Inflación en baja en Argentina: ¿qué pasa con los plazos fijos y qué alternativas de inversión hay?

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • La inflación en Argentina desacelera: mayo mostró cerca de 1,8% mensual y 24% anualizado; en Buenos Aires fue 1,6%, la más baja desde junio de 2020.
  • El Banco Central (BCRA) podría bajar la tasa de interés (actualmente 29% anual), lo que reduciría el rendimiento de los plazos fijos tradicionales.
  • La disminución en el stock de Letras Fiscales de Liquidez (LEFI) limita la caída rápida de las tasas, manteniendo cierta rentabilidad para los ahorristas.
  • Desde julio, el BCRA dejará de ofrecer LEFI a los bancos, lo que puede generar una mayor caída en las tasas de plazos fijos.
  • Se recomiendan alternativas de inversión más rentables y diversificadas, como bonos ajustados por inflación (CER) y bonos en dólares, tanto soberanos (GD35, GD41) como corporativos (Telecom, Pampa Energía).
  • Para quienes tienen deudas en pesos, conviene aprovechar las tasas altas de plazos fijos a corto plazo (30 días).
  • La diversificación entre plazos fijos, bonos CER y bonos en dólares es la estrategia aconsejada para proteger y aumentar el capital en el contexto actual.

La inflación en Argentina continúa mostrando señales de desaceleración, una noticia bienvenida para los consumidores, pero que pone en jaque a quienes tradicionalmente ahorran en plazos fijos. Según consultoras privadas, la inflación mensual de mayo rondó el 1,8%, con un acumulado anualizado cercano al 24%. En la Ciudad de Buenos Aires, la variación fue del 1,6%, la más baja desde junio de 2020.

Este escenario permite al Banco Central (BCRA) considerar una reducción en la tasa de interés de referencia, actualmente en 29% anual. Sin embargo, esta baja en las tasas podría repercutir en menores rendimientos para los plazos fijos, un instrumento de ahorro tradicional que podría volverse menos atractivo para los ahorristas.

Expertos de SBS señalan que, si la remonetización del sistema se consolida, las tasas reales en pesos podrían seguir bajando. Sin embargo, la reducción en el stock de Letras Fiscales de Liquidez (LEFI) limita la posibilidad de una baja rápida en las tasas, ya que los bancos deben ser más cautelosos con la liquidez disponible. Esta situación mantiene tasas como la TAMAR en niveles relativamente altos, lo que brinda cierto alivio a los ahorristas.

A partir del 10 de julio, el BCRA dejará de ofrecer LEFI a las entidades financieras, un cambio que obligará a los bancos a buscar otros instrumentos con mayores riesgos o menores retornos, lo que podría presionar aún más a la baja los rendimientos de los plazos fijos tradicionales.

Frente a este panorama, especialistas recomiendan diversificar las inversiones y considerar alternativas más rentables que los plazos fijos, como los bonos ajustados por inflación (CER), que ofrecen protección frente a la pérdida del poder adquisitivo. Bonos CER cortos como los de octubre y diciembre de 2025, y marzo y noviembre de 2026, resultan especialmente atractivos, con rendimientos en torno a CER+9% o más.

Otra opción son los bonos y obligaciones negociables (ONs) en dólares, que brindan cobertura ante posibles saltos en el tipo de cambio. Bonos soberanos como el GD35 y GD41, junto a bonos corporativos de empresas sólidas como Telecom y Pampa Energía, ofrecen un equilibrio entre rentabilidad y seguridad.

Para quienes tienen deudas en pesos, como consumos en cuotas, los especialistas sugieren aprovechar las tasas todavía altas de los plazos fijos a corto plazo (30 días) para ganar algo de rendimiento sin arriesgarse a cambios futuros.

En definitiva, el consejo es diversificar: combinar plazos fijos, bonos CER y bonos en dólares puede ser la estrategia más equilibrada para proteger el capital y buscar ganancias razonables en un contexto económico con inflación en descenso pero con desafíos en la liquidez financiera.

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