El gobierno de la actual intendenta de Mendiolaza, Adela Arning, continúa flaqueando. La vicepresidenta del PRO nacional atraviesa momentos difíciles en su gestión municipal tras conocerse la renuncia de dos miembros del Concejo Deliberante local. La de Lucía Roselli, presidenta del órgano legislativo, y de la concejala oficialista, Dolores Aramburu.
En un comunicado emitido hace pocos días, las dos ediles pidieron que les habiliten el uso de licencias, argumentando que se trataba por razones personales:
“Esta decisión ha sido tomada tras una profunda reflexión y análisis de la situación actual del municipio. A pesar de nuestro compromiso con el servicio público, no hemos podido conciliar con los criterios de la actual gestión municipal. Agradecemos a los ciudadanos por la confianza depositada en nosotras y reiteramos nuestro compromiso con el bienestar de la comunidad. Seguiremos trabajando desde la sociedad civil para promover iniciativas que beneficien a la ciudad de Mendiolaza”.
Un funcionario municipal dijo comprender las razones personales de las dos concejalas, pero que haya sido en simultáneo, consideran que es también producto de la incomodidad que generó enfrentarse ante una gestión que recibió un municipio fundido y ante una sociedad, que en todo su derecho, reclama un cambio profundo que aún no ha dado todos los frutos.
Estas dos bajas se suman a la de otros funcionarios que formaban parte del ejecutivo. Algunos de ellos cambiaron de cargos y otros se retiraron.
Uno de ellos fue Gino Maurino, quien se desempeñaba en la secretaría de Obras Públicas. Por su parte, Alejandro Medrano, quien se desempeñaba como secretario de gobierno, volvió al Concejo Deliberante para desempeñarse como concejal. Se suma al listado Luís Roldan, ex secretario de hacienda, quien fue reemplazado por Gabriela Díaz, una profesional de las ciencias económicas que proviene del ámbito privado.
Hasta ahora se conoció que los reemplazos de las concejalas salientes, se efectuarán recién en la segunda quincena de febrero, cuando inicien las sesiones preparatorias. Los nombres de los reemplazos ya estarían dialogados, y lo que se efectuará para Roselli y para Aramburo, es la aprobación del uso de licencia. Mientras tanto, Miguel Ruffini preside temporalmente el cuerpo legislativo, que en este momento se encuentra en receso de verano.
La bendición de Macri
Arning, integrante del G6 de sierras chicas, forma parte de un grupo élite del PRO. Sin ir más lejos, fue designada en el año 2024 como vicepresidenta del PRO nacional, impulsada por su padrino político Guillermo Dietrich, exministro de Transporte de la Nación.
La designación de esa función de porte nacional, causó incomodidad por otras líneas del PRO cordobés, quienes no esperaban que una dirigente local fuera elegida para cumplir esa función y tomar protagonismo.
La herencia de Salibi
Desde que asumió la actual intendenta de la ciudad de Mendiolaza, hizo hincapié en la herencia recibida por la gestión de veinte años que dejó el radical Daniel Salibi. Si bien en los últimos tiempos se despegó del discurso “hereditario”, es inevitable correr la mirada y olvidar, por ejemplo, los 60 nuevos empleados que ingresaron a planta permanente antes de que el ex intendente dejará la municipalidad.
Fue en octubre del 2024, cuando Arning denunció a su antecesor por presunta defraudación al fisco, puntualmente por haber aceptado terrenos en forma de pago de una deuda millonaria. Daniel Salibi le contestó que haría una denuncia y la acusó de no saber cómo funciona la Municipalidad.
“A esta situación hay que agregarle la tensión con los empleados municipales, y el detalle no menor de que muchos de ellos ingresaron a trabajar a la muni en el periodo de veinte años en los que gobernó Salibi. La mayoría le siguen rindiendo lealtad al ex intendente y se la hacen difícil a Adela”, concluyó un integrante de la gestión actual.
CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE CAROLINA BIEDERMANN.