
Cristina Kirchner desafía al poder judicial en la antesala del juicio por los cuadernos
POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior

- Cristina Kirchner calificó de “show judicial” el juicio por los cuadernos y dijo que “no tiene miedo”.
- Acusó a sectores políticos y mediáticos de usar la causa con fines de distracción y persecución.
- El proceso involucra a 87 imputados, entre ellos 19 exfuncionarios y 65 empresarios.
- Cuestionó la figura del “arrepentido” y citó declaraciones del actual ministro de Justicia, Cúneo Libarona.
- Afirmó que las causas buscan “frenar la organización del peronismo”.
- Vinculó el juicio con el endeudamiento externo y acusó al Gobierno de “saquear” al país.
Horas antes del inicio del juicio por los denominados “cuadernos de las coimas”, Cristina Fernández de Kirchner lanzó un mensaje desafiante en sus redes sociales. “Comienza otro show judicial, pero no tengo miedo, la historia pondrá las cosas en su lugar”, escribió la exmandataria, en lo que fue leído como una advertencia directa hacia quienes impulsan el proceso. El juicio, a cargo del Tribunal Oral Federal N°7, reúne a 87 imputados entre exfuncionarios y empresarios, y se perfila como el expediente judicial más voluminoso de la historia argentina reciente.
Cristina Kirchner denunció que el proceso judicial responde a “intereses ajenos a la justicia” y acusó a sectores políticos y mediáticos de mantener una “opereta” con fines de distracción. “Parece que no les bastó con meterme presa y proscribirme de por vida en la causa Vialidad: necesitan mantener viva la OPERETA JUDICIAL para seguir presionando y, sobre todo, distraer la atención”, sostuvo. Para la expresidenta, la causa “Cuadernos” fue reactivada en un momento político clave y obedece más a una estrategia de manipulación que a una agenda judicial genuina.
“Este circo, como los anteriores, tiene calendario político. Mantuvieron la ‘operación cuadernos truchos’ en la heladera, siempre lista para descongelarla cuando hiciera falta. Y ahora… arranca justo cuando se discute el futuro del trabajo y de las jubilaciones”, argumentó. En su lectura, el proceso judicial “se alinea con una agenda judicial al servicio del ajuste”, en referencia a las reformas impulsadas por el gobierno nacional.
El expediente, que involucra tanto a figuras centrales del kirchnerismo como a los principales empresarios del país, aborda acusaciones de asociación ilícita y cohecho. Además de la propia Cristina Kirchner, están imputados Julio De Vido, Roberto Baratta, Ricardo Jaime, Juan Pablo Schiavi, Ernesto Clarens y Oscar Centeno, el chofer que registró en sus cuadernos los presuntos pagos de sobornos. Entre los empresarios destacan Aldo Benito Roggio, Ángelo Calcaterra, Armando Loson y Enrique Menotti Pescarmona, todos acusados de haber pagado coimas para acceder a contratos de obra pública.
En total, el proceso alcanza a 19 ex funcionarios, dos choferes y 65 empresarios, con 626 testigos propuestos. La ex mandataria cuestionó con dureza la figura de los “arrepentidos”, calificándolos de “extorsionados” por el sistema judicial. Para respaldar su planteo, citó declaraciones del actual ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, quien en 2018 —cuando era abogado defensor en una causa vinculada— había advertido: “Si no sale en libertad en breve lapso, va a mentir y va a involucrar a alguno. Tenés que arrepentirte, confesar algo e involucrar gente. Si decís que sos inocente, quedás preso”.
Cristina Kirchner extendió su mensaje hacia el plano político, asegurando que las causas judiciales buscan “frenar la organización del peronismo y del campo nacional y popular”. “Podrán inventar causas, manipular jueces o escribir fallos… pero no van a detener la organización del peronismo frente al saqueo que están perpetrando y que piensan profundizar para los próximos meses”, afirmó.
En la parte final de su mensaje, vinculó el avance del juicio con la situación económica del país y el nuevo ciclo de endeudamiento. “De la mano de Caputo y el JP Morgan, avanza el segundo megaendeudamiento de la Argentina por miles de millones de dólares que nunca nadie vio, ni verá; pero que hipoteca el presente y el futuro de varias generaciones”, denunció. Según la ex mandataria, mientras el poder judicial “se ensaña” con ella y sus ex funcionarios, los responsables del “latrocinio financiero” actúan “sin que ningún fiscal los acuse ni ningún juez los juzgue”.
El juicio, que comenzó con la lectura de las imputaciones y continuará durante meses con cientos de audiencias virtuales, reabre uno de los capítulos más sensibles de la política argentina. En paralelo, Cristina Kirchner busca instalar la idea de que el proceso es parte de una persecución más amplia, en la que confluyen intereses judiciales, políticos y económicos. El desafío que planteó, antes incluso de que se inicien las audiencias, refuerza el tono combativo con el que enfrenta el tramo judicial más complejo desde que dejó el poder.








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