Claudio Vidal acusa a Cristina y Máximo Kirchner de “golpe judicial” y agita la política santacruceña

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Claudio Vidal denunció que Cristina y Máximo Kirchner ejecutaron un “golpe judicial” en Santa Cruz para frenar la ampliación del Tribunal Superior de Justicia.
  • La acusación surge tras el fallo del juez Marcelo Bersanelli que aceptó un amparo del gremio judicial y bloqueó la reforma.
  • El gobernador vinculó a los jueces Bersanelli y Fernando Basanta como operadores del kirchnerismo en la maniobra.
  • El mensaje fue dirigido a Javier Milei, Victoria Villarruel, gobernadores, gremios y medios nacionales para visibilizar el conflicto.
  • Cristina Kirchner cumplía cien días de arresto domiciliario y reunía a la militancia peronista en San José 1111 al momento de la denuncia.
  • El caso reaviva las tensiones entre Vidal y el kirchnerismo, con posibles implicancias nacionales para el Gobierno de Milei.

A menos de un mes de las elecciones legislativas, Santa Cruz volvió a convertirse en epicentro de tensión política. El gobernador Claudio Vidal, referente de SER Santa Cruz y aliado circunstancial del oficialismo nacional en algunos debates parlamentarios, denunció públicamente a Cristina Fernández de Kirchner y a su hijo Máximo por “operar un golpe judicial” para frenar la ampliación del Tribunal Superior de Justicia provincial. El mensaje, difundido en redes sociales y replicado en múltiples canales institucionales, sacudió un tablero político que ya venía en ebullición.

El episodio estalló el mismo día en que Cristina Kirchner, cumpliendo cien días de arresto domiciliario por su condena en la causa Vialidad, recibía a la militancia peronista en su casa de San José 1111. Desde allí, la expresidenta buscaba mostrarse políticamente activa a pesar de las restricciones judiciales, reforzando su influencia sobre el armado kirchnerista.

Vidal, en un tono inusualmente frontal, envió su denuncia no solo a la opinión pública santacruceña, sino también al presidente Javier Milei, a la vicepresidenta Victoria Villarruel, a ministros del Gabinete nacional, a gobernadores, gremios y medios de comunicación. En su publicación, aseguró que “los Kirchner, madre e hijo”, a través de operadores judiciales, maniobraron para bloquear una reforma clave impulsada por su gestión: la ampliación del máximo tribunal provincial.

El gobernador apuntó directamente contra el juez Marcelo Bersanelli y el vocal del Superior Tribunal de Justicia, Fernando Basanta, a quienes acusó de ejecutar una maniobra que “viola la división de poderes en Santa Cruz”. El origen del conflicto es el recurso de amparo aceptado por Bersanelli, presentado por la Asociación Gremial de Empleados Judiciales, liderada por el ex candidato a intendente peronista Juan Franco Mascheroni. Dicho amparo frenó la aplicación de una ley sancionada por la Legislatura que ampliaba el número de integrantes del tribunal.

La ampliación judicial había sido una de las banderas de Vidal para consolidar su influencia en un Poder Judicial históricamente asociado al kirchnerismo. Para el gobernador, el bloqueo no solo representa una embestida política sino una señal de que el poder de los Kirchner sobre la justicia provincial sigue intacto, incluso tras haber perdido el control del Ejecutivo local en las últimas elecciones.

El mensaje de Vidal fue categórico: “La justicia cooptada viola la Constitución e impide una vez más la aplicación de una ley votada por el poder legislativo durante esta gestión de gobierno. ¿Cuál es el límite CFK? ¿Cuál es el límite Máximo? ¿Son capaces de hacer llegar a Santa Cruz a la intervención federal?”. La referencia a una posible intervención fue interpretada como una advertencia y, para algunos analistas, como una forma de forzar el respaldo político del Gobierno nacional.

La reacción desde el entorno kirchnerista fue de cautela. Fuentes cercanas a Máximo Kirchner en el Congreso evitaron responder de manera directa, aunque remarcaron que el fallo de Bersanelli es “una resolución judicial” y no un acto político. En paralelo, en el kirchnerismo provincial señalan que la ampliación del tribunal no habría respetado los procedimientos y que la reforma buscaba colocar jueces afines al actual gobernador.

La denuncia de Vidal introduce un nuevo elemento en un clima político ya cargado de tensión. Santa Cruz, cuna del kirchnerismo y territorio gobernado por esa fuerza durante décadas, atraviesa un proceso de reconfiguración desde que Vidal ganó la gobernación el año pasado. Su gestión intenta marcar distancia de los antiguos patrones de poder, pero su denuncia pública expone el peso persistente de la familia Kirchner en los resortes institucionales de la provincia.

A nivel nacional, la acusación abre otro frente de conflicto en un escenario en el que Javier Milei necesita aliados para sostener sus reformas. La postura que adopte la Casa Rosada frente a esta disputa será observada con atención: un respaldo a Vidal podría fortalecer al gobernador, pero también tensar aún más la relación con el kirchnerismo, actor central en la oposición parlamentaria.

El episodio deja en evidencia que Santa Cruz, lejos de quedar relegada a una disputa provincial, sigue siendo un tablero clave para las luchas de poder que definen a la política argentina. En plena cuenta regresiva hacia las legislativas, el enfrentamiento entre Vidal y los Kirchner promete profundizar las divisiones internas del peronismo y condicionar las alianzas del oficialismo nacional.

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