La interna peronista en Buenos Aires se intensifica a días de las elecciones

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Máximo Kirchner criticó a Axel Kicillof en un acto en Quilmes, generando sorpresa en el PJ bonaerense.
  • Kicillof y sus ministros optaron por el silencio para no agravar la interna durante la campaña electoral.
  • Las críticas se dieron a menos de dos semanas de las elecciones y en medio del escándalo de los audios de la ANDIS.
  • La frase sobre las inversiones de Kicillof reavivó tensiones con La Cámpora y expuso la fractura política provincial.
  • El PJ bonaerense carece de conducción clara y de una línea discursiva común, con campañas paralelas de distintos sectores.
  • La interna podría debilitar al peronismo en la provincia clave y afectar su rendimiento electoral en los comicios del 7 de septiembre.

Las recientes críticas de Máximo Kirchner hacia el gobernador Axel Kicillof sacudieron al peronismo bonaerense y reavivaron tensiones internas a menos de dos semanas de las elecciones del 7 de septiembre. Lo que comenzó como un acto en Quilmes, difundido en video este lunes, generó sorpresa y malestar en el PJ provincial, que optó por el silencio para no agravar la fractura interna durante la campaña.

El gobernador Kicillof mantuvo una postura prudente y sus ministros bajaron la línea de no responder públicamente a los cuestionamientos del líder camporista. “Lo trascendente es la elección del 7 de septiembre y la campaña que estamos haciendo en este momento. Eso es lo único importante”, señaló un funcionario bonaerense, resumido la estrategia de minimizar el impacto del reclamo.

Sin embargo, dentro del PJ la sorpresa y la irritación fueron inmediatas. La molestia no se centró tanto en el contenido de las críticas, sino en el momento elegido por Máximo Kirchner para realizarlas. La declaración llega en medio del escándalo por los audios del exdirector de la ANDIS, Diego Spagnuolo, que denuncian presuntas coimas en la compra de medicamentos vinculados a la droguería Suizo Argentina.

Un intendente del conurbano, alineado con el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) de Kicillof, fue categórico al calificar las declaraciones de “inoportunas”. “Cuando el que está enfrente se equivoca, no lo molestes. El fuego amigo, en este momento, no tiene sentido”, sostuvo, sintetizando el sentimiento de quienes consideran que los ataques internos sólo debilitan al espacio en un momento crítico de la campaña.

Otras voces dentro del peronismo bonaerense tampoco ocultaron su fastidio. “No se puede entender la obsesión que tiene Máximo con Axel. Es algo insólito. Parece un delirio”, ironizó un funcionario, reflejando la sensación general de que la intervención del líder camporista eligió el peor momento para abrir una interna que puede desgastar al espacio político de cara a las legislativas.

El punto de tensión se centró en las palabras de Kirchner, que cuestionaron que Kicillof priorice inversiones en La Plata por sobre Quilmes. Esta afirmación reavivó viejas tensiones con La Cámpora y dejó expuesta la fractura política en la principal provincia del país, mostrando la falta de coordinación entre los distintos sectores del PJ bonaerense.

El trasfondo es un peronismo sin conducción clara, desorganizado y sin una línea discursiva común. Cada sector desarrolla su propia campaña, y la única coincidencia es la oposición al modelo de Javier Milei. Sin embargo, esa falta de unidad deja al descubierto la debilidad de un esquema agotado y lleno de reproches cruzados. “Si Axel quiere competir en 2027, tiene que romper definitivamente con el cristinismo y La Cámpora. No hay proyecto posible conviviendo con esta conflictividad permanente”, resumió de manera cruda un jefe comunal.

El escenario muestra un PJ bonaerense fragmentado, donde la interna entre Kicillof y Máximo Kirchner ya dejó en evidencia que el kirchnerismo no logra encauzar sus disputas. La falta de un plan estratégico común y la exposición de los enfrentamientos internos podrían tener consecuencias directas en la intención de voto, especialmente en la provincia más relevante para el futuro político del espacio.

Con las elecciones del 7 de septiembre a la vuelta de la esquina, el peronismo bonaerense enfrenta un desafío doble: mantener la unidad interna y sostener la campaña frente a la competencia electoral. Las críticas de Máximo Kirchner no sólo marcaron un nuevo capítulo en la rivalidad con Kicillof, sino que también pusieron al descubierto las tensiones latentes que atraviesan al PJ provincial, dejando a la vista que, en plena campaña, los fuegos internos podrían pesar más que los discursos hacia el electorado.

En definitiva, mientras el oficialismo busca consolidar su estrategia electoral, el fuego amigo entre sectores del PJ bonaerense evidencia que la cohesión política aún es una asignatura pendiente y que cualquier nuevo desencuentro puede tener un impacto directo en la performance de cara a los comicios de septiembre.

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