Bullrich busca recomponer el vínculo con Villarruel y apuesta al diálogo institucional en el Senado

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Bullrich busca recomponer el vínculo político con Victoria Villarruel.
  • Afirma que su objetivo es “construir un diálogo institucional” en el Senado.
  • Niega versiones sobre una disputa interna o sobre la Vicepresidencia del Senado.
  • Plantea la necesidad de una mayoría parlamentaria para aprobar las reformas.
  • Define al kirchnerismo como el “único adversario político” de LLA.
  • Llama a la unidad interna y al compromiso ciudadano con el cambio.

En plena recta final hacia las elecciones legislativas, Patricia Bullrich —ministra de Seguridad y candidata a senadora por La Libertad Avanza (LLA) en la Ciudad de Buenos Aires— buscó enviar una señal de unidad interna dentro del oficialismo. En una entrevista con Esteban Trebucq en La Nación +, la funcionaria aseguró que su objetivo será “construir un diálogo institucional” con la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, con quien mantiene una relación distante desde hace meses.

El gesto cobra relevancia en un contexto político donde el vínculo entre Villarruel y el presidente Javier Milei ha sido motivo de tensión dentro del Gobierno. Bullrich, sin embargo, se esforzó por bajar el tono a las diferencias y enfocarse en la necesidad de recomponer la relación política: “No tengo problemas personales ni políticos con ella”, afirmó, al tiempo que destacó que su prioridad será “encauzar la relación para garantizar la gobernabilidad y la aprobación de las reformas”.

Gobernabilidad y equilibrio legislativo

Desde su posición en el Gabinete, Bullrich reconoció que el Congreso se convirtió en un espacio de trabas para el avance de las iniciativas libertarias. En ese marco, insistió en la importancia de lograr una mayoría sólida en ambas cámaras que permita destrabar los proyectos que quedaron pendientes en la primera etapa del Gobierno.

“Necesitamos parar la pelota y reordenar el tablero legislativo”, sostuvo, en alusión al complejo escenario que enfrentó el oficialismo durante los primeros meses de gestión, donde varias reformas centrales —como las leyes laboral, previsional y de modernización del Estado— no lograron prosperar.

La ministra evitó cualquier tipo de confrontación con Villarruel, a quien definió como “una persona, no un proyecto político”, y remarcó que su relación con la titular del Senado debe estar guiada por el “respeto institucional”. Con esa frase, Bullrich buscó despejar los rumores sobre tensiones internas y desmarcarse del discurso más confrontativo que utilizó en otras oportunidades hacia sectores opositores.

Distancia de los rumores y señales de unidad

Bullrich también aprovechó la entrevista para negar las versiones que la ubicaban como eventual candidata a ocupar la Vicepresidencia del Senado, un cargo que, en caso de ganar, quedará vacante por la presidencia de Villarruel. “En ningún momento hablamos de eso. Lo importante es que las leyes salgan y que el país pueda avanzar”, aclaró, descartando cualquier disputa de poder dentro del espacio libertario.

La ministra planteó que el desafío central del presidente Milei será consolidar la unidad interna del oficialismo tras los comicios. “Este domingo se define si avanzamos con los cambios o si retrocedemos a un país al borde de la crisis inflacionaria”, expresó, en un mensaje directo al electorado libertario, en un intento por fortalecer la cohesión de la base de apoyo de cara a las urnas.

Un adversario claro y un llamado al diálogo

Frente a las fuerzas opositoras, Bullrich fue enfática: “En todo el país tenemos un solo adversario, que es el kirchnerismo”. Sin embargo, dejó la puerta abierta a nuevas alianzas parlamentarias. Reconoció que existen sectores que podrían sumarse al proyecto libertario si el Gobierno logra abrir canales de diálogo más amplios: “Tenemos que ir a buscarlos, hablarles y abrir las puertas. El país necesita leyes distintas a las que tiene para salir adelante”, sostuvo.

En ese sentido, la candidata apeló a un tono pragmático y conciliador, buscando proyectar una imagen de madurez política ante la posibilidad de un nuevo equilibrio de fuerzas en el Congreso tras las elecciones del 26 de octubre. “No se trata de imponer, sino de convencer”, resumió uno de sus colaboradores luego de la entrevista.

“Es momento de jugarse por el cambio”

Bullrich cerró su exposición con un mensaje dirigido al electorado que acompañó al oficialismo en 2023, pero que hoy muestra señales de impaciencia ante los resultados económicos. “Siento que la gente está comprendiendo que no hay una tercera oportunidad. Tuvimos una con Mauricio Macri y ahora tenemos otra con Milei. Es momento de jugarse por el cambio”, enfatizó.

Con estas declaraciones, la ministra intenta equilibrar dos desafíos simultáneos: recuperar la confianza interna en La Libertad Avanza y tender puentes institucionales que le permitan al Gobierno avanzar en la agenda legislativa del segundo año de gestión. En un contexto de fragmentación política y alta incertidumbre económica, el mensaje de Bullrich busca marcar un tono: menos confrontación y más diálogo.

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