


La vitamina D es un micronutriente fundamental que influye en diversos procesos corporales, incluyendo la salud ósea, la función muscular, el metabolismo, el sistema inmunitario y la salud cerebral. Sin embargo, se estima que alrededor del 40% de los estadounidenses no consumen suficiente de esta vitamina liposoluble, y cerca del 25% presenta deficiencias.
Recomendaciones de consumo
Frente a esta problemática, organizaciones de salud han emitido pautas sobre la ingesta adecuada de vitamina D. La Junta de Alimentos y Nutrición recomienda que los adultos consuman entre 600 y 800 UI (Unidades Internacionales) al día. La deficiencia de vitamina D puede llevar a complicaciones en el embarazo, trastornos autoinmunes y problemas de salud mental, afectando tanto la densidad ósea como el riesgo de enfermedades crónicas.
Seis alternativas para aumentar los niveles de Vitamina D
Pescados Grasos Casi Silvestres: El salmón, la caballa y las sardinas son ricos en vitamina D. Un salmón rojo silvestre cocido puede aportar hasta 570 UI, acercándose al 95% de la ingesta diaria recomendada.
Hongos Expuestos a Rayos UV: Algunos hongos pueden ofrecer de 150 a 500 UI por porción dependiendo de su exposición a la luz ultravioleta. Cocinarlos con grasas saludables mejora su absorción.
Leche Fortificada: La mayoría de las leches en EE. UU. están enriquecidas con vitamina D. Una taza puede contener aproximadamente 120 UI, equivalentes al 15% de la ingesta diaria recomendada.
Huevos Enteros: Un huevo grande aporta alrededor de 44 UI de vitamina D. Las gallinas criadas en pastura o alimentadas con pienso enriquecido pueden ofrecer más.
Jugo de Naranja Fortificado: Las versiones fortificadas de jugo de naranja proporcionan cerca de 100 UI por taza. Es esencial verificar la etiqueta para asegurar que esté realmente enriquecido.
Exposición Solar Controlada: La piel puede sintetizar vitamina D con solo 5 a 30 minutos de exposición al sol dos veces por semana. Es recomendable aplicar protector solar después de ese tiempo para evitar riesgos de salud.
Grupos de riesgo y necesidad de suplementos
Aunque estas estrategias pueden ser suficientes para muchos, ciertos grupos pueden necesitar suplementos. Según la Sociedad de Endocrinología, los adultos sanos menores de 70 años generalmente no requieren suplementos, pero personas mayores, niños, adolescentes y mujeres embarazadas podrían beneficiarse de una ingesta superior. Aquellos con condiciones como prediabetes también pueden necesitar mayores aportes.
En conclusión, la vitamina D es vital para la salud y muchas personas no alcanzan la ingesta recomendada. Sin embargo, siguiendo las recomendaciones expertas, se puede mantener niveles óptimos mediante una combinación de alimentos y exposición solar, limitando la dependencia de suplementos a aquellos con necesidades especiales.









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