica al pasado gobierno: “De cada una de estas cosas han hecho una caja. Ese populismo que termina destrozando las cuentas públicas… Y ellos son los primeros que después, cuando son gobierno, los castigan. Los jubilados en el último gobierno kirchnerista perdieron 40% [de poder adquisitivo]. Con nosotros ya ganaron 15%, pero ellos quieren que recuperen el 40% mañana, que les sacaron ellos cuando eran gobierno. A ellos les agarra la sensibilidad social cuando no son gobierno”.

El episodio generó un fuerte rechazo en diversos sectores, sobre todo por coincidir con un momento de especial sensibilidad en relación a las personas con discapacidad. Ese mismo día, el Gobierno había desplazado al titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) en medio de un escándalo por presuntos pagos de coimas y se produjo el allanamiento de varios domicilios de empresarios vinculados a la provisión de medicamentos al organismo.

Diego Spagnuolo, exfuncionario de la ANDIS, fue uno de los principales apuntados tras la difusión de audios que denunciaban maniobras ilegales y retornos por parte de proveedores de medicamentos. Las grabaciones mencionaban incluso a familiares y allegados del presidente Javier Milei, como Karina Milei, y a figuras políticas como Eduardo Menem. En los audios, Spagnuolo aseguraba que el propio Presidente estaba al tanto de las irregularidades y que había denunciado los hechos internamente.

El contraste entre la burla de Caputo y la gravedad de los escándalos que afectan a la ANDIS profundizó la polémica. Analistas y dirigentes políticos calificaron la actitud del ministro como “inoportuna” y “desafortunada”, dado que se produjo en medio de un contexto donde la transparencia y la responsabilidad del Gobierno estaban siendo cuestionadas por hechos de corrupción que involucran a funcionarios y empresarios.

El episodio suma presión sobre el Ejecutivo, que ya enfrenta un creciente escrutinio por la gestión de los organismos públicos y la política económica. La participación de Caputo en el programa no solo generó repercusiones en medios y redes sociales, sino que también abrió un debate sobre la sensibilidad y el respeto que deben mantener los funcionarios al abordar temas relacionados con derechos de grupos vulnerables.

Si bien Caputo intentaba contextualizar un argumento sobre desajustes históricos en la administración de pensiones, su reacción fue interpretada por distintos sectores como una falta de empatía hacia las personas con discapacidad y como un error comunicacional de alto impacto político. En un contexto de múltiples escándalos y tensiones en el Gobierno, la burla del ministro se convirtió rápidamente en un foco de críticas y cuestionamientos públicos que, por ahora, no cuentan con una respuesta oficial del Ejecutivo.

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