Récord de salida de dólares en mayo: el atesoramiento marcó el ritmo del mercado cambiario

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • En mayo, la fuga de capitales (FAE) fue de u$s3.226 millones, la más alta desde 2020; en dos meses suma u$s5.247 millones.
  • El déficit de la cuenta financiera fue de u$s2.054 millones, por egresos del sector privado no financiero y del sector financiero.
  • La mayor presión vino del atesoramiento de individuos (u$s3.480 millones entre billetes y divisas).
  • El BCRA intentó relativizar la salida, señalando que parte del dinero sigue en el sistema local o se usa para pagos externos.
  • El sector energético recibió ingresos netos por deuda (u$s438 millones), y las inversiones extranjeras directas fueron escasas.
  • Los bancos aumentaron su tenencia de dólares y redujeron su exposición en futuros.
  • El resultado refleja una creciente demanda de dólares y tensión sobre la estabilidad cambiaria.

En un contexto de flexibilización cambiaria y plena vigencia de la llamada Fase III, mayo dejó un dato inquietante para el mercado financiero argentino: la formación neta de activos externos (FAE), también conocida como “fuga” de capitales, alcanzó los u$s3.226 millones, el mayor nivel mensual desde la pandemia en 2020. En apenas dos meses, la FAE sumó una salida neta de u$s5.247 millones, y acumula en lo que va de 2025 un total de u$s4.716 millones, superando ampliamente los registros de los últimos años.

El informe del Banco Central (BCRA) atribuye el déficit de la cuenta financiera cambiaria —que fue de u$s2.054 millones en mayo— principalmente a egresos del sector privado no financiero (empresas y familias), que explican u$s1.433 millones, seguidos por el sector financiero (u$s584 millones) y otros movimientos netos (u$s530 millones). Solo los ingresos netos del Gobierno y el propio BCRA (u$s493 millones) lograron compensar parcialmente esta dinámica.

La mayor presión provino del atesoramiento, dividido entre compras de billetes (u$s1.747 millones) y egresos en divisas (u$s1.479 millones), siendo estos últimos muchas veces transferencias al exterior de depósitos locales. En particular, los individuos fueron responsables del grueso de esta salida: u$s1.526 millones en divisas y u$s1.954 millones en billetes, apenas contrarrestados por las ventas netas de empresas.

Frente a estas cifras, el BCRA intentó matizar la lectura al señalar que parte del dinero adquirido permanece en cuentas locales o se usa para consumos en el exterior, sin constituir necesariamente una fuga definitiva. También explicó que algunas transferencias se vinculan con pagos de deuda o dividendos al extranjero.

Por otro lado, la cuenta financiera del sector privado no financiero recibió ingresos netos de deuda por u$s1.395 millones, principalmente del sector energético, mientras que las inversiones extranjeras directas apenas alcanzaron los u$s109 millones. Las inversiones de portafolio, en cambio, marcaron una salida marginal.

En cuanto al sector financiero, los bancos cerraron el mes con un déficit de u$s584 millones, motivado por un aumento en la tenencia de activos en moneda extranjera —que subieron un 10% intermensual hasta u$s7.389 millones— y una caída en la tenencia de billetes. El BCRA destacó que el 70% de la Posición General de Cambios (PGC) se mantuvo en billetes físicos, destinados a cubrir depósitos en dólares y operaciones del mercado de cambios.

Finalmente, el mercado de futuros también mostró actividad destacada. Las entidades financieras recortaron sus posiciones vendidas netas en u$s565 millones, terminando el mes con una exposición de u$s99 millones. Mientras los bancos extranjeros mantuvieron una posición vendedora, las entidades locales pasaron a ser compradoras netas.

El balance de mayo refleja un renovado apetito por el dólar, que tensiona la política cambiaria del Gobierno y deja al descubierto los límites de la estabilidad financiera en un escenario aún incierto.

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