La realidad sobre la grasa abdominal: un riesgo para la salud más allá de lo estético

SALUD Y NUTRICIÓNJulia VOSCOJulia VOSCO
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A pesar de las promesas de productos y programas de entrenamiento que aseguran resultados inmediatos en la reducción de grasa abdominal, la evidencia científica desestime la idea de que se puede dirigir la pérdida de grasa de manera específica. La acumulación de grasa en esta zona es un problema que implica serios riesgos para la salud.

La gravedad de la grasa abdominal

La grasa abdominal, que puede manifestarse como una "pancita", no es solo un problema estético. Se clasifica en grasa subcutánea, bajo la piel, y grasa visceral, que se aloja entre los órganos vitales. Mientras que la primera normalmente no conlleva riesgos significativos, la grasa visceral sí lo hace. Este tipo de grasa es altamente inflamatoria y está asociado con un incremento en el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, ciertos cánceres, demencia y accidente cerebrovascular.

Según Mayo Clinic, cada cinco centímetros adicionales de circunferencia de cintura incrementan el riesgo de enfermedad cardiovascular en un 10%. En hombres con mayor cantidad de grasa abdominal, las probabilidades de desarrollar demencia se triplican.

Medición de la grasa abdominal

Aunque existen métodos clínicos como la tomografía computarizada, la medición de la circunferencia de la cintura y la relación cintura-cadera son accesibles y efectivas. Para los hombres, una circunferencia superior a 102 centímetros indica un riesgo elevado; para las mujeres, el umbral es de 88 centímetros. Las mediciones deben hacerse a la altura del ombligo, evitando comprimir el abdomen.

Factores que contribuyen a la grasa abdominal

La acumulación de grasa abdominal puede ser resultado de varios factores, incluyendo una dieta alta en calorías, sedentarismo, edad y genética. Con la edad, la pérdida de masa muscular reduce la capacidad del cuerpo para quemar calorías, facilitando la acumulación de grasa en el abdomen. Además, Mayo Clinic señala que los hombres de entre 50 y 60 años requieren unas 200 calorías menos en comparación con sus 30 o 40 años. El exceso de alcohol también es un factor de riesgo, por lo que la recomendación es limitar su consumo a dos copas diarias. Las mujeres, especialmente después de la menopausia, tienden a acumular más grasa abdominal debido a cambios hormonales.

Estrategias efectivas para reducir la grasa abdominal

No existen soluciones milagrosas. Para combatir la grasa abdominal, es necesario implementar cambios en la alimentación, el ejercicio y el estilo de vida. Una dieta balanceada, rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables, es crucial. Limitar carnes procesadas, grasas saturadas y azúcares simples, así como controlar las porciones y optar por agua en lugar de bebidas azucaradas, son estrategias efectivas.

En términos de ejercicio, combinar entrenamiento de fuerza con actividad aeróbica resulta más eficiente que el cardio por sí solo. Estudios de Harvard Health Publishing sugieren que el entrenamiento de fuerza puede reducir considerablemente la circunferencia de la cintura.

En resumen, la grasa abdominal es un desafío que va más allá de la estética y requiere un enfoque integral y sostenido para su reducción.

 

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