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Mauricio Macri, CFK y Elisa Carrió meten la cuchara en Córdoba rumbo a 2025

POLÍTICA 26/05/2024 Agencia 24 Noticias Agencia 24 Noticias
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El expresidente Mauricio Macri debutó en la presidencia del PRO con una fuerte jugada contra Patricia Bullrich y su objetivo de fusionarse con La Libertad Avanza de Javier Milei. Como se sabe, renunciaron 24 de los 33 integrantes del partido bonaerense.

“Este cambio no solo busca recuperar la identidad del espacio, sino también reflejar mejor los resultados de las últimas elecciones para que ningún sector quede subrepresentado” es el párrafo final de un breve comunicado que se distribuyó a la dirigencia amarilla de todo el país por WhatsApp.

La movida no será la única porque, admiten alfiles de Macri, se analiza la situación distrito por distrito. Curiosamente, en Córdoba el mapa no está muy claro.


A su dirigente de máxima confianza, Soher El Sukaria, Macri le encargó la estrategia de reconstrucción. Si ordena “vaciar” el PRO local no habría noticia que contar porque ya lo hizo Martín Llaryora antes, cuando se llevó al ahora viceintendente Javier Pretto; y los ministros Darío Capitani (Turismo) y Pedro Dellarossa (Producción), entre otras figuras del PRO.
La complejidad cordobesa queda aún más expuesta porque el presidente de la filial mediterránea, Oscar Agost Carreño, se prepara para terminar su último año de mandato, mientras acumula gestos para dar el salto al cordobesismo cuando Nicolás Massot dé la señal.

 Agost Carreño habilitó una lista PRO pura en las elecciones de Río Cuarto y, recientemente, en el pelotón de intendentes de Juntos por el Cambio que el Partido Cordobés anunció a todo trapo se encuentra Francisco Iser, responsable del municipio de General Roca. “Es el pollo de Oscar”, ratificaban en las líneas enemigas.

Mientras, Pretto ofrecerá un locro este domingo para contarles a los asistentes su buena experiencia en el cordobesismo. Un puñado de referencias amarillas arrima para el oficialismo provincial y otra, como la bullrichista Laura Rodríguez Machado, hacia las filas libertarias.

Oscar Carreño habló recientemente con el secretario general del PRO, el santiagueño Facundo Pérez Carletti. Conversaron de la situación jurídica del partido en la provincia de Buenos Aires, pero no quedó flotando un abordaje de la “situación Córdoba”.

La sospecha macrista es que el sobrino de Germán Kammerath, amigo del expresidente en tiempos de floreciente menemismo, tiene fuertes vinculaciones con el Poder Judicial de Córdoba que Macri no quiere desperezar. Esa sería la máxima razón por la que decide pausar el plan de recuperación de la identidad amarilla cordobesa.

La contracumbre de la tercera edad de Elisa Carrió en Córdoba
En una de las últimas visitas de Elisa Carrió a Córdoba, las tensiones con el “lilito” Gregorio Hernández Maqueda trascendían la esfera privada. El entonces presidente de la Coalición Cívica en la provincia le facturaba su preferencia por el radical Mario Negri por encima de la tropa propia. La dirigente nacional calmaba el berrinche de su joven talento prometiéndole prioridad en el armado de las listas provinciales de 2023.

Efectivamente, Hernández Maqueda ganó su pase a la Legislatura, pero las tensiones con su jefa política no cesaron, en especial, cuando quedaron en evidencia los intereses compartidos en Diputados con el cordobesismo que el “lilito” aborrece y denuncia.

La partida de la casa materna de Hernández Maqueda se consumó hace poco con la renuncia a su afiliación al partido, que coincidió con un mileísmo explícito en sus redes y la cercanía con Luis Juez, el dirigente que cena con el Presidente y comparte la preferencia por los lomitos con papas fritas.

El exlilito lanzó su fundación Mejor Futuro para iniciar su reconversión política, sin las estructuras partidarias que la juventud desdeña, pero con el amplio apoyo de la veteranía encumbrada de Juntos por el Cambio.

El conflicto de este cuento lo protagoniza la propia Carrió, que habilitó una cumbre paralela de la Coalición Cívica de Córdoba a la misma hora del gran solo del ex hijo pródigo. La convocatoria la motorizó Laura Sesma, una de las mejores amigas de la mujer que piensa en volver a la vidriera electoral en 2025.

El convite cívico fue en la sede de la Fundación para la Asistencia Integral del Anciano (Faidela). “Los tres que fueron al geriátrico, pasaron después por el evento de Hernández Maqueda”, apuntó una fuente predispuesta al chisme.

Fue el remate perfecto para el dirigente sub 30, incomprendido por la vieja guardia del partido que lo alumbró a la política.

Cómo lee Martín Llaryora la avanzada de CFK en Córdoba
Cristina Fernández de Kirchner recibió en el Instituto Patria al legislador Federico Alesandri y al intendente de Leones, Fabián Pipi Francioni. De la movida estaba al tanto la camporista Gabriela Estévez, diputada cordobesa que tiene diálogo permanente con la expresidenta.

Los registros gráficos demuestran la voluntad ordenadora de Cristina, aunque para las bendiciones finales habrá que hacer mérito. La construcción requiere tiempo y es ese el margen que utilizará la Jefa para medir el piné de Martín Llaryora.

En la primera línea del Panal observan estos desplazamientos. “Estamos tranquilos, nada que nos preocupe”, responden a la consulta. Sin embargo, no pasaron desapercibidas algunas tensiones a peronistas con peso propio, como el intendente de Alta Gracia, Marcos Torres, que cada 15 días recibe al gobernador o a una comitiva del Centro Cívico para anuncios importantes. Son gestos necesarios hacia adentro del justicialismo celoso, en tiempos donde Llaryora elige priorizar a la dirigencia que no curte la doctrina de Perón.

El oficialismo analiza que la disposición de Cristina de confrontar ideológicamente con Milei despeja algunas dudas. En la Legislatura, por ejemplo, esa tranquilidad se apuntala con algunos hechos que permiten tantear el nivel de oposición que quiere la expresidenta.

“¿Alesandri crítico con el oficialismo? Puede ser, pero nos está dando una mano bárbara con Juntos por el Cambio”, comentaban testigos presenciales de la última sesión.

Alesandri ratificó su pertenencia a un peronismo sin mixes, pero terminó cargando tintas contra la oposición por sucumbir a los cantos de sirenas del Partido Cordobés. En concreto, el radicalismo "dialoguista” terminó apoyando la iniciativa del libertario Agustín Spacessi para que el autor de un proyecto pueda solicitar su tratamiento sobre tablas si durmió 45 días en la comisión.

“Los expuso”, celebraron la jugada en el cordobesismo, que se la pasó retuiteando el posteo de Ricardo Alfonsín sobre la doble vara de la UCR en la Nación y en Córdoba.

CON INFORMACION DE LETRA P.

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