Pobreza infantil en Argentina: un drama persistente y desigual

• La pobreza infantil en Argentina superó el 67% en el primer semestre de 2024, el nivel más alto desde 2001-2002.
• En el segundo semestre de 2024, la pobreza bajó al 52,8%, pero la mejora fue parcial y desigual.
• El norte del país (NOA y NEA) es la región más afectada, con ciudades como Concordia alcanzando un 75% de pobreza infantil.
• El AMBA, la Patagonia y la región Centro mostraron mejoras más significativas.
• Algunos aglomerados mejoraron, pero otros empeoraron, profundizando la desigualdad territorial.
• El aumento en la AUH y la Tarjeta Alimentar ayudaron, pero no compensaron la alta inflación y pérdida de ingresos.
• La pobreza infantil es un problema estructural que requiere políticas focalizadas para evitar que se profundice.

Un reciente informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA), elaborado por Valentina González Sisto e Ianina Tuñón, revela que la pobreza infantil en el país sigue siendo alarmantemente alta y presenta profundas desigualdades territoriales. Según los datos basados en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH-INDEC), más de la mitad de los niños, niñas y adolescentes argentinos viven bajo la línea de pobreza.

El informe señala que el primer semestre de 2024 fue el más crítico desde la crisis de 2001-2002, con un 67,3% de pobreza infantil, un aumento de más de 10 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año anterior. Este incremento se dio en un contexto de inflación elevada, que superó el 62% en ese semestre, y una caída significativa del poder adquisitivo, ya que los ingresos de los hogares pobres quedaron 42,6% por debajo de la Canasta Básica Total.

Si bien en la segunda mitad del año se observó una reducción del índice al 52,8%, esta mejora fue parcial y desigual. El norte argentino, especialmente las regiones del NOA y NEA, sigue siendo la más afectada. Aglomerados urbanos como Gran Salta, Formosa, La Rioja y Gran Paraná presentan tasas de pobreza infantil muy por encima del promedio nacional. Por ejemplo, en Concordia, tres de cada cuatro niños viven en condiciones de pobreza, con un índice del 75%, el más alto del país.

En contraste, regiones como el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la Patagonia y la región Centro registraron descensos más significativos en sus índices de pobreza infantil, con ciudades como Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Mar del Plata y Neuquén mostrando mejoras sostenidas.

El informe también destaca que algunos aglomerados lograron mejorar su situación relativa, como Viedma y Gran Córdoba, mientras que otros, como Gran Catamarca y Posadas, empeoraron, profundizando así una geografía cada vez más desigual de la pobreza infantil.

Durante 2024, el Gobierno implementó incrementos importantes en la Asignación Universal por Hijo (AUH) y amplió la Tarjeta Alimentar, medidas que ayudaron a aliviar la situación pero no alcanzaron para contrarrestar plenamente el impacto de la inflación y la pérdida de ingresos reales.

En conclusión, el estudio del ODSA subraya que, pese a una leve recuperación económica en la segunda mitad de 2024, la pobreza infantil sigue siendo un problema estructural con un marcado carácter territorial. Sin políticas públicas focalizadas y efectivas, especialmente en las regiones más vulnerables, la crisis social y económica que sufren millones de niños argentinos corre el riesgo de profundizarse en los próximos años.