Triple crimen en Florencio Varela: Javier Alonso reveló detalles del operativo que llevó a la captura de “Pequeño J”

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Javier Alonso detalló el operativo que permitió capturar a “Pequeño J” en Perú, acusado del triple crimen de Florencio Varela.
  • La investigación incluyó escuchas, trazado de antenas y coordinación internacional.
  • El narco cambiaba chips y usaba varios teléfonos para evitar ser detectado.
  • Alonso reveló que detuvieron antes a Osorio y ocultaron la información para atrapar al líder.
  • Criticó a Patricia Bullrich por “oportunismo político” que casi arruina el operativo.
  • La causa continúa con peritajes y busca desarticular la red narco en el conurbano.

El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, dio a conocer los pormenores del operativo que permitió la detención de “Pequeño J”, señalado como uno de los principales responsables del triple crimen de Lara, Brenda y Morena en Florencio Varela. En diálogo con A24, el funcionario destacó el “trabajo de campo minucioso” que demandó la investigación, así como la cooperación internacional que resultó clave para impedir la fuga de los acusados.

“Se hizo un trabajo de campo muy importante, porque estaba todo armado para que esto quede impune”, sostuvo Alonso, al referirse a la complejidad de un caso que conmocionó a la provincia de Buenos Aires y puso bajo la lupa la capacidad estatal para enfrentar a las organizaciones criminales.

La trama de la investigación

Según detalló el ministro, la pesquisa combinó herramientas tradicionales y tecnológicas: intervenciones telefónicas, trazado de antenas y análisis de recorridos que permitieron reconstruir los movimientos de los sospechosos. “Iba cambiando de chip y hablaba con tres teléfonos, teníamos la expectativa de que volviera”, relató Alonso sobre el accionar de “Pequeño J”, quien —según los investigadores— lideraba una red narco con ramificaciones en la zona sur del conurbano.

La clave, explicó, estuvo en detectar los puntos de encuentro y las rutas de escape. Con la escucha activa de las conversaciones de “Pequeño J” y de su lugarteniente Osorio, se logró establecer que uno de los traslados se haría en un camión con destino a Trujillo, Perú. Esa información derivó en la coordinación inmediata con la policía peruana, que desplegó un operativo en simultáneo para impedir la huida.

“A Osorio lo detuvimos a las 10 de la mañana de hoy y no dijimos nada porque se podía enterar ‘Pequeño J’”, señaló Alonso, al explicar la estrategia de sigilo que permitió capturar a ambos sin filtraciones que frustraran el procedimiento.

Cruce político y advertencia

En un pasaje de su exposición, el ministro bonaerense introdujo una crítica directa a la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich. “La operación casi se cae por oportunismo político”, lanzó, en alusión a declaraciones públicas que, según su visión, pudieron haber puesto en riesgo el resultado de la investigación.

Para Alonso, la coordinación interinstitucional y la prudencia comunicacional son indispensables en casos de alto impacto. “La filtración de información o las declaraciones prematuras pueden poner en riesgo la efectividad de investigaciones en curso”, advirtió. Sus palabras dejaron al descubierto una tensión política entre Nación y Provincia en torno a la disputa por el protagonismo en la lucha contra el narcotráfico.

Lo que viene en la causa

Más allá de la detención de los principales sospechosos, Alonso remarcó que la investigación continúa y que ahora se abre una etapa judicial y operativa destinada a desarticular el entramado delictivo que rodeaba a los detenidos. “La causa seguirá con peritajes sobre teléfonos, seguimientos financieros y todos los pasos procesales necesarios para sostener las acusaciones ante la Justicia”, afirmó.

El funcionario bonaerense también planteó la necesidad de mantener el esfuerzo coordinado para evitar nuevas recrudecidas de violencia, un temor latente en Florencio Varela y en otras localidades del conurbano atravesadas por disputas de bandas.

Un crimen que marcó a la Provincia

El triple homicidio de Lara, Brenda y Morena sacudió a la opinión pública y expuso la brutalidad de organizaciones criminales de baja sofisticación pero alta capacidad de daño. Los investigadores señalaron que no se trataba de una estructura con un engranaje sofisticado, sino de un accionar “primitivo y brutal”, aunque igualmente letal.

La captura de “Pequeño J” representa un avance significativo para la justicia bonaerense, aunque todavía quedan interrogantes sobre el alcance de la red narco en la región y la capacidad de desactivar sus ramificaciones.

Con las elecciones de medio término en el horizonte y la seguridad en el centro del debate público, el caso se convierte también en un escenario de disputa política entre oficialismo y oposición, y entre los diferentes niveles del Estado. Para la provincia, la prioridad es que el proceso judicial se sostenga y derive en condenas efectivas que eviten la sensación de impunidad.

“Lo importante es que las hacés, las pagás, no quedás libre y eso es importante”, repiten en el entorno de Alonso, convencidos de que solo con resultados concretos se podrá restaurar cierta confianza en la capacidad del Estado para enfrentar al narcotráfico y sus consecuencias más violentas.

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