Tensión en el aire: los gremios aeronáuticos se preparan para un invierno caliente

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Escalada gremial: Los sindicatos aeronáuticos preparan medidas de fuerza contra el Gobierno en rechazo al “vaciamiento” del sistema aéreo y la “desregulación salvaje”.
  • Plenario clave: El 10 de julio se reunirán los cinco gremios del sector para coordinar acciones conjuntas.
  • Protesta en aeropuertos: Desde el 11, Atepsa iniciará medidas que afectarán los despegues, en plena temporada invernal.
  • Reclamos: Denuncian falta de paritarias, riesgo de privatización de empresas estratégicas y cambios laborales que comprometen la seguridad de los vuelos (como el Decreto 378/2025).
  • Respuesta oficial: El Gobierno defiende la desregulación como una forma de reducir costos y flexibilizar operaciones.
  • Unidad sindical: Presentaron una denuncia ante la OIT y planean acciones conjuntas en defensa del sistema aéreo nacional.
  • Impacto previsto: Las medidas podrían afectar gravemente la conectividad y el turismo durante las vacaciones.

En la antesala del receso invernal, los sindicatos aeronáuticos afilan sus estrategias y se preparan para escalar el conflicto con el Gobierno nacional, en rechazo a lo que califican como un proceso de “vaciamiento” del sistema aerocomercial argentino y una “desregulación salvaje” impulsada por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.

El epicentro del conflicto se trasladará este jueves 10 de julio, cuando los cinco gremios del sector —APLA, UPSA, APA, Aeronavegantes y Atepsa— se reúnan en un plenario conjunto para definir un plan de acción frente al paquete de medidas oficiales que, aseguran, pone en riesgo la sustentabilidad del sistema y compromete la seguridad operacional. En paralelo, el viernes 11 comenzará una serie de acciones sindicales por parte de los controladores aéreos de Atepsa, que impactarán directamente en el despegue de vuelos en todos los aeropuertos del país.

La mecha que encendió el conflicto

Los reclamos se agrupan en torno a tres ejes centrales: la falta de respuestas salariales —con algunos sectores que llevan más de diez meses sin negociaciones—, la desregulación del régimen laboral aeronáutico, y la amenaza de privatización o desfinanciamiento de empresas estratégicas como Aerolíneas Argentinas, Intercargo y Optar.

Uno de los focos más sensibles es el Decreto 378/2025, que reduce los tiempos mínimos de descanso del personal de vuelo y amplía los máximos de horas permitidas. La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), liderada por Pablo Biró, ya aprobó un paro nacional contra la norma, que consideran “un ataque directo a la seguridad operacional”. Si bien el Gobierno postergó por 90 días su aplicación —a pedido de las propias aerolíneas—, la norma sigue vigente y alimenta el malestar.

Desde la cartera de Sturzenegger se defienden con el argumento de que las modificaciones buscan “flexibilizar” la estructura operativa y alinearla a estándares internacionales como los de la FAA estadounidense. Pero los sindicatos denuncian que esto se traduce en precarización, fatiga laboral y riesgos crecientes en vuelo.

Una protesta en ascenso

Atepsa, el gremio de los controladores aéreos, ya tiene definido un cronograma de protestas que se extenderá durante diez días del mes de julio. Las acciones incluyen la negativa a recibir y transmitir planes de vuelo en horarios críticos, lo que afectará la puntualidad de los despegues en pleno pico turístico invernal. Están exceptuadas las operaciones sanitarias, humanitarias y de emergencia.

“El Gobierno busca deslegitimar nuestra protesta con informes tendenciosos. Pero agotamos todas las instancias. Esto es por la seguridad de todos”, aseguraron desde el sindicato. La última audiencia con la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) y la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) no logró destrabar el conflicto.

Unidad en el frente gremial

Aunque cada sindicato tiene su propio conflicto abierto, el tono general es de convergencia. “Estamos trabajando en conjunto para definir medidas de fuerza. Todavía no hay fecha, pero la unidad es clara”, confirmaron fuentes gremiales. En su comunicado conjunto, los sindicatos advirtieron que el Gobierno impulsa “un proceso de entrega planificada” del sector aéreo nacional y reclamaron una respuesta “contundente y organizada”.

Además, los gremios presentaron una denuncia ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) contra el Gobierno argentino por la restricción al derecho de huelga, en especial tras la declaración de la actividad aeronáutica como servicio esencial.

Escenario de conflicto

La tensión promete ir en aumento en una etapa del año clave para el transporte aéreo. Con una temporada alta en ciernes y una demanda en ascenso, las medidas sindicales podrían impactar de lleno en el flujo turístico y la conectividad nacional. En ese contexto, la disputa trasciende lo laboral: se convierte en un pulso abierto sobre el modelo de país y la política aérea que la gestión Milei busca implementar.

El mensaje final de los sindicatos es claro: “No hay margen para la indiferencia. Está en juego el futuro de la aviación argentina”. La cuenta regresiva ya comenzó.

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