Diputados: la oposición pone a prueba su unidad con temas sensibles y alto impacto fiscal

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • La oposición impulsa dos sesiones especiales en Diputados con temas sensibles para el Gobierno.
  • El principal obstáculo será conseguir quórum; el rol de los gobernadores será clave.
  • El primer temario incluye financiamiento universitario, crisis del Garrahan, DNU y retenciones al campo.
  • El segundo busca rechazar DNU que afectan áreas culturales y científicas, pero su realización es poco probable.
  • La tensión entre provincias y Nación crece por caída de ingresos y falta de obras.
  • Aunque algunos temas tienen consenso, sin dictamen requieren dos tercios para ser aprobados.
  • La oposición apunta a aprobar emplazamientos para forzar debates en comisiones bloqueadas por el oficialismo.

El Congreso se prepara para una jornada clave este miércoles, donde la oposición intentará avanzar con dos sesiones especiales en la Cámara de Diputados que incomodan al Gobierno nacional. Sin embargo, el mayor escollo no será el contenido de los proyectos sino la posibilidad de alcanzar el quórum necesario. El rol de los gobernadores —molestos por la caída de la recaudación y la falta de obra pública— será determinante, así como las fracturas internas en la oposición.

El primer intento está previsto para las 12 del mediodía, impulsado por el bloque Democracia para Siempre (referenciado en Facundo Manes y Martín Lousteau), con un temario centrado en el financiamiento universitario, la emergencia pediátrica del Hospital Garrahan y una reforma al régimen de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). También se incluyeron proyectos sobre promoción a las PyMEs, juicio por jurados, cambios de huso horario y, a pedido de legisladores cordobeses, siete iniciativas para reducir retenciones al campo.

Una segunda sesión, convocada por Unión por la Patria y Encuentro Federal dos horas más tarde, buscará rechazar varios DNU del Ejecutivo que afectan sectores culturales y científicos, como la disolución del Instituto Nacional del Teatro, la CONABIP y el Banco Nacional de Datos Genéticos. Sin embargo, la posibilidad de que esta sesión se concrete es remota: si la primera consigue quórum, se extenderá en el tiempo; si fracasa, la segunda difícilmente logre reunir los 129 presentes necesarios.

El trasfondo político está marcado por la creciente tensión entre las provincias y el Gobierno. Ayer, los gobernadores se reunieron en el Ministerio de Economía, pero no obtuvieron ninguna propuesta concreta ante sus reclamos. Desde hace semanas vienen trabajando en el Senado en un proyecto para redistribuir Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y modificar la coparticipación del Impuesto a los Combustibles. La intención es avanzar con fuerza desde la Cámara alta, donde tienen más control.

En Diputados, bloques como Democracia para Siempre, Unión por la Patria, la Coalición Cívica, Innovación Federal, Encuentro Federal y el Frente de Izquierda podrían alcanzar el quórum si todos sus legisladores se presentan. Pero la experiencia indica que la influencia de los gobernadores, combinada con ausencias por enfermedad o actividades territoriales, podría frustrar el intento.

Aunque temas como universidades y el Garrahan tienen amplio consenso social y no afectan recursos provinciales, algunos gobernadores cercanos al oficialismo no estarían dispuestos a confrontar abiertamente con la Casa Rosada.

De concretarse la sesión, la oposición no podrá aprobar los proyectos principales sin dictamen, ya que requieren una mayoría especial de dos tercios. Sin embargo, sí podría imponer emplazamientos para obligar a que se abran comisiones clave, como la de Presupuesto que preside José Luis Espert, quien ha bloqueado el tratamiento de varios temas sensibles.

Uno de los proyectos con más resistencia del oficialismo es la reforma del régimen de los DNU, que propone limitar su vigencia y facultades. Aunque tiene dictamen, su aprobación está lejos de estar garantizada.

En definitiva, la jornada será un termómetro de la capacidad de la oposición para coordinarse, del margen de maniobra de los gobernadores frente al ajuste y del desgaste del oficialismo en el Congreso. Pero como reconocen incluso dentro de los bloques disidentes: si no hay quórum, no habrá debate. Y todo se definirá, como tantas veces, en la previa de la reunión de Labor Parlamentaria.

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