El Gobierno apuesta a recuperar confianza tras la "súper tasa" y busca guiños de Wall Street

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
595335
  • El Gobierno convalidó tasas de hasta 65% en pesos para contener la inflación y reforzar la estabilidad financiera, pero el dólar subió pese a la medida.
  • Caputo confía en que la política monetaria restrictiva mantenga la inflación bajo 2% mensual.
  • JP Morgan y Morgan Stanley recomendaron invertir en Argentina, lo que alienta al Gobierno a esperar ingreso de capitales.
  • Milei vetó tres leyes (moratoria, jubilaciones y discapacidad) y busca que el Congreso confirme esos vetos como señal de disciplina fiscal.
  • El Tesoro enfrenta vencimientos por $27,5 billones en agosto y hay baja liquidación de divisas del agro.
  • El Gobierno descarta emitir pesos para bajar tasas, lo que afecta el crédito y el consumo.
  • La estabilidad económica dependerá tanto del respaldo político como del frente financiero.

En medio de una creciente presión sobre el dólar y con el calendario electoral cada vez más presente, el Gobierno nacional redobla su apuesta para sostener la estabilidad financiera. Tras convalidar tasas de hasta el 65% interanual en la última licitación de deuda en pesos —el nivel más alto de la era Milei—, el Ministerio de Economía espera que la confianza de los mercados se revalide en las próximas operaciones y que los rendimientos exigidos por los inversores comiencen a bajar.

La jornada posterior a la colocación no trajo el alivio esperado: el dólar mayorista subió un 1,9% y cerró en $1.315, mientras que el minorista trepó en la misma proporción hasta los $1.325. Para contener la tensión, el Gobierno volvió a intervenir en el mercado de futuros. Sin embargo, el equipo liderado por Luis Caputo insiste en que la política monetaria restrictiva —junto a tasas reales positivas— permitirá mantener la inflación por debajo del 2% mensual, lo que consideran clave para reforzar la credibilidad del programa económico.

El escenario, sin embargo, no es puramente técnico. La dinámica política impone sus propios desafíos. Con la campaña electoral en marcha y los comicios bonaerenses fijados para el 7 de septiembre, el oficialismo sabe que cada señal cuenta. En ese sentido, el ingreso de capitales desde el exterior se volvió una de las esperanzas del Ejecutivo. Y en las últimas horas, dos pesos pesados de Wall Street jugaron a favor: tanto JP Morgan como Morgan Stanley difundieron informes recomendando invertir en Argentina, apuntando a una "ventana atractiva" en acciones como las de Galicia, YPF y Vista Energy.

Los vetos presidenciales, una apuesta política clave

Además de los esfuerzos financieros, el Gobierno se muestra activo en el frente legislativo. En las últimas semanas, Javier Milei vetó tres leyes votadas por el Congreso: la moratoria previsional, la recomposición de jubilaciones y la emergencia en discapacidad. En la Casa Rosada consideran que lograr que esos vetos se mantengan —para lo cual negocian con sectores del radicalismo— enviaría una señal potente de disciplina fiscal a los mercados.

"Confirmar los vetos sería un triunfo político", afirman en el oficialismo, convencidos de que esos gestos fortalecerían el vínculo con inversores internacionales, que valoran el compromiso de Milei con el equilibrio presupuestario, aunque aún dudan de su capacidad política para sostenerlo.

Deudas por delante y dólares que no llegan

Pero la calma financiera aún está lejos de consolidarse. Solo en agosto, el Tesoro deberá enfrentar vencimientos en pesos por unos $27,5 billones —la mitad de los $55 billones previstos hasta las elecciones de octubre—, en un contexto de tasas elevadas y apetito selectivo de los inversores.

A esto se suma un dato inquietante: la liquidación de divisas del agro cayó en picada. De un promedio diario de u$s200 millones se pasó a apenas u$s30 millones. Aunque el Gobierno espera que la reciente baja de retenciones a la soja impulse ventas, los productores —que aún guardan u$s13.000 millones en silo bolsas— no tienen apuro: la mejora impositiva fue anunciada como permanente.

"No va a haber más pesos"

Desde Finanzas, Pablo Quirno fue tajante: “No queremos que sobren pesos excedentes. Nuestra política monetaria es muy restrictiva y no vamos a liberar liquidez para bajar tasas”. Esa decisión, aunque busca mantener a raya la inflación, tiene un costo en la economía real, que enfrenta un crédito encarecido y un consumo retraído.

Con la lupa sobre el dólar, las tasas, el Congreso y las urnas, el Gobierno se juega por estos días más que una simple pulseada financiera. Intenta sostener un delicado equilibrio que combine disciplina fiscal, respaldo político e interés inversor. Una receta que, como tantas veces en la historia argentina, dependerá tanto de los números como de la política.

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto