El campo acelera exportaciones ante suba de retenciones, pero crecen las tensiones con el Gobierno

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • En junio se aceleraron las exportaciones de granos, especialmente soja, ante la suba de retenciones que regirá desde julio.
  • Ingresaron USD 11.713 millones en divisas entre enero y mayo, un 29,5% más interanual.
  • Se anticipa un freno fuerte en la comercialización durante julio.
  • El Gobierno necesita que las ventas continúen para evitar presión cambiaria en un contexto electoral.
  • Productores podrían retener soja o la industria operar con márgenes muy bajos.
  • La suba de retenciones bajará los precios internos y afecta la rentabilidad del agro.
  • Carbap reclamó por la paralización del Plan del Río Salado y denunció pérdidas por USD 5.000 millones.
  • Crecen las tensiones entre el campo y el Gobierno por impuestos y falta de obras.

El sector agroexportador argentino protagonizó en junio una aceleración notable en las ventas de granos y registración de exportaciones, especialmente de soja, impulsado por la inminente suba de retenciones que regirá desde julio. Sin embargo, detrás del crecimiento en el ingreso de divisas se vislumbra un panorama complejo para los próximos meses, con advertencias sobre una fuerte desaceleración comercial, caída de precios internos y tensiones crecientes entre los productores y el Gobierno nacional.

Según datos de la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA), entre enero y mayo ingresaron al país divisas por USD 11.713 millones, un 29,5% más que en el mismo período de 2024. Fue la tercera mejor marca de la serie. Pero gran parte de ese flujo responde a un efecto anticipatorio: los productores aceleraron ventas ante la confirmación del regreso de la alícuota del 33% para la soja y posibles subas también para el maíz, aunque el Gobierno mantendría el beneficio impositivo solo para el trigo y la cebada.

“El ingreso de DJVE de junio fue récord desde que asumió Milei”, explicó el consultor Javier Preciado Patiño. Estima que aún quedan sin vender 22 millones de toneladas de soja, pero anticipa un freno brusco en julio: “Buena parte de lo que se iba a vender ya se vendió en junio”.

De cara al segundo semestre, el Gobierno necesitará mantener un ritmo sostenido de liquidación de divisas para evitar presiones cambiarias, especialmente con el cepo parcialmente flexibilizado y las elecciones de octubre cada vez más cerca. Preciado Patiño prevé dos posibles respuestas del sector: una retención prolongada de granos para forzar una nueva baja de retenciones o un sacrificio de márgenes por parte de la industria aceitera para sostener la actividad exportadora.

Desde el agro ya advierten que la suba de derechos de exportación impactará en menores precios para los productores. En estos meses, el Estado resignó unos USD 700 millones en recaudación por la reducción temporal de retenciones, y los nuevos valores restarán competitividad a un sector que opera con márgenes cada vez más ajustados.

A esta ecuación se suma un nuevo frente de conflicto: la falta de inversión en infraestructura. La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) publicó un duro comunicado reclamando por el freno al Plan Maestro del Río Salado. Según la entidad, la parálisis de obras clave generó pérdidas por más de USD 5.000 millones, principalmente por el impacto de las inundaciones. “El financiamiento nacional es indispensable”, señalaron, y apuntaron contra la falta de uso de los recursos del Fondo Hídrico: “Esa plata está durmiendo la siesta”.

Así, el agro entra en una nueva etapa de tensión con el Gobierno, en un contexto donde las urgencias fiscales chocan con las necesidades del principal complejo exportador del país. El resultado inmediato fue una cosecha de divisas acelerada. El costo, sin embargo, podría medirse en parálisis futura y mayores niveles de incertidumbre.

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