Los teléfonos están calientes en el Palacio 6 de Julio y en todas las dependencias municipales, CPCs y entes descentralizados. Diario Alfil pudo confirmar que Daniel Passerini bajó la orden de reducir la planta política a todas las secretarías, que antes de que termine el año deben explicarle como recortarán sus estructuras orgánicas.
En rigor, se trata de un paso atrás. Si se compara el decreto que el 12 de diciembre de 2019 firmó Llaryora para definir la estructura orgánica del municipio con el que el 17 de diciembre de 2023 firmó Passerini, con igual propósito, se desprende que la planta política que el actual intendente definió para arrancar su gestión fue un 40 por ciento más grande que la estructura orgánica con la que Llaryora comenzó su mandato. Todo esto, debe aclararse, considerando solo secretarías, Asesoría Letrada y Justicia Administrativa de Faltas, y sin considerar los entes descentralizados.
Según ese recuento, Llaryora comenzó su gestión con 20 secretarías y Passerini con 16 (contando a Asesoría Letrada y la Justicia Administrativa de Faltas como tales), pero al bajar por la pirámide jerárquica, la relación comienza a invertirse. La Municipalidad de Llaryora arrancó con 44 sub secretarías, por las 49 de Passerini; con 62 direcciones generales, por las 120 que implementó su sucesor; con 146 direcciones, en lugar de las 185 del actual intendente; y con 105 subdirecciones, por las 157 que creó la actual gestión al tomar control del Palacio 6 de Julio.
En el agregado final, Llaryora contaba con una estructura orgánica de 375 funcionarios, y Passerini arrancó su mandato con 525.
Aún así, estos números siguen quedando lejos de los que acusa el secretario general del Suoem al momento de reprocharle al Ejecutivo que sólo está dispuesto a ahorrar en el sueldo de los municipales, mientras despilfarra recursos en una planta política desproporcionada.
Según Daniele, la actual gestión municipal cuenta con 785 funcionarios. Debe presumirse que el gremialista agrega a su cuenta la estructura orgánica de los entes descentralizados de la administración municipal y de las empresas del Estado. En cualquier caso, vale decir, la Municipalidad no ha salido a desmentir los números que ofrece el Suoem y que, ya desde el inicio de la gestión, le reprochaba el Frente Cívico, desde la banca de Martín Juez, hijo del eterno challenger del peronismo cordobés.
Desde la Municipalidad niegan que las acusaciones de Daniele hayan tenido algo que ver en la decisión de recortar la planta política, y aseguran que esa instrucción del Ejecutivo antecede al inicio del conflicto con el Suoem, y es en realidad una consecuencia directa de la misma causa que rompió la paz con el gremio: la caída en la recaudación, la creciente demanda social, y la necesidad de cubrir el rojo del sistema de transporte, para que el impacto de las actualizaciones tarifarias no alcancen de lleno a los vecinos.
Por otro lado, la definición del intendente de reducir los cargos políticos genera el marco en el que se inscriben las modificaciones que, en las próximas semanas, alcanzaran también a los Centros de Participación Vecinal, donde no solo habrá recortes en las estructuras orgánicas, sino también algunos cambios de nombres.
Globalmente, una reducción en la planta política no sólo redundara en un ahorro más o menos significativo, sino que también puede entrañar profundos cambios políticos para un PJ que necesita resistir en el territorio la avanzada del juecismo y de los libertarios, lanzados a la conquista de las seccionales para justificar su presencia en la lista del año próximo.
Como a cualquier otro, al oficialismo municipal se le cuestiona no haber satisfecho todos los compromisos asumidos durante la campaña. Y a ese descontento se agregan las fricciones que genera el “Partido Cordobés”, como proyecto político que desdibuja las barreras partidarias y, muchas veces, premia a extrapartidarios con puestos más codiciados de los que reserva a los propios.
CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE FELIPE OSMAN.