Dólar estable, pero el mercado no se relaja: crece la cautela de cara al segundo semestre

• El dólar oficial se mantiene estable en torno a los $1.200.
• El BCRA proyecta una devaluación moderada (1,8% mensual) con un tipo de cambio mayorista de $1.300 a fin de año.
• Los futuros (ex Rofex) muestran más cautela: pactan $1.356 para diciembre de 2025.
• El mercado no espera un salto abrupto, pero sigue atento al escenario electoral y político.
• La estabilidad actual es vista como frágil: depende del ingreso de dólares y de la evolución política.

Con el dólar oficial estabilizado en torno a los $1.200 y las cotizaciones financieras manteniéndose por debajo de ese nivel, el mercado empieza a mirar con mayor atención lo que podría suceder en la segunda mitad del año. Las proyecciones, lejos de anticipar una tormenta, sugieren una calma relativa, pero cargada de prudencia.

El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), elaborado por el Banco Central a fines de mayo, anticipa una devaluación del 1,8% mensual para los próximos meses. Según esa previsión, el tipo de cambio mayorista alcanzaría los $1.300 hacia fin de año. La cifra, sin grandes sobresaltos, busca dar señales de control en un contexto donde la inflación cede lentamente y el Gobierno insiste con su política de ancla cambiaria.

Sin embargo, los contratos de dólar futuro operados en A3 (ex Rofex) muestran un matiz diferente. Para diciembre de 2025, el tipo de cambio pactado ronda los $1.356, un valor más elevado que el que estima el REM. Este diferencial revela, en parte, la cautela de los inversores ante el escenario electoral que se avecina y la posibilidad de que el equilibrio actual deba revisarse en función del clima político y económico.

El mercado no descuenta, por ahora, un salto brusco. Pero tampoco compra completamente el optimismo oficial. En un semestre atravesado por decisiones clave —desde la aprobación de leyes económicas hasta la definición del futuro político de figuras centrales—, los números del dólar funcionan más como un termómetro de confianza que como una predicción cerrada.

La estabilidad, en este contexto, es tanto un logro como un interrogante. ¿Podrá sostenerse si se enfría el ingreso de dólares, si se recalienta la política o si el mercado vuelve a reclamar señales más firmes? Por ahora, el dólar se mueve poco. Pero el radar sigue encendido.