El país vota entre la gobernabilidad de Milei y el renacer del kirchnerismo bajo la Boleta Única de Papel

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Debuta la Boleta Única de Papel en todo el país, con alta expectativa y riesgo de voto fragmentado.
  • Milei busca alcanzar un tercio en Diputados (86 bancas) para sostener vetos y avanzar con reformas.
  • Fuerza Patria, con CFK como figura central, intenta recuperar volumen y liderazgo hacia 2027.
  • Los gobernadores de Provincias Unidas apuntan a instalar una tercera opción con 20 diputados.
  • El resultado en Buenos Aires será decisivo para ambas fuerzas.
  • Milei prepara un mensaje conciliador y evalúa reconfigurar el gabinete tras el escrutinio.

Con el estreno nacional de la Boleta Única de Papel, la Argentina atraviesa hoy unas elecciones legislativas históricas que funcionarán como un plebiscito de la gestión de Javier Milei, en un contexto político y económico frágil. El Presidente busca asegurarse el tercio de bancas en el Congreso que le permita sostener sus vetos y garantizar la gobernabilidad del segundo tramo de su mandato, tras meses marcados por la recesión, los escándalos internos y una sucesión de tensiones con aliados y opositores.

“Llegamos de pie a las elecciones”, aseguró Milei en el cierre de campaña en Rosario, en un intento por mostrar fortaleza tras una serie de turbulencias que incluyeron la renuncia de José Luis Espert, el deterioro del gabinete y el impacto de la derrota bonaerense del 7 de septiembre. Aquella caída, por casi 14 puntos frente al peronismo, marcó un punto de inflexión: aceleró la crisis interna del oficialismo y reanimó a Fuerza Patria, el frente kirchnerista que busca reposicionarse de cara a 2027.

Para Milei, el desafío es doble. Por un lado, necesita consolidar su base legislativa, que hoy suma 31 diputados y 6 senadores, para acercarse a los 86 votos que constituyen su “pared de defensa”. Por otro, debe administrar una economía bajo presión, dependiente del rescate de USD 20.000 millones gestionado con el Tesoro de Estados Unidos y del respaldo explícito de Donald Trump, quien apostó a estabilizar la moneda argentina mediante una intervención inédita en el mercado cambiario.

El oficialismo busca “salvar la ropa”, según admiten en Casa Rosada, en una jornada que también pondrá a prueba el nuevo esquema de votación. Los ensayos previos del sistema de Boleta Única, realizados en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, arrojaron resultados dispares: una alta tasa de corte de boleta —de entre el 20% y el 30%— y una tendencia a elegir por colores o ubicación. Esa incertidumbre complica cualquier proyección y abre la puerta a sorpresas en distritos clave.

Del otro lado, el peronismo kirchnerista busca revalidar su condición de primera minoría y volver a ser alternativa de poder. Cristina Fernández de Kirchner, desde su domicilio de Constitución, mantuvo un rol activo en la campaña, especialmente en Buenos Aires y Santa Fe, dos provincias que concentran gran parte de sus expectativas. Su objetivo inmediato es consolidar un bloque que frene las reformas estructurales del Gobierno, pero también volver al centro del debate político de cara a 2027.

El resultado bonaerense será determinante: mientras Milei intenta acortar la brecha que lo separó del peronismo en septiembre, Axel Kicillof emerge como el principal referente territorial de la oposición, en disputa con el cristinismo más duro. La elección podría redefinir el liderazgo dentro del propio peronismo, al tiempo que pondrá a prueba la capacidad de Fuerza Patria para proyectarse como opción competitiva a nivel nacional.

En el centro del escenario, los gobernadores de Provincias Unidas —una liga de mandatarios moderados como Martín Llaryora (Córdoba) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe)— buscan consolidar una tercera vía con alrededor de 20 diputados propios. Su papel será clave en la nueva conformación del Congreso, donde podrían transformarse en árbitros de la negociación legislativa. El bloque apuesta a participar en la discusión de las reformas “de segunda generación” que Milei prevé impulsar: laboral, tributaria e impositiva.

Sin mayoría propia en ninguna de las cámaras, el oficialismo dependerá de su capacidad de tejer acuerdos. Milei ya lo admitió en público: “No puedo solo”, dijo en Rosario, tras calificar al Congreso como “destituyente”. Pese al tono confrontativo, en su entorno deslizan que prepara un mensaje conciliador para esta noche, con la posible convocatoria a un nuevo “Pacto de Mayo” junto a los gobernadores aliados, en un intento de recomponer la relación política y dar señales de estabilidad a los mercados.

A partir de las 21, cuando comiencen a difundirse los primeros resultados, la Casa Rosada empezará a definir su estrategia económica inmediata. El ministro de Economía, Luis Caputo, anticipó que se mantendrán las bandas cambiarias y un techo cercano a los $1.500, un esquema que busca contener expectativas de devaluación y proyectar calma. Pero el rumbo político dependerá, en buena medida, del respaldo que obtenga Milei en las urnas y de la correlación de fuerzas que surja de esta elección.

El Presidente apuesta a convertir los votos de hoy en una muralla institucional que le permita resistir la ofensiva opositora. El peronismo, en cambio, intentará que las urnas le devuelvan aire político. En un clima de desconfianza y con un electorado volátil, la jornada se presenta como una radiografía del humor social y una bisagra para el equilibrio de poder que definirá la Argentina de los próximos dos años.

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