La encrucijada de Rodrigo De Loredo

POLÍTICA Carlos Zimerman
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carlos zimermanPor Carlos Zimerman

¿Qué hará Rodrigo De Loredo?
La interna radical se ha convertido en el eje central del debate político en Córdoba, especialmente dada la inminente finalización del mandato del diputado nacional Rodrigo De Loredo, que se extiende hasta diciembre. Su deseo de ser reelecto ha generado un intenso diálogo y reacciones diversas dentro de su propio partido: la Unión Cívica Radical (UCR).

De Loredo, una figura influyente en la política cordobesa y uno de los líderes más visibles del radicalismo en la provincia, se encuentra en una encrucijada. Por un lado, tiene la urgencia de mantener una conexión con las bases del partido que lo llevó a la política; por otro, su interés en acercarse a La Libertad Avanza, la fuerza política del presidente Javier Milei, evidencia su pragmatismo. Esta búsqueda de alianzas ha provocado divisiones en el interior de la UCR, donde muchos de sus correligionarios desconfían de una posible seducción hacia una ideología que consideran radicalmente diferente a la de su partido.

La historia de la UCR en Córdoba es rica y compleja. Tradicionalmente, los radicales han mantenido una identidad arraigada en la defensa de valores democráticos y de justicia social; sin embargo, en los últimos años han enfrentado el desafío de adaptarse a un panorama político que se ha fragmentado en múltiples direcciones. La llegada de figuras como Milei, quien ha atraído a un electorado desencantado con las soluciones tradicionales a la crisis económica y social, ha planteado interrogantes sobre el futuro de alianzas históricas y la capacidad del radicalismo para reinventarse.

Rodrigo De Loredo, consciente de esta realidad, ha dado pasos concretos en dirección a este nuevo campo político. Ha sostenido reuniones estratégicas con importantes referentes de la Libertad Avanza para explorar posibilidades de alianzas, ya sea como miembros formales de la coalición o a través de acuerdos más flexibles que le permitan consolidar su posición. No obstante, sus esfuerzos no han estado exentos de resistencia. Muchos en la UCR ven este acercamiento como una traición a la esencia del radicalismo y una forma de diluir su identidad.

Esta tensión interna se ha intensificado ante la proximidad de las elecciones. Mientras algunos radicales apoyan la idea de un pacto con Milei, argumentan que es necesario para revitalizar al partido y poder competir en un escenario adverso, otros defienden la necesidad de mantener una posición diferenciada, alineándose con la propuesta de un radicalismo auténtico y fiel a sus principios.

¿Qué estrategias se plantea De Loredo para sortear este dilema? Es probable que busque un equilibrio entre la búsqueda de alianzas pragmáticas y la necesidad de apelar a la base radical más tradicional. Podría optar por reforzar su imagen como un candidato que, aunque abierto a la colaboración, sigue comprometido con el legado de la UCR y sus principios fundacionales. 

La decisión que tome Rodrigo De Loredo en los próximos días podría tener implicacias significativas para la UCR en Córdoba y para el panorama político provincial en su conjunto. Un movimiento mal calculado podría resultar en una fractura irrevocable dentro del partido o, en el mejor de los casos, en una revitalización que le permita mantenerse relevante en un entorno rápidamente cambiante. Las cartas están sobre la mesa, y las decisiones que tome serán cruciales, no solo para su futuro político, sino también para el futuro del radicalismo en Córdoba.

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